Alemania maltrata el juego
Los actuales campeones trazan un p¨¦simo partido frente a una Rumania que fue mejor
Con ese f¨²tbol tan indigesto que desde hace d¨¦cadas se reproduce en Alemania, el actual campe¨®n de Europa arranc¨® por los pelos el primer empate del torneo. Lo hizo frente a un equipo rumano que expuso m¨¢s y jug¨® mejor mientras sus viejos tiburones sostuvieron la respiraci¨®n. Los alemanes dejaron el rastro que tantas veces les ha encumbrado al podio: kilos, veteran¨ªa y desprecio absoluto por todo aquello que est¨¦ relacionado con el bal¨®n, la ocupaci¨®n de los espacios, la imaginaci¨®n, el regate, las paredes, el toque sutil, el enga?o... Atributos malditos en la Bundesliga, que sigue profundizando en un proceso de descomposici¨®n que ciertamente no se corresponde con el palmar¨¦s de Alemania, que ha rentabilizado como nadie su f¨²tbol de barbestro.En su deb¨² en la Eurocopa, el seleccionado de Erich Ribbeck se ensa?¨® con el juego. Sobre todo durante todo el primer tiempo, cuando los alemanes patearon hasta los principios b¨¢sicos que muestran los tomos para iniciados a este deporte. Defendieron mal, sin orden ni concentraci¨®n. Y atacaron peor, sin recursos por los pasillos ni imaginaci¨®n para abrir una v¨ªa por el centro. El mejor exponente de la hecatombe alemana fue Linke, un central grandote y torpe que se convirti¨® en el mayor divertimento de los delanteros rumanos. Todos le hicieron cosquillas con una facilidad insultante. Como hizo Illie en la jugada del gol rumano. Chivu intent¨® conectar con el valencianista en la orilla; la pelota lleg¨® en calma a Linke y, sin que Illie le tosiera, se la trag¨® de forma pasmosa. Agradecido, el valencianista, tan comod¨®n ¨¦l, se dio una carrerita y dej¨® que Molvovan diera el ¨²ltimo empuj¨®n a la pelota.
Para colmo, Matthaeus orden¨® adelantar la defensa varios metros, lo que aprovech¨® Hagi para echarse unos metros atr¨¢s y buscar con su guante izquierdo la coronilla de los defensas alemanes. En varias jugadas, Illie y Moldovan estuvieron a punto de mandar al garete a los alemanes, de no ser por la astucia y decisi¨®n de Kahn, el portero germano, que ocup¨® la posici¨®n de l¨ªbero de Matth?us. Dos salidas comprometid¨ªsimas fuera del ¨¢rea impidieron un par de goles cristalinos.
Rumania mantuvo el choque empinado a su favor el tiempo que tard¨® en vaciarse el dep¨®sito de Hagi. Sin tanto apret¨®n en defensa, Alemania encontr¨® con m¨¢s facilidad a Haessler y Scholl, realmente sus ¨²nicos jugadores con unas gotas de talento. Dos futbolistas en otra onda que sus compa?eros.
Rumania es una selecci¨®n muy curiosa. Se mueve mejor en la anarqu¨ªa que en el orden, y evaporado Hagi -tan fabulosamente an¨¢rquico- se sinti¨® desnuda. Recul¨® y se tap¨® m¨¢s de la cuenta. Sin querer meti¨® a Alemania en el partido, y eso siempre es peligroso, porque a empujones pocos son mejores. En uno de esos arreones lleg¨® el gol de Scholl: un zurdazo lejano que se trag¨® Stelea.
El empate devolvi¨® a Rumania a sus or¨ªgenes. Recuper¨® el gusto por el juego libertario que ha adornado sus ¨²ltimas d¨¦cadas y puso de nuevo a los alemanes al borde del precipicio. No sac¨® provecho por culpa de Kim Nielsen, un ¨¢rbitro dan¨¦s que le birl¨® un descarado penalti de Nowotny a Illie. En la tercera gran decisi¨®n arbitral del campeonato, de nuevo el gigante sali¨® beneficiado.
Sin Linke sobre el campo, Alemania respir¨® mejor en el segundo tiempo. Tampoco ofreci¨® nada interesante, pero al menos cerr¨® mejor las toperas en el ¨¢rea de Kahn. Matth?us se colg¨® de su viejo colega Hagi y el encuentro qued¨® encorsetado en el centro del campo. Pero tambi¨¦n en esta fase los rumanos fueron mejores. Por clase y decisi¨®n. Como mostraron en la jugada que de nuevo alter¨® el pulso de Kahn. El alem¨¢n no pudo frenar del todo una carrera de Illie y la pelota lleg¨® suelta a Moldovan, que sin portero fall¨® hasta dos veces el remate. Como no pod¨ªa ser de otra manera Alemania s¨®lo emergi¨® con un cabezazo de Bierhoff. Un raqu¨ªtico repertorio para una selecci¨®n que juega tan mal como casi siempre, pero que aspirar¨¢ al t¨ªtulo como siempre. Por lo civil o por lo alem¨¢n, que todo vale en estos tiempos tan precarios.
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