La primera gran referencia
La actuaci¨®n de Zidane ante Dinamarca proclam¨® de nuevo su autoridad en el f¨²tbol
Zidane ha vuelto con todo su esplendor. Dos a?os despu¨¦s de consagrarse como el mejor jugador del Mundial 98, el jugador franc¨¦s es la gran referencia de la Eurocopa. Su actuaci¨®n frente a Dinamarca se ha interpretado como un mensaje, no s¨®lo de su categor¨ªa como futbolista , sino como portavoz de una raza que ha estado en peligro de extinci¨®n. Llam¨¦mosles como se quiera: the man in the hole, trescuartista, volante de enganche, hasta media punta, si por ello se entiende al jugador capaz de tirar el hilo entre el medio y la delantera. El mismo media punta detestado por Sacchi en un acceso de radicalidad que lo est¨¢ pagando muy caro el f¨²tbol italiano. "Media punta es igual a medio jugador", dijo Sacchi. Y de repente comenzaron a desaparecer de los equipos. Benito Floro propag¨® muy ufano la frase, pero sin demasiado ¨¦xito. Si alg¨²n pa¨ªs ha preservado al media punta es Espa?a, casi hasta el exceso. Porque en Espa?a todos los jugadores quieren ser medias punta. Lo que sucede es que muy pocos son integrales, como Zidane, jugador que todo lo ve, que hace que las cosas sucedan, que entra en el circuito del juego con un rigor admirable, que aclara el panorama con una facilidad que s¨®lo est¨¢ al alcance de los grandes.Hay quien asegura que antes exist¨ªan muchos Zidanes. Es probable. Pero eso no lo deval¨²a frente a la historia. Todo lo contrario. Lo agiganta. Nada m¨¢s admirable que su resistencia a perecer en un f¨²tbol que se negaba a aceptar a jugadores como ¨¦l. Al fin y al cabo, Zidane marca pocos goles y no es un fiera en el cap¨ªtulo defensivo. Mientras la Liga italiana se vaciaba de esta clase de jugadores -Zola tuvo que emigrar a la Liga inglesa y Baggio cay¨® en desgracia hace varios a?os-, Zidane ha mantenido la antorcha del diez de toda la vida contra viento y marea. Es ahora, cuando los italianos se preguntan por la decepcionante temporada de sus equipos en Europa, que la cr¨ªtica y los entrenadores comienzan a cuestionarse algunas teor¨ªas. Por eso se habla tanto en la prensa de la necesidad de buscar un fantasista, pero la cosa no resulta f¨¢cil. V¨ªctima de la depredaci¨®n, este tipo de jugador no es f¨¢cil de encontrar. A veces se adjudica el cartel a segundos delanteros, como Totti o incluso Del Piero. Son excelentes jugadores, pero no Zidanes. No les cabe el campo y el partido en la cabeza, no entienden el f¨²tbol desde la globalidad.
Tras su dura lucha por la supervivencia en Italia, donde m¨¢s de una vez se le ningune¨®, Zidane puede proclamar su autoridad en el f¨²tbol. Cada vez son m¨¢s los equipos que buscan un jugador de sus caracter¨ªsticas para enlazar con el mediocampo y la delantera. No extra?a, por tanto, el papel preponderante de Ver¨®n en el Lazio. Aunque Zidane es m¨¢s riguroso en su juego, m¨¢s ajustado al canon de lo que se pide en su posici¨®n, Ver¨®n cumple un papel muy parecido. Y ya se sabe que el factor imitaci¨®n funciona principalmente con los equipos ganadores. En contra de lo que ha manifestado Sacchi, no es cierto que todos los ¨²ltimos campeones han jugado sin volantes de enganche. Francia gan¨® el Mundial 98 con Zidane, el Ajax triunf¨® con el mejor Litmanen, el Madrid no duda en utilizar a Ra¨²l para esa funci¨®n y el Lazio de Ver¨®n acaba de ganar la Liga italiana. Son datos para los que pretenden leer las estad¨ªsticas de forma oblicua, para los que se dispon¨ªan a acabar con los Zidanes de este mundo. Por fortuna, el Zidane original ha resistido todos los ataques y ha salido triunfante del desaf¨ªo.
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