El ex gerente del Atl¨¦tico dice que "nada se mov¨ªa sin la autorizaci¨®n de Sierra"

El juicio contra Jes¨²s Gil y Gil y otros 11 acusados en la Audiencia de M¨¢laga por el supuesto desv¨ªo de fondos del Ayuntamiento de Marbella al Atl¨¦tico de Madrid entr¨® ayer en la fase del interrogatorio de testigos. El primero fue Luis Fernando Abad, gerente del Atl¨¦tico en la ¨¦poca en que presuntamente se firmaron los contratos de publicidad entre el club y Marbella. Abad se ratific¨® en la afirmaci¨®n que hizo en la instrucci¨®n de que en el club "nadie mov¨ªa un dedo sin que Jos¨¦ Luis Sierra lo autorizase".

La declaraci¨®n del ex gerente del Atl¨¦tico de Madrid choc¨® con las declaraciones de los 12 imputados, porque todos hab¨ªan negado o relativizado la importancia de la figura del ex abogado de Jes¨²s Gil dentro del club de f¨²tbol y su participaci¨®n en la redacci¨®n de los contratos. Sierra, que, pese a ser acusado ejerce como letrado su propia defensa, quiso matizar la afirmaci¨®n de Abad y le pregunt¨® si alguna vez le hab¨ªa visto dar instrucciones u ¨®rdenes a alguien del gabinete jur¨ªdico, y ¨¦ste respondi¨®: "He visto a los abogados consultarle a usted cosas, aunque siempre por tel¨¦fono". Sin embargo, a pesar de lo dilatado de la sesi¨®n, el tribunal s¨®lo tuvo tiempo de tomar declaraci¨®n a los dos primeros testigos del juicio. El resto de la ma?ana se consumi¨® en finalizar el interrogatorio de los acusados que a¨²n no hab¨ªan declarado: el ex presidente del Sevilla Luis Cuervas, el ex vicepresidente de este club de f¨²tbol Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, el ex consejero de la empresa de promociones deportivas Dorna Jos¨¦ Ram¨®n Guimaraens, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella, Juli¨¢n Mu?oz, y el auditor Pablo de Castro, acusado por el PSOE (que ejerce la acusaci¨®n popular en el caso) de un delito de falsificaci¨®n en documento oficial.

El fiscal centr¨® el interrogatorio de los ex directivos del Sevilla en la negociaci¨®n del traspaso del jugador Diego Pablo Simeone al Atl¨¦tico de Madrid, que se cerr¨® el 20 de julio de 1994. Dos d¨ªas despu¨¦s, el 22 de julio, el Sevilla firm¨® un contrato con el Ayuntamiento marbell¨ª para lucir en sus camisetas el logotipo de Marbella. El fiscal sostiene que ese contrato se utiliz¨® para pagar parte de los 465 millones que costaba el jugador.

Cuervas y Del Nido

Tanto Cuervas como Del Nido negaron rotundamente que ambas operaciones estuvieran vinculadas. "No existe absolutamente ninguna relaci¨®n entre ambos contratos", zanjaron. Tambi¨¦n insistieron en que la operaci¨®n de traspaso de Simeone se negoci¨® con Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn; y el contrato de publicidad con Marbella, con el alcalde, Jes¨²s Gil y Gil.

Cuervas explic¨® que la contrataci¨®n de la publicidad con Marbella se hizo porque "debido a la rivalidad que existe entre el Betis y el Sevilla, nuestro club no pod¨ªa permitir que el Betis, que jugaba en Segunda Divisi¨®n, tuviese publicidad en sus camisetas y nosotros no", y a?adi¨® que el traspaso de Simeone se pag¨® "parte en met¨¢lico, parte con letras de cambio y parte con la cesi¨®n al Sevilla del jugador Pedro".

Otra declaraci¨®n importante fue la del auditor Pablo de Castro, que reconoci¨® que los contratos de publicidad de 1991 y 1992 entre el club y Marbella no se contabilizaron hasta 1993, y que incluso en ese a?o llegaron despu¨¦s que el resto de los dem¨¢s documentos que el club le facilit¨® para realizar la auditor¨ªa.

De Castro justific¨® el comportamiento del club diciendo que "debido a la celeridad con la que se act¨²a en las empresas, es normal que este dato se aportara a ¨²ltima hora". Pero, preguntado por su propio abogado defensor, reconoci¨® que no era correcto que una empresa que firma un contrato por varios millones no lo haga constar en sus cuentas de ese a?o. "Se deber¨ªa haber reflejado aunque no se hubiese cobrado", dijo.

Por su parte, el ex consejero de la empresa de promociones deportivas Dorna Jos¨¦ Ram¨®n Guimaraens reconoci¨® que, en julio de 1992, la empresa hizo un pr¨¦stamo de 1.300 millones a Jes¨²s Gil -dinero que supuestamente ¨¦ste emple¨® para convertir el Atl¨¦tico de Madrid en sociedad an¨®nima y hacerse con la mayor¨ªa de las acciones-. Guimaraens, no obstante, neg¨® que ¨¦l mismo hubiera tenido relaci¨®n con dicho pr¨¦stamo.