Eslovenia paga toda una novatada
Yugoslavia neutraliz¨® en seis minutos los tres goles marcados por los eslovenos
En un partido tan rocambolesco como vibrante, Eslovenia pag¨® un alt¨ªsimo precio por su inexperiencia y escasez de recursos. Lo que estuvo a punto de ser una goleada hist¨®rica frente a su antiguo patr¨®n futbol¨ªstico, qued¨® reducido a un empate incre¨ªble. Imposible de escrutar si no es desde la inocencia suprema de un equipo, el esloveno, que dio vida a un rival, Yugoslavia, que durante una hora no hab¨ªa hecho lo m¨¢s m¨ªnimo por conectarse a la Eurocopa desde el primer d¨ªa. Le concedi¨® tanta cuerda que en seis minutos le remont¨® un 3-0 y lo que era un baile en toda regla acab¨® de forma disparatada, con los eslovenos tiritando.Sacudido de toda presi¨®n, el equipo esloveno, al que nadie exige m¨¢s que entrega y decoro, jug¨® con una fe y un entusiasmo encomiable. Todo lo contrario que el fl¨¢cido conjunto yugoslavo, donde varios de sus jugadores se quitaron del medio durante tres cuartas partes del partido. La tropa del viejo Boskov secund¨® a Mijatovic, que apenas ech¨® un vistazo a la jornada. Ni siquiera se le vio para arengar al grupo, como se le supone a un capit¨¢n de tanto rango. Lo mismo se puede decir de Jugovic, de cuya presencia s¨®lo dio fe la UEFA, en su cuartilla de alineaciones oficiales. Y, por supuesto, de Mijailovic. Qu¨¦ descaro el suyo. Al principio tap¨® su infinita desgana con un pu?ado de refriegas, luego regal¨® el tercer gol de Eslovenia y, al instante, se busc¨® la expulsi¨®n con un empe?o enorme. Sin nadie capaz de enchufarse al partido, los yugoslavos pasaron una tarde horrorosa frente a sus antiguos aliados, que pagaron una novatada de ¨®rdago.
No es que Eslovenia fuera un tapado, ni mucho menos. Al margen de su inmenso amor propio s¨®lo tiene a Zahovic, un futbolista de verdad. Con sabidur¨ªa para leer el juego corto y con pegada para el largo. Tambi¨¦n ofrece una llegada muy apreciable, como demostr¨® en los dos goles.
Los goles de Eslovenia reprodujeron fielmente el devenir del choque. La depresi¨®n yugoslava aliment¨® de forma extraordinaria el empuje del novato conjunto esloveno. Los chicos de Katanec mordieron cada pelota dividida. La tunda no fue a mayores porque su ingenuidad es may¨²scula.
La biso?ez eslovena qued¨® patente en el ¨²ltimo tramo del encuentro. Con tres goles a favor, un jugador m¨¢s y un rival congelado y cabizbajo, dos regalos de su defensa animaron con creces a Yugoslavia, que recibi¨® una invitaci¨®n inmerecida para sumarse al partido. Fue tal el c¨²mulo de errores de los eslovenos que diez de sus vecinos les igualaron un 3-0 en un periquete. As¨ª cerr¨® Eslovenia su compulsivo deb¨² entre la ¨¦lite. A buen seguro que tendr¨¢ un hueco para siempre en la memoria colectiva de la Eurocopa: como invitado de honor a una de las grandes remontadas de la historia del f¨²tbol y una de las novatadas m¨¢s sonadas.
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