Figo embellece a Portugal

"Un buen Figo nos dar¨¢ una buena selecci¨®n". Humberto Coelho, el seleccionador portugu¨¦s, no ha tenido nunca dudas sobre el peso del delantero azulgrana en su equipo, pese a las cr¨ªticas de quienes, como Franz Beckenbauer, miden la productividad de los atacantes por los tantos que marcan. "Figo sabe hacer de todo menos goles", pronostic¨® el presidente del Bayern M¨²nich antes del Portugal-Inglaterra. No deb¨ªa estar al corriente de la hoja de servicios del 7 del Barcelona y de Portugal, una zamarra hist¨®rica que Figo ha dignificado en unos tiempos en que para jugar a f¨²tbol vale cualquier n¨²mero. Ha cerrado la temporada con nueve goles en el campeonato espa?ol y cinco en la Liga de Campeones, guarismos que le han llevado a ser el mejor extranjero de la Liga espa?ola.Decisivo en los grandes partidos, Figo meti¨® un gol a Seaman que se recordar¨¢ toda la Eurocopa -"Bonito e importante, pero no va ser el ¨²ltimo", corrobor¨®-, y colgados a su zamarra y a la de Rui Costa -la sociedad que Cruyff imaginaba para el Bar?a la temporada de su adi¨®s- los portugueses alcanzaron un triunfo sonado que les pone en la senda del equipo de Chalana, Frasco y Pacheco, que en la Eurocopa de 1984 s¨®lo cedi¨® en semifinales ante la Francia de Platini, la misma que agujere¨® el viente de Arkonada en la final, o, sin ir m¨¢s lejos, en igual disposici¨®n que la selecci¨®n de la pasada edici¨®n del torneo, eliminada amargamente en cuartos por la Rep¨²blica Checa con un gol de Poborsky.

Camino del Bal¨®n de Oro

Figo mejora con cada partido y, a sus 27 a?os, compite para pasar de ser el quinto al mejor jugador del mundo. ?Va usted camino del Bal¨®n de Oro?, se le pregunt¨® a la salida del Philips Stadion de Eindhoven. "Vamos camino de los cuartos", respondi¨® el portugu¨¦s, siempre generoso. "No hay otro motivo para ser m¨¢s exigentes ni pensar que es nuestra ¨²ltima oportunidad para ganar el t¨ªtulo. Es una m¨¢s". Guarda su expresividad para los partidos, donde dice que se vuelve loco si no tiene la pelota.

Figo se ha ganado el reconocimiento de jugador determinante, y as¨ª se le trata sobre todo en Portugal, donde Coelho le da libertad de movimientos. Juega, al igual que Rui Costa, por donde quiere, de manera que su joroba aparece por todo el campo. Figo y Rui Costa se gustan y se buscan, tanto que frente a Inglaterra llegaron a combinar en 16 ocasiones, conectando tambi¨¦n con asiduidad con Joao Pinto. Rui Costa ya est¨¢ en Italia, en el Fiorentina, que se lo quit¨® al Barcelona por dinero. El calcio quiere ahora a Figo y las ofertas se multiplican: a los 5.500 millones del Milan ha seguido la respuesta del Lazio, que da 6.600 millones, por no citar al Manchester United, que quiere llev¨¢rselo a Old Trafford.

El portugu¨¦s admite que tiene ofertas y tomar¨¢ una decisi¨®n en cuanto tenga un interlocutor v¨¢lido en el Bar?a, tras las elecciones del 23 de julio. Desea quedarse en el Camp Nou, donde se siente querido, pero su contrato ha quedado desfasado, sobre todo respecto a jugadores que, como Litmanen, se cobraron la carta de libertad en la ficha. No est¨¢ entre los cinco mejor pagados y ni siquiera se sabe el valor de su cl¨¢usula de rescisi¨®n, pues a los 8.500 millones que se propagaron, N¨²?ez agreg¨® que para los clubes extranjeros val¨ªa 20.000. Puede que hoy sea el futbolista m¨¢s cotizado del mercado. No es casual. A su f¨²tbol laborioso y preciosista, presidido por el desborde, el centro, y todas las suertes del uno contra uno, ha a?adido goles como el que le hizo a Inglaterra.

En espera de decidir su futuro y receloso de que ya se le compare con Eusebio, Figo quiere llevar a Portugal al t¨ªtulo europeo. Ganadora de los Mundiales juveniles de 1989 y 1991, la selecci¨®n lusa aspira a ser la mejor entre las grandes.