Juglarescas
El talento de Mar G¨®mez, siempre precedido de su ¨¢cido sentido del humor, se puso de manifiesto desde sus primeros trabajos de debutante. De ello resulta una manera de hacer tangencial a la moda de la danza contempor¨¢nea m¨¢s en boga. Es indudable que posee instinto teatral y que elabora sus propuestas en profundidad.En este caso, la core¨®grafa se inspira en los c¨®micos del Siglo de Oro, en las comedias de enredo y en las situaciones esperp¨¦nticas que a veces est¨¢n en Lope de Vega, en Lope de Rueda y hasta en las sutiles iron¨ªas de Calder¨®n. Sobre un collage sonoro que no respeta ¨¦pocas (contiene hasta compases de El sombrero de tres picos, de Manuel de Falla), en el baile hay un din¨¢mico despliegue m¨ªmico cercano al teatro de la Comedia del Arte italiana, donde los actores son v¨ªctimas de sus propios enga?os y se?uelos; as¨ª tambi¨¦n hay alusiones danzadas a la morisca o moresca, a la zarabanda y a las bajas danzas. Los bailarines cumplen este dif¨ªcil cometido y se adaptan a un registro que les saca del baile hacia el cuadro teatral y pl¨¢stico. La escenograf¨ªa es ingeniosa y el vestuario imaginativo (hay hasta un tonelette con el que el bailar¨ªn se mueve en gallard¨ªa), colorista y con un cierto tono caricaturesco que no desentona en tal farsa. Hab¨ªa muy poco p¨²blico pero el que estaba, se divirti¨® y aplaudi¨® con calor a los artistas.
Compa?¨ªa Mar G¨®mez
Hay un p¨ªcaro en el corral. Direcci¨®n coreogr¨¢fica: Mar G¨®mez y Xavier Mart¨ªnez. Vestuario y escenograf¨ªa: Jaume Policarpo, Celia Sierras y Ximo Mu?oz. Centro Cultural de la Villa de Madrid. 13 de junio.
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