Esto no es Jauja

Vender humo est¨¢ muy bien y comprarlo tambi¨¦n, con una condici¨®n: Que todo el mundo sepa de qu¨¦ va la cosa. El president Zaplana est¨¢ dedic¨¢ndose en los ¨²ltimos d¨ªas a celebrar el quinto a?o de mandato al frente de la Generalitat (y el primero de esta segunda legislatura) con un estruendo que no conoce precedentes en los 18 a?os de historia de la instituci¨®n. Nos tememos que gran parte de lo que celebra es humo y lo peor es que los ciudadanos de buena fe pueden acabar enga?ados ante tal borrachera triunfalista. Comencemos por los grandes n¨²meros. Es evidente que la econom¨ªa valenciana est¨¢ creciendo. ?Desde cu¨¢ndo? Desde antes de tomar posesi¨®n el se?or Zaplana, porque afortunadamente el ciclo econ¨®mico valenciano est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s ligado al de los pa¨ªses de su entorno, gracias a la integraci¨®n econ¨®mica europea, y m¨¢s concretamente al ciclo espa?ol. Y la econom¨ªa espa?ola comenz¨® su recuperaci¨®n en 1994.Pero ?crece m¨¢s o menos que su entorno? De los cinco a?os de mandato del se?or Zaplana, en cuatro ha crecido por debajo y s¨®lo en uno -el a?o pasado- creci¨® 23 cent¨¦simas por encima de la media espa?ola, seg¨²n la ¨²nica instituci¨®n que ha proporcionado datos regionalizados por ahora, la FUNCAS. La tendencia no es, pues, muy halagadora. Menos a¨²n, si la medimos en t¨¦rminos de renta por habitante (que valora la calidad de vida). Aqu¨ª no hemos hecho m¨¢s que empeorar en los cinco a?os con relaci¨®n a Espa?a: en 1995 ten¨ªamos un nivel relativo de 102,3 y en 1999 hab¨ªamos bajado a 101,5, seg¨²n tambi¨¦n FUNCAS. Otras estad¨ªsticas, si bien no tan actualizadas, ensombrecen aun m¨¢s el panorama: por ejemplo, las del BBVA indican que nuestra renta per c¨¢pita est¨¢, por primera vez, por debajo de la media espa?ola.

Las cifras anteriores son claves para interpretar otras m¨¢s calientes, como las del mercado de trabajo. El empleo est¨¢ creciendo en toda Europa de manera decidida, pero muy desigualmente en el territorio. Las zonas en las que se ubican las actividades productivas din¨¢micas est¨¢n rozando el pleno empleo (un concepto, por cierto, bastante impreciso), al menos, pa¨ªses enteros tiene unos ¨ªndices de paro realmente bajos: Holanda, un 2,1%, Austria, un 3,3%, Reino Unido, Suecia y Dinamarca, un 5%. La Comunidad Valenciana, seg¨²n la EPA (los ¨²nicos datos comparables), ten¨ªa un ¨ªndice de paro del 12,4% en el primer trimestre de este a?o. Los comentarios sobran.

Porque, es evidente que se ha creado mucho empleo (a menor tasa, eso s¨ª, que diez a?os antes) y que se ha reducido mucho la tasa de paro (a mayor velocidad que diez a?os antes gracias a que la poblaci¨®n activa no ha crecido como entonces) pero de lanzar las campanas al vuelo nada de nada. Es verdad que en muchos municipios, ya sea porque tiene una gran presencia alguna actividad productiva muy din¨¢mica, como el azulejo, ya sea porque la gente ha emigrado, rozan el pleno empleo, pero ?qu¨¦ pasa en las ¨¢reas metropolitanas de Valencia y Alicante?

Para ir acerc¨¢ndonos a los niveles de ocupaci¨®n europeos, hay que crecer m¨¢s que Europa y hacerlo en escenarios estables que exigen cambios profundos. Por de pronto, un factor grave de desestabilizaci¨®n, el crecimiento de precios (en el caso de la vivienda, es sencillamente un esc¨¢ndalo), se est¨¢ escapando de las manos. Adem¨¢s, no se ha procedido a atajar en serio las causas del d¨¦ficit p¨²blico (y mucho menos en el caso de la Generalitat), m¨¢s all¨¢ de vender empresas p¨²blicas para paliar los n¨²meros rojos. Y, sobre todo, ?d¨®nde est¨¢n las pol¨ªticas en innovaci¨®n y conocimiento y en infraestructuras que pongan a nuestras empresas a buen recaudo en los procesos de globalizaci¨®n y aumento de la competencia actual?

En este ¨²ltimo campo es donde el gobierno Zaplana tiene m¨¢s responsabilidades y en donde vale la pena que valoremos el humo y la realidad. Hay tres ¨¢reas fundamentales en donde podemos objetivar estas responsabilidades: la de la innovaci¨®n tecnol¨®gica, la del capital humano y la de las infraestructuras. Tras cinco a?os de gobierno, la inversi¨®n valenciana en I+D (innovaci¨®n tecnol¨®gica y aplicaci¨®n a los procesos productivos) es de las m¨¢s bajas de Europa: s¨®lo un 0,6% del PIB, cuando la espa?ola es el 0,9% y la europea el 1,8%. De ese bajo porcentaje, m¨¢s de la mitad corresponde al esfuerzo de las universidades, a las que, por cierto, el se?or Zaplana y sus compa?eros de partido y gobierno no hacen m¨¢s que la vida imposible. En este orden de cosas, aunque no se cumpli¨® su programa electoral y no desapareci¨® el Impiva, ?qu¨¦ nivel de convicci¨®n se tiene para mantener y acrecentar la estrategia (impulsar la innovaci¨®n empresarial) que dio sentido a su nacimiento?

En cuanto al capital humano, todos los indicadores al uso denuncian la peor situaci¨®n valenciana en Espa?a. Esa situaci¨®n se explica, en parte, porque el tipo de crecimiento en las ¨²ltimas d¨¦cadas se basaba en actividades de tecnolog¨ªas nada complicadas y, por tanto, con una oferta abundante de puestos de trabajo no cualificados. Pero justamente, eso es lo que debe cambiar y con ello los requisitos de mayor formaci¨®n de los recursos humanos.

?D¨®nde est¨¢ el esfuerzo en inversiones educativas y de formaci¨®n? Las protestas en todos los niveles educativos son constantes, incluso entre los becarios de investigaci¨®n vinculados a las universidades, por los continuos recortes y malas asignaciones presupuestarias. Para acabarlo de arreglar, los j¨®venes que hacen el esfuerzo personal de alcanzar una alto grado de preparaci¨®n han de emigrar a Madrid o Barcelona porque aqu¨ª no encuentran un trabajo id¨®neo. El Servef, dise?ado para fomentar la formaci¨®n no reglada, a¨²n es s¨®lo unas siglas.

De las infraestructuras, el gobierno Zaplana vive de los aplazamientos. Desde el famoso AVE, propuesto ya por la Administraci¨®n socialista, que en cinco a?os ha avanzado s¨®lo como noticia de peri¨®dico (mientras tanto, se ha colado otro AVE menos perentorio, el de Valladolid) al eje viario por Arag¨®n o al ferroviario del eje mediterr¨¢neo, sin olvidarnos de los aeropuertos para los que los a?os parece que pasan en balde.

Ya sabemos que el gran logro del gobierno Zaplana han sido los ¨²ltimos 17 kil¨®metros de la autov¨ªa Madrid-Valencia. Es verdad, que el gran puerto transoce¨¢nico de Valencia ha continuado creciendo en capacidad y eficiencia, pero, ?qu¨¦ hay de las infraestructuras medioambientales, principalmente las del agua, o de la energ¨ªa o de las telecomunicaciones, que pueden limitar gravemente nuestro desarrollo? ?Por qu¨¦, por ejemplo, Worldcable, la empresa que plantea las grandes infraestructuras del cable en el mundo s¨®lo ha proyectado tres puertos de entrada en Espa?a: Madrid, Barcelona y Bilbao? ?Qu¨¦ dice Zaplana al respecto?

Jauja no existe, nunca ha existido y menos en los tiempos que corren. Aqu¨ª todo el mundo se espabila, echando mano de la imaginaci¨®n y del esfuerzo de cambio. Por la parte que le toca ?el se?or Zaplana y su gobierno, aparte de beneficiarse de la buena marcha de la econom¨ªa europea, est¨¢n poniendo de su parte lo que pueden para garantizar un futuro de crecimiento sostenible y estable? ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando llegue -que llegar¨¢- el per¨ªodo de las vacas flacas? ?Se est¨¢ trabajando en esa perspectiva? Algunos, modestamente, lo dudamos.

Vicent Soler es profesor de Estructura Econ¨®mica de la Universidad de Valencia.