Italia explota su f¨²tbol raqu¨ªtico

A pelotazo limpio y tras toda una noche tapada hasta las cejas, la selecci¨®n italiana se asom¨® ayer de forma virtual a los cuartos de final. S¨®lo una victoria de Suecia frente a Turqu¨ªa en su partido de hoy complicar¨ªa levemente la clasificaci¨®n del raqu¨ªtico equipo de Dino Zoff, que limita toda su apuesta a un f¨²tbol f¨ªsico y sider¨²rgico que de momento ha sabido rentabilizar con enorme acierto. Le falta calidad y explota lo que tiene: piller¨ªa y mucho plomo. En Bruselas, como en su estreno frente a los turcos, no dej¨® otra huella. Es un hueso para cualquiera, con recursos para negociar los resultados ante equipos de dudosa talla, pero con los apa?os justos para aventuras de mayor envergadura. Al menos por lo exhibido hasta la fecha.El planteamiento de los italianos es ciertamente retorcido. Como no tienen centrocampistas de calidad en todo el calcio han decidido poner una l¨ªnea de cinco. Y como abundan los buenos delanteros, pues s¨®lo dan carrete a dos. La realidad muestra que por m¨¢s que Italia eche le?a al centro del campo la falta de calidad es evidente. Nadie construye lo m¨¢s m¨ªnimo. La pelota jam¨¢s coge la direcci¨®n adecuada, su circulaci¨®n depende del rigor con que se choque y la decisi¨®n de cada cual para ir al rebote. Defienden con ocho, colgados del balc¨®n de su portero, y ninguno de ellos se da un respiro para pensar. Todo discurre de forma precipitada, a la carrera.

El f¨²tbol italiano, que lleva 18 a?os sin ganar un t¨ªtulo internacional, es extraordinariamente fatigoso. Los dos delanteros viven como ermita?os y buscarse la vida les resulta mareante. Todos los volantes son de corte defensivo y como no tienen un jugador de enganche est¨¢n obligados a descolgarse por la porter¨ªa rival de vez en cuando, con aceleraciones explosivas desde m¨¢s de 60 metros.

Si el marcador se le pone r¨¢pido de cara, como ocurri¨® ayer con el gol de Totti, el esfuerzo se multiplica, porque a¨²n se amontonan m¨¢s atr¨¢s. El tanto naci¨® de un soberano despiste de la defensa belga en el inicio de la jugada que aprovech¨® Maldini para irrumpir con toda la facilidad del mundo en el ¨¢rea rival, De Wilde le sac¨® un disparo complicad¨ªsimo y el rechace cay¨® a Inzaghi, que se estrell¨® de nuevo con el meta belga. La jugada acab¨® en una falta en la orilla derecha del ataque italiano que lanz¨® Albertini y cabece¨® Totti. Con el partido enfilado, Italia acentu¨® su talante hiperdefensivo y, pese al fort¨ªn instalado para cobijar a Toldo, ¨¦ste sufri¨® m¨¢s de la cuenta.

El f¨²tbol local, simplote y animoso, le puso en serios aprietos durante muchos tramos del encuentro. Con cinco en la media cancha y tres de ellos bien centrados -Conte, Albertini y Fiore- resulta que nadie fue capaz de parar a Wilmots, el volante llegador de B¨¦lgica. Un buen futbolista con la astucia suficiente como para descargar el juego cuando es preciso y colarse en el ¨¢rea contraria con decisi¨®n. ?l solo sac¨® los colores a los italianos, que no padecieron m¨¢s por la ramploner¨ªa general de los acompa?antes de Wilmots. Aun as¨ª, B¨¦lgica pudo remontar en varias jugadas, como el remate endiablado de Goor a la escuadra, en una jugada del propio Wilmots frente a Toldo, en un disparo envenenado de Staelens en el segundo tiempo, en una falta bien lanzada por Nilis...

Italia despreci¨® de tal forma la posesi¨®n (56% a favor de los belgas en el primer periodo) que dej¨® todo el protagonismo al enemigo. Los belgas metieron el diente a la defensa italiana por todos los costados, pero sus esperanzas se desvanecieron en la segunda andanada italiana en toda la noche. Tras una hora de encierro ante su porter¨ªa y castigando la pelota de mala manera, una jugada entre Inzaghi y Fiore fue culminada por ¨¦ste con un disparo seco y delicado que cogi¨® la rosca justa para sobrepasar a De Wilde. Un gol tan excelente como inmerecido, que maquill¨® la estrecha apuesta de Italia, una selecci¨®n bendecida por la fortuna en esta Eurocopa. Por otra parte nada nuevo: el f¨²tbol italiano en estado puro.