Bergkamp y el problema de ser anfitri¨®n

Santo y se?a de una brillante generaci¨®n de jugadores holandeses, el hier¨¢tico Dennis Bergkamp est¨¢ ante la ¨²ltima oportunidad de conseguir un t¨ªtulo internacional. Ha anunciado que dejar¨¢ la selecci¨®n al final del torneo. Era previsible, el lac¨®nico Dennis no tiene otra opci¨®n: ?C¨®mo desplazarse por tierra hasta el Mundial de 2002 en Jap¨®n y Corea? Como es sabido, el holand¨¦s tiene tal p¨¢nico a volar que incluye en sus contratos cl¨¢usulas que le eximen de hacerlo.A sus 31 a?os, el jugador del Arsenal asegura estar m¨¢s motivado que nunca. Pero las cosas no han empezado muy bien para el equipo tulip¨¢n, que se encontr¨® con una p¨ªrrica e inmerecida victoria frente a la Rep¨²blica Checa. "Avergonzado, as¨ª es como me sent¨ª al llegar al vestuario despu¨¦s de ganar con mucha fortuna a los checos, porque realmente ya hubiera sido mucha suerte haber logrado un empate". Dos d¨ªas despu¨¦s del partido inaugural de Holanda, Bergkamp se expres¨® con esta sinceridad en el diario brit¨¢nico The Guardian. El jugador tuvo extra?as sensaciones antes del choque. Por una vez, el g¨¦lido Bergkamp se puso nervioso. Le entr¨® un extra?o e inquietante cosquilleo. Tiene su explicaci¨®n: "Era nuestro primer partido oficial en dos a?os". Al no haber tenido que jugar la fase de clasificaci¨®n por ser uno de los pa¨ªses anfitriones, Holanda se encontr¨® sin ritmo de competici¨®n, sin la mentalidad suficiente para "afrontar el primer partido a vida o muerte en mucho tiempo".

En opini¨®n de Bergkamp ah¨ª estuvo la clave. Una teor¨ªa cuestionable, si se tiene en cuenta el ejemplo de Francia en el Mundial de 1998. Pero, al parecer, los holandeses son de otra pasta, precisan mayores incentivos. As¨ª, Bergkamp asegura "no tener mucho cari?o a los partidos amistosos". "Durante la temporada tu club es realmente mucho m¨¢s importante que tu pa¨ªs; es bueno estar concentrados todos juntos durante cinco o seis d¨ªas, pero en la mayor¨ªa de nuestros amistosos para preparar la Eurocopa nos junt¨¢bamos dos o tres d¨ªas y s¨®lo pens¨¢bamos en evitar una lesi¨®n". Los holandeses necesitan jugar con tensi¨®n. Bergkamp lo atribuye a la propia "naturaleza" del futbolista holand¨¦s, "que tiene un gran aprecio por los grandes torneos" y le cuesta conectarse a las citas de poco vuelo.

Un aspecto que quiz¨¢ tenga que ver con el aire de prepotencia que en ocasiones destila el conjunto de Frank Rijkaard. "La gente nos acusa de ser arrogantes, pero yo creo que en el mundo del f¨²tbol es una caracter¨ªstica particularmente positiva", razona Bergkamp, que apostilla: "Muchos de nosotros hemos sido conscientes desde muy peque?os de que podemos jugar muy bien y, por tanto, siempre debemos creer que somos el mejor equipo del mundo, que nadie puede batirnos".