Divisi¨®n entre los Verdes alemanes por el cierre de las centrales nucleares

El acuerdo para abandonar la energ¨ªa nuclear antes de 2021 alcanzado por el Gobierno alem¨¢n y las compa?¨ªas el¨¦ctricas en la madrugada de ayer ha dividido a los Verdes, que forman parte de la coalici¨®n de gobierno. Los ecologistas m¨¢s radicales creen que el plazo es excesivamente largo. Entretanto, crece el temor de que el d¨¦ficit energ¨¦tico sea suplido con importaciones de los pa¨ªses del Este, cuyas plantas at¨®micas son m¨¢s inseguras.

El acuerdo ha sido contestado desde los sectores m¨¢s radicales de los Verdes, partidarios de un plazo m¨¢ximo de 25 a?os para el cierre de las centrales. Estos plazos son meras estimaciones medias, calculadas desde la puesta en funcionamiento, ya que el criterio fundamental del acuerdo es la energ¨ªa que a¨²n puede ser producida por las nucleares en su conjunto, y que se combina con las cantidades m¨¢ximas que puede producir cada una. Para cada una de las 19 centrales alemanas se ha establecido un m¨¢ximo de electricidad (cantidades residuales de electricidad) que pueden producir desde el 1 de enero de 2000 hasta su cierre. Los permisos concluyen cuando se han superado las cantidades asignadas. Pero las el¨¦ctricas pueden reducir los plazos de una central y aumentar los de otra, seg¨²n criterios de racionalidad y rentabilidad.

En Alemania hay 19 centrales nucleares de distintas edades, que suministran un 30% de la energ¨ªa el¨¦ctrica del pa¨ªs. La m¨¢s antigua es la de Obrigheim, que entr¨® en funcionamiento en 1968 y para la que se ha acordado un plazo de hasta 2002. La de M¨¹lheim-K?rlich, que est¨¢ parada, no volver¨¢ a funcionar.

Ayer, el grupo verde del Bundestag (Parlamento Federal) vot¨® a favor del acuerdo, pero s¨®lo 22 de los 45 diputados del grupo estaban presentes. La cr¨ªtica de los sectores radicales de los Verdes se centra en la falta de una fecha para el cierre de la ¨²ltima central. El acuerdo ha sido criticado por la oposici¨®n democristiana, que acusa al Gobierno de oponerse a las nuevas tecnolog¨ªas y quiere hacer reversible la medida si gana las elecciones de 2002, e incluso amenaza con un recurso de inconstitucionalidad. Los Verdes celebrar¨¢n un congreso dentro de dos semanas para debatir la medida y su portavoz, Antje Radcke, ha anunciado que es partidaria de rechazar el acuerdo. Radcke cree que ninguna centra dejar¨¢ de funcionar esta legislatura.

Las consecuencias internacionales se derivan de la dificultad de Alemania de mantener la decisi¨®n en solitario. El ministro de Econom¨ªa, Werner M¨¹ller, que no est¨¢ afiliado a ning¨²n partido, reconoc¨ªa recientemente que el marco legal no permite evitar que los suministradores de electricidad, con contactos con Polonia, Rusia y otros pa¨ªses del este, den energ¨ªa de viejas centrales de carb¨®n o nucleares inseguras. M¨¹ller ha dicho que ve posibilidades de "impedirlo", pero no ha querido explicarlas. "De momento me lo reservo", ha dicho.

Por su parte, la ministra del medio Ambiente de Renania del Norte-Westfalia, B?rbel H?hn, se mostr¨® ayer partidaria de que las grandes naciones industriales europeas abandonen la energ¨ªa at¨®mica. Un portavoz precis¨® a esta corresponsal que las declaraciones de la ministra no quer¨ªan imponer a otros pa¨ªses la posici¨®n alemana, sino propiciar un debate europeo.