Mafias y leyes
El volumen de negocio mundial de las mafias parece haber superado ya los mil doscientos millones de millardos al a?o, es decir, casi ocho veces el presupuesto nacional de nuestro pa¨ªs. Drogas, armas y personas -estas ¨²ltimas a trav¨¦s de la prostituci¨®n y la inmigraci¨®n clandestina-, son la materia prima de ese lucrativo comercio, que ha hecho del blanqueo de dinero y de la econom¨ªa financiera sus instrumentos privilegiados. Los especialistas m¨¢s rigurosos -Bernasconi, Fabre, McLucas, de Maillard, Tanzi, Pieth, Cassani, Cartier-Bresson, Nelken etc.-, sostienen que los patrimonios mafiosos se han concentrado en el sector financiero y que ¨¦ste representa hoy m¨¢s del 60% de sus inversiones. La extraordinaria labilidad del ¨¢mbito de las finanzas, reforzada por el proceso globalizador, aumenta su opacidad y la dificultad de su control, y hace que la criminalidad organizada sea cada vez m¨¢s indistinguible, no ya de la ordinaria criminalidad econ¨®mica sino de muchas de las pr¨¢cticas financieras al uso que la evasi¨®n fiscal y la corrupci¨®n pol¨ªtica han generalizado y ennoblecido. Ah¨ª estan los para¨ªsos fiscales. ?Por qu¨¦ una gangrena tan devastadora no ha movilizado de verdad a los gobiernos?Sin hablar de que hoy las mafias son uno de los mayores factores de riesgo para la seguridad de los Estados. Pues en nuestras sociedades la secuencia crimen organizado/terrorismo forma un continuo cada d¨ªa m¨¢s compacto, no s¨®lo en sus objetivos y modalidades sino en sus acciones conjuntas, que en ocasiones revindican su com¨²n paternidad: atentados del Cartel de Medell¨ªn en Colombia a finales de los 80, de la Cosa Nostra en Italia en 1993, etc. Mafias rusas (Yaponchik, Solntsevskaya, Mogielevitch, Mazurska, Brandwain, Ta?wanchik), Triadas chinas (Nueva Virtud y Paz, 14 K, Federaci¨®n WO, Bambu unido, Banda de los cuatro Mares, Gran Circulo), Boryokudan japonesas (Yamaguchi, Sumiyoshi, Inagawa, etc.), los 19 carteles mexicanos de la droga, los viejos y los nuevos carteles colombianos, las mafias turcas, Cosa Nostra, Camorra, Ndrangheta, una espl¨¦ndida refloraci¨®n. Multiplicaci¨®n de las organizaciones y actividades mafiosas que corresponde a su identificaci¨®n con algunos de los valores/comportamientos m¨¢s determinantes de la contemporaneidad ¨²ltima: absoluta prioridad al grupo propio -familia, empresa, naci¨®n-, glorificaci¨®n del lucro, legitimidad de la violencia, incorporaci¨®n inmediata de las nuevas tecnolog¨ªas. Mafias que con la realidad virtual forman las dos columnas mayores del nuevo templo social.
Tanto desde el punto de vista policial -Interpol, Gafi, Celad, Pnucid- como jur¨ªdico -Convenios de las Naciones Unidas, del Consejo de Europa, Directiva de la UE, etc- nos hemos dotado de medios con los que combatir la mundializaci¨®n del crimen. Pero insuficientes. De ah¨ª que en todas las reuniones del G-8 a partir de la de Halifax (1995) sea ¨¦sta una cuesti¨®n recurrente, que sigue dejando por cubrir un hueco importante: la extradici¨®n. Figura regida por el Convenio Europeo de 1957, ratificado por Espa?a en 1982, que necesita adecuarse al contexto de la mundializaci¨®n. El presidente de la India en la ¨²ltima reuni¨®n de Interpol se comprometi¨® a impulsar un tratado universal de extradici¨®n. Hasta que ¨¦ste llegue o hasta que modifiquemos el Convenio europeo, continuaremos proveyendo de para¨ªsos a los mafiosos. Como sucede con los italianos en Espa?a, donde ni cabe pedirle a Amato que imponga a la justicia italiana que vuelva a juzgarlos, ni puede acusarse al fiscal general o a los miembros del Constitucional espa?ol de amedrentados, corruptos o incompetentes porque exijan para su extradici¨®n el compromiso de Italia de juzgarlos de nuevo. Por eso, si el Gobierno quiere poner fin ya a tan malsana situaci¨®n ?por qu¨¦ no expulsa como indeseables a un pa¨ªs con otra legislaci¨®n a los cerca de 2.000 criminales comprobados que est¨¢n echando ra¨ªces en Espa?a? ?sta es la prioridad expulsora y no la muy discutible de los inmigrantes. Aunque s¨®lo sea para que los mafiosos no acaben haciendo definitivamente suya la Costa del Sol.
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