La familia Asad cierra filas en torno al joven Bachar
ENVIADO ESPECIALLos miembros residentes en Siria de la familia Asad han cerrado filas en torno al sucesor, el joven Bachar, considerado ya el nuevo le¨®n de Damasco. Nunca la familia del ex presidente fallecido, Hafez, hab¨ªa aparecido tan unida y cohesionada en p¨²blico como en estos d¨ªas. Todos, con la excepci¨®n del d¨ªscolo t¨ªo Rifat, que se postula desde el exilio como reemplazo, bregan por un objetivo supremo: lograr para Siria una "transici¨®n suave y sin sobresaltos", impulsando para ello la candidatura de Bachar a la presidencia de la Rep¨²blica.
Un cerco de silencio rodea al clan de los Asad en Damasco. El dolor y la conmoci¨®n provocada por la muerte del patriarca los ha transformado, en los ¨²ltimos d¨ªas, en un grupo compacto a¨²n m¨¢s impenetrable. Pero los sutiles gestos captados durante las ceremonias oficiales y en las exequias f¨²nebres permiten asegurar que nada ni nadie ha conseguido desviarlos del minucioso plan que traz¨® hace meses el viejo le¨®n de Damasco, quien coopt¨® a su cuarto hijo Bachar como su ¨²nico sucesor a la presidencia de la Rep¨²blica y empez¨® a formarlo en las tareas del Estado.
El proceso de transici¨®n iniciado en torno a Bachar al Asad, de 34 a?os, un antiguo m¨¦dico oftalm¨®logo formado en las facultades de Damasco y Londres, se ha acelerado en los cuatro ¨²ltimos d¨ªas, convirtiendo al aspirante a la presidencia de Siria en un l¨ªder indiscutido, para lo que ha sido necesario, ante todo, dos modificaciones esc¨¦nicas: primero, modificar la Constituci¨®n -rebajando la edad del candidato presidencial establecido con anterioridad en los 40 a?os para ajustarla a su perfil- y, en segundo lugar, nombrarlo capit¨¢n general de unas poderosas Fuerzas Armadas formadas por m¨¢s de 300.000 hombres.
Todo este proceso se ha efectuado de manera "en¨¦rgica pero a la vez delicada, tratando de no herir sensibilidades, sobre todo en la fila de las milicias", aseguran los observadores diplom¨¢ticos en Damasco. Para ¨¦stos, el procedimiento de transici¨®n "se encuentra a¨²n en una fase inicial; no ha hecho m¨¢s que empezar", dicen, y "no quedar¨¢ definitivamente cerrado hasta dentro de unos seis meses".
En cualquier caso, todos coinciden en recalcar el papel decisivo que han tenido hasta ahora en la operaci¨®n algunos de los miembros del clan de los Asad.
Por encima de todos, Maher, de 31 a?os, el menor de los cinco hermanos Asad. En poco tiempo, se ha convertido en el m¨¢s importante asesor y colaborador del futuro presidente de la rep¨²blica. Las fotos y las im¨¢genes oficiales de los funerales parecen confirmarlo. El ¨²ltimo del clan, formado como todos ellos en el liceo de El Hurriet -que significa La Libertad-, el antiguo colegio laico franc¨¦s de Damasco, acab¨® estudiando ingenier¨ªa mec¨¢nica en la universidad de la capital.
La colaboraci¨®n y el apoyo que Maher est¨¢ dando a su hermano Bachar se complementa con las valiosas aportaciones de su cu?ado Asif Shawqat, uno de los responsables de los servicios secretos del Ej¨¦rcito, quien se encuentra plenamente integrado en el clan de los Asad, despu¨¦s de unas tormentosas relaciones provocadas por su pol¨¦mico casamiento con Buchra, la ¨²nica hija del fallecido presidente, a la que secuestr¨® hace cerca de 10 a?os despu¨¦s de que ¨¦ste abandonara a su anterior esposa e hijos.
Asif y Buchra, licenciada en Farmacia, vivieron durante unos a?os en Mosc¨², apartados de la pol¨ªtica de Damasco, para acabar reconcili¨¢ndose plenamente con el presidente Hafez en 1994, poco antes de la muerte inesperada en accidente del primog¨¦nito y hermano Bassel.
El papel de Asif Shawqat, el yerno rehabilitado, ha sido trascendente. ?l ha logrado, con el apoyo de Bahjat Suleim¨¢n, otro importante responsable de los servicios de espionaje sirio, convencer a los sectores m¨¢s reticentes y esc¨¦pticos del poder para que apoyaran la candidatura de Bachar el Asad, seg¨²n se asegura en medios bien informados de Damasco.
Sus gestiones han conseguido convertir al vicepresidente, Abdel Halim Haddam, en un firme aliado de la Operaci¨®n Bachar, neutralizando al mismo tiempo al antiguo jefe del Estado Mayor, Hikmat Shehabbi, un hombre cr¨ªtico que ha optado por retirarse con discreci¨®n del escenario y marchar provisionalmente a Estados Unidos.
El papel clave de Anissa
Todo esto sucede bajo la atenta mirada de Anissa Maklouf, la viuda de Hafez el Asad, miembro de otro poderoso clan alau¨ª del Kardaha natal de los Asad. Sus 40 a?os de matrimonio con el presidente y sus incansables actividades sociales al frente, entre otras, de la Federaci¨®n de Mujeres y de la Cruz Roja siria, le otorgan un indiscutible peso en el interior del grupo familiar, similar al que un d¨ªa tuvo Naissa, la abuela de la saga, casada con Al¨ª Slimani el Asad, un propietario rural de la regi¨®n de Lataquia, que trat¨® infructuosamente de iniciar en la pol¨ªtica en los a?os 30, al padre de Hafez.
Para estos miembros del clan Asad, Bachar es el sucesor incuestionable, tal y como deseaba Hafez. Pero en su carrera imparable hacia la jefatura del Estado existe un solo dem¨¦rito: no estar casado. No es usual en el mundo ¨¢rabe que un joven de 34 a?os est¨¦ a¨²n soltero y no haya constituido su propia familia. Las relaciones sentimentales que en otra ¨¦poca le unieron con una compa?era de la facultad de Oftalmolog¨ªa de la Universidad de Damasco, hija de un catedr¨¢tico miembro de una familia de religi¨®n sunn¨ª, parecen archivadas.
Pero Bachar no es un hombre solitario. La refinada aristocracia capitalina ha sido testigo en los ¨²ltimos meses de las escapadas del delf¨ªn por los restaurantes de la ciudad, a los que sol¨ªa acudir siempre acompa?ado de hermosas muchachas.
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