Los proyectos privado y p¨²blico negocian un pacto de ¨²ltima hora en la carrera del genoma
'Science' y 'Nature', las dos grandes revistas cient¨ªficas, median entre Celera y el consorcio
Los dos grandes contrincantes en la carrera para obtener la lista completa de todos los genes humanos est¨¢n inmersos en una fren¨¦tica negociaci¨®n para evitar que existan vencedores y vencidos en esta batalla, que enfrenta a una empresa privada que cotiza en bolsa con un consorcio p¨²blico de investigadores de varios pa¨ªses. Tanto PE Celera Genomics como los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos han retrasado sus respectivos anuncios p¨²blicos, previstos para estas fechas, mientras las revistas cient¨ªficas m¨¢s importantes median para intentar el acuerdo.
En el resultado final de la carrera por ser el primero en lograr la secuencia completa del material gen¨¦tico humano se juegan muchas cosas, entre ellas el premio Nobel y el acceso a los datos obtenidos que permitan desarrollar nuevos tratamientos y medicamentos. Las informaciones aparecidas en los ¨²ltimos d¨ªas en algunos de los peri¨®dicos m¨¢s importantes de Estados Unidos indican que el ¨²ltimo y casi desesperado intento de mediaci¨®n est¨¢ siendo llevado personalmente por Floyd Bloom y Donald Kennedy, el editor anterior y el actual de la revista Science, donde se publicar¨ªa el grueso de los resultados. La revista Nature, su principal competidora, tambi¨¦n est¨¢ jugando un papel en las negociaciones entre los dos rivales, ya que ha llegado a un acuerdo en principio para publicar tambi¨¦n resultados, lo que puede influir en el resultado final.Un portavoz de Science record¨® ayer a EL PAIS que la revista no comenta nada relacionado con futuras publicaciones, y asegur¨® que no conocer¨¢n con antelaci¨®n la fecha y circunstancias de los anuncios, en los que la revista no est¨¢, por otra parte, directamente implicada.
Secretismo
El secretismo rodea las negociaciones, que han fracasado en rondas anteriores. Los principales actores se han negado a hacer declaraciones, incluso a trav¨¦s de portavoces. S¨®lo Bloom ha hablado, para decir que el objetivo principal es facilitar el acceso a los datos a la comunidad cient¨ªfica. Pero ahora ya no queda apenas tiempo para maniobrar. Tanto Craig Venter, director de Celera, como Francis Collins, director del Instituto del Genoma Humano en el NIH anunciaron hace ya varios meses que tendr¨ªan listos sus respectivos genomas en junio.
Venter asegur¨® que su genoma ser¨ªa el bueno, pr¨¢cticamente el definitivo, mientras que el NIH se limit¨® a anunciar un primer borrador del genoma completo.En ambos proyectos se han producido ligeros retrasos, seg¨²n fuentes del sector, ya que ninguno de ellos quiere presentar datos de los que no est¨¦ seguro, lo que obliga a revisarlos varias veces, pero se cree que Celera termin¨® el ensamblaje de sus datos hace ya dos semanas.
La revista Business Week dedic¨® a la carrera del genoma su portada el pasado lunes, con la idea todav¨ªa de que el anuncio se producir¨ªa esta semana. El diario Los Angeles Times fue el primero que al destapar, el mi¨¦rcoles, las negociaciones, proporcion¨® el primer indicio de que el anuncio se iba a retrasar. Esta informaci¨®n fue recogida y ampliada por The Wall Street Journal al d¨ªa siguiente. Ayer, el The Financial Times se aventuraba a se?alar el 26 de junio como la fecha de un anuncio conjunto de ambos proyectos, mientras que la publicaci¨®n de resultados se retrasar¨ªa a despu¨¦s del verano.
Como ha se?alado Bloom, el principal problema para la comunidad cient¨ªfica es el acceso a los datos, pero incluso si se llega a una tregua para el anuncio y la publicaci¨®n, la batalla no habr¨¢ terminado porque quedar¨¢n muchos flecos por negociar en el futuro.
Un acuerdo implicar¨ªa reconciliar intereses opuestos, el de Celera, que quiere proteger la inversi¨®n que ha hecho cobrando de alguna forma la informaci¨®n generada, y el del resto de la comunidad cient¨ªfica p¨²blica, que desea acceso libre y cree que tiene derecho a ella porque Venter ha utilizado datos p¨²blicos para completar su genoma.
Accionistas y premios Nobel
A Craig Venter probablemente le importe mucho m¨¢s el premio Nobel que ve a la vuelta de la esquina que los intereses de sus accionistas, pero su principal preocupaci¨®n ahora mismo es proteger estos intereses. Mientras tanto, la potente comunidad cient¨ªfica de Estados Unidos est¨¢ espantada por la imagen que la batalla por el genoma est¨¢ dando de la ciencia y presiona fuertemente -consigui¨® incluso una declaraci¨®n pol¨ªtica del presidente Clinton y el primer ministro Blair el pasado mes de marzo en favor del acceso p¨²blico a los datos-.En la actual y definitiva ronda de negociaciones se discute no s¨®lo este acceso, sino tambi¨¦n c¨®mo va a quedar para la historia el descubrimiento del genoma. Lo m¨¢s importante no es el anuncio, sino el tiempo y la forma en que se van a publicar los resultados de la investigaci¨®n, lo que explica el papel de las revistas cient¨ªficas, cooperadoras necesarias para dar legitimidad a estos datos. Los investigadores p¨²blicos van poniendo sus resultados a medida que los obtienen en un banco de datos accesible a trav¨¦s de Internet, y estos datos han sido utilizados por la otra parte -Venter y su empresa- para completar su versi¨®n del genoma. Un posible compromiso es que los dos genomas -el p¨²blico y el privado- se publiquen de forma separada pero simult¨¢nea, y que Venter reconozca en su art¨ªculo la participaci¨®n del consorcio p¨²blico. Y Venter ha llegado ya a ofrecer acceso pr¨¢cticamente libre a la comunidad cient¨ªfica, pero controlada a trav¨¦s de su propia base de datos.
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