John Daly, una vieja gloria que dijo adi¨®s al torneo
Dec¨ªa Sergio Garc¨ªa antes de comenzar el Open de EEUU que su madre se hab¨ªa quedado asombrada por "la incre¨ªble belleza" de Pebble Beach. No fue una reacci¨®n inusual. Con sus densos bosques y las playas, las monta?as, el mar que lo rodean, Pebble Beach es un campo que a¨²n gente sin el m¨¢s m¨ªnimo conocimiento del golf visita por puro inter¨¦s tur¨ªstico.Pero el asombro de la se?ora Garc¨ªa no fue nada comparado con el de la pobre gaviota que tuvo la mala suerte de dar con una bola que su hijo peg¨® durante la segunda vuelta de este Open. Si el Ni?o lo hubiera hecho adrede, pasar¨ªa a la historia como el golpe m¨¢s extraordinario desde que se invent¨® el golf. Lamentablemente el resultado fue que la bola se desvi¨® 60 metros de la trayectoria deseada. Sergio, al menos, se recuper¨®. Acab¨® su recorrido, uno de los mejores que se vieron el viernes, en par.
De las muchas v¨ªctimas que ha cobrado Pebble Beach, la gaviota fue la primera que no volver¨¢ a ver la luz del d¨ªa. Entre los seres humanos que m¨¢s han sufrido esta semana en el campo m¨¢s famoso de California el primero en la lista ser¨ªa el estadounidense John Daly. El rubio con el drive m¨¢s potente del mundo, y la debilidad m¨¢s grande de todos los jugadores profesionales por el alcohol, concluy¨® el hoyo 17 en la primera vuelta el jueves todav¨ªa en condiciones de acabar el torneo entre los primeros. Iba dos por encima de par. Pero no sab¨ªa lo que le esperaba. El primer drive en el 18, uno de los m¨¢s espectaculares que existen, se fue al mar. El segundo tambi¨¦n. Y el tercero. La cuarta vez opt¨® por un hierro y no fall¨®. Pero el noveno golpe acab¨® en las rocas, a la izquierda del green. Daly hizo 14 golpes en el 18, nueve por encima de par, sumando un total para el recorrido de 83.
Humillado, destrozado, con una botella de whisky el ¨²nico consuelo posible, se retir¨® del torneo. No se sab¨¦ si Daly llor¨® pero cuando Jack Nicklaus acab¨® su segunda vuelta el viernes con un 82 no pudo reprimir las l¨¢grimas. No porque hab¨ªa jugado mal, aunque s¨ª estaba decepcionado por su actuaci¨®n, sino porque despu¨¦s de haber competido en este Open durante 44 a?os seguidos ¨¦sta ser¨ªa la ¨²ltima vez.
La ovaci¨®n que recibi¨® del p¨²blico resultar¨¢ ser, sin duda, la m¨¢s grande que se oir¨¢ en Pebble Beach durante este torneo. A sus 60 a?os no es lo que fue en sus d¨ªas de gloria. Pero con sus 20 victorias acumuladas en torneos de Grand Slam todos reconocen que en la historia del golf nunca ha habido un mejor jugador.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.