Ultrajante

S¨ª. No se sabe qu¨¦ es m¨¢s ultrajante, si que un grupito de patriotas aburridos de la m¨¢s resentida estirpe fascista ponga una "bombita" en el local donde habitualmente se re¨²ne la gente m¨¢s o menos libertaria, con riesgo muy probable de desencadenar una tragedia al quemarse un edificio, o m¨¢s ultrajante a¨²n que la prensa dem¨®crata califique el citado local como cobijo de grupos de "ultraizquierda", con lo cual todo queda como un ajuste de cuentas entre ultras de uno y otro bando. Una an¨¦cdota m¨¢s o menos violenta entre mafias marginales.Claro, que esto se explica cuando aquello que, con buena tradici¨®n y mejor voluntad, se llamaba izquierda ha pasado a ser -ya desde hace tiempo- un descafeinado totum revolutum de los dem¨®cratas entretenidos en el reparto de la tarta democr¨¢tica; cualquier cosa que acontezca fuera de este marco est¨¢ condenada a no ser otra cosa que noticia m¨¢s o menos truculenta y anecd¨®tica de apa?os caseros entre bandas de similar car¨¢cter extremo de uno o de otro signo.

Con este tratamiento malintencionadamente reductor todo queda desactivado y, c¨®mo no, aprovechado para lo ¨²nico que parece importar: llenar el imparable vertido de la informaci¨®n sin que nada quede alterado. Quiz¨¢ ya no quede m¨¢s izquierda que los de abajo, esa gente indefinida todav¨ªa no domesticada, a la que se intenta destruir tambi¨¦n por clasificaci¨®n y etiquetado, a la que tan despreciativamente ellos llaman ultraizquierda.- Eloy Mart¨ªn. Fundaci¨®n Aurora Intermitente. Madrid.