Schumacher rompe moldes

Michael Schumacher peg¨® dos veces en el Gran Premio de Canad¨¢ de f¨®rmula 1. No s¨®lo consigui¨® aumentar de forma sustancial su ventaja al frente de la clasificaci¨®n del Mundial (ahora le lleva ya 22 puntos a David Coulthard), sino que volvi¨® a romper moldes y gan¨® su quinta carrera del a?o tras haber sido el piloto m¨¢s r¨¢pido en los entrenamientos. Esa situaci¨®n, aparentemente tan natural, no se produc¨ªa desde el 17 de agosto de 1999, en el Gran Premio de Hungr¨ªa. Desde entonces se han disputado 12 grandes premios, en los que nunca se ha impuesto en la carrera quien ha ocupado la pole-position. Para Ferrari volvi¨® a ser un d¨ªa grande, puesto que la segunda posici¨®n de Rubens Barrichello le permiti¨® realizar el segundo doblete del a?o. Al podio subi¨® tambi¨¦n Giancarlo Fisichella (Benetton).La de Canad¨¢ fue una prueba at¨ªpica, marcada por algunos adelantamientos brillantes, pero b¨¢sicamente por la lluvia que apareci¨® superada la mitad de la carrera. Fue un gran premio animado de forma especial por el piloto espa?ol Pedro Mart¨ªnez de la Rosa, que lleg¨® a ocupar la quinta posici¨®n pero que, como ha ocurrido otras veces, acab¨® fuera de la pista. No fue suya la culpa. Esta vez fue claramente perjudicado por el brasile?o Diniz (Sauber), que le cerr¨® el paso en una curva, le toc¨® y le ech¨® fuera de la pista, por lo que acab¨® con una rueda destrozada.

Sin embargo, esta circunstancia se produjo cuando faltaban 19 vueltas (de las 69 programadas) para la conclusi¨®n de la carrera. Hasta aquel momento, De la Rosa dej¨® muestras de la clase y la agresividad de su conducci¨®n. Realiz¨® un arranque espectacular que le permiti¨® ubicarse ya detr¨¢s de los mejores. Y ah¨ª se mantuvo luchando en la sexta posici¨®n, con Jacques Villeneuve (Bar), Rubens Barrichello (Ferrari) y Mika Hakkinen (McLaren Mercedes). El finland¨¦s acab¨® cuarto y sum¨® tres puntos, que no le permiten ni siquiera alcanzar a su compa?ero de equipo.

La carrera, sin embargo, comenz¨® a decidirse en la salida, cuando Michael Schumacher y David Coulthard pudieron adquirir una ventaja sustancial sobre el grupo perseguidor, frenado claramente por Villeneuve. Ah¨ª sufrieron especialmente Barrichello y Hakkinen. Pero esa circunstancia produjo uno de los momentos m¨¢s brillantes de la prueba, cuando finalmente -ya en la vuelta 24?- el brasile?o no soport¨® m¨¢s la situaci¨®n y decidi¨® adelantar al canadiense. Su duelo fue antol¨®gico, puesto que ninguno se rend¨ªa y debieron negociar en paralelo varias curvas antes de que el b¨®lido rojo superara al blanco.

Fue un adelantamiento doblemente productivo, puesto que con anterioridad Coulthard fue penalizado con 10 segundos por haber recibido ayuda de sus mec¨¢nicos en la l¨ªnea de salida, segundos antes de encenderse la luz verde. Ah¨ª comenz¨® a materializarse un doblete de Ferrari, que nadie ni nada pudo evitar. La aparici¨®n de la lluvia oblig¨® a cambiar estrategias, ofreci¨® sorpresas en boxes (los mec¨¢nicos de Ferrari no ten¨ªan neum¨¢ticos a punto cuando lleg¨® Barrichello, justo segundos despu¨¦s de Schumacher) y produjo salidas de pista de casi todo el mundo y choques ya en las ¨²ltimas vueltas entre Villeneuve, Ralf Schumacher, Coulthard y Wurz.

S¨®lo 16 coches acabaron clasificados. Pero ni De la Rosa ni Marc Gen¨¦ lograron ver la bandera a cuadros.