Gestos
El presidente andaluz removi¨® toda la oficina del Portavoz del Gobierno para localizarla y disculparse por tel¨¦fono. Al otro lado del auricular, una responsable malague?a de la asociaci¨®n de ni?os autistas. Tanto exigirle a los pol¨ªticos que empleen el estilo directo, descriptivo y con ejemplos comprensivos que Manuel Chaves opt¨® por escoger ese trastorno para advertir a los militantes del camino hacia el que no pod¨ªa desembocar su partido. Al mandatario auton¨®mico le lleg¨® el reproche en una carta al director por la gen¨¦rica costumbre de incorporar como peyorativos algunos t¨¦rminos m¨¦dicos y la desaz¨®n que su uso provoca en los familiares de los afectados. Y es que, en el fondo, las enfermedades ejercen una potente fascinaci¨®n, como todo lo desconocido, y, en cuanto el fragor dial¨¦ctico lo permite, pasamos de la incontinencia verbal a la diarrea mental.El lenguaje tiene sus reglas y hasta su edad. El concejal de Juventud, Javier Berlanga, alcanzar¨¢ los 40 en siete d¨ªas. El viernes estren¨® unos alcohol¨ªmetros para que soplen voluntariamente y conozcan sus efectos los que defienden la causa del botell¨®n de fin de semana. Para tranquilizar a las huestes de que tras los aparatos no se escond¨ªa el personal uniformado exclam¨®: "Nosotros no queremos saber nada de la polic¨ªa". Complicado esto de liderar oficialmente a los cuerpos del dance sin adoctrinarse antes con Leticia Sabater.
Francisco de la Torre es el sustituto. Sabe que carece del carisma de la ex alcaldesa de M¨¢laga, Celia Villalobos, pero cuenta con la ventaja de los largos de piscina que cada ma?ana recorre en un club privado. As¨ª puede citar en junio a las cinco de la tarde a una comitiva de periodistas y subir 13 plantas de un bloque de pisos sin que se le arruguen los dedos de agarrarse a las barandillas y comprobar que en la barriada de La Palma no hay propiedad horizontal que se le parezca para poner en marcha los ascensores, para desgracia de los vecinos m¨¢s ancianos que cumplen cuatro a?os atrapados en una ratonera aguardando a que la Ley llegue al primer escal¨®n. Ni la ministra sanitaria podr¨¢ evitar con su plan de choque la lista de operaciones populistas que nos esperan los tres pr¨®ximos a?os. Por eso, un camionero de 62 a?os le ha regalado un terreno a una asociaci¨®n de vecinos para que busque ahora en la Administraci¨®n los 400 millones que hacen falta para edificar una residencia de la tercera edad, con la condici¨®n de que se le reserve una plaza. Eso tambi¨¦n es conseguir un asilo, pol¨ªtico.
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