Ganar o ganar

Espa?a se mide esta tarde a Yugoslavia con una escaso margen de maniobra. Le conviene ganar o ganar, necesidad que obliga a pensar en un equipo con gente de car¨¢cter, capaz de sobreponerse a la tensi¨®n que sin duda oprime a los jugadores. Yugoslavia sale con una ventaja sustancial: le vale el empate para entrar en los cuartos de final. El perfil de los futbolistas yugoslavos acent¨²a la dificultad para los espa?oles, que se medir¨¢n con un equipo respetable por calidad y por veteran¨ªa. Y con el factor a?adido del exhaustivo conocimiento que tienen del f¨²tbol espa?ol. Djukic, Jokanovic y Milosevic militan en nuestra Liga. Mijatovic se hizo el cartel en el Valencia y en el Madrid, lo mismo que Kovacevic en la Real Sociedad. Y a la cabeza de todos ellos figura el veterano seleccionador Vujadin Boskov, de viejo recuerdo en el Madrid y en el Zaragoza. Tradicionalmente, Espa?a ha sido tierra de promisi¨®n para el f¨²tbol yugoslavo, de tal forma que el partido de hoy tiene un algo de familiaridad. De familia enfrentada, en este caso.Algunos datos observados en el entrenamiento de ayer obligan a pensar en nuevos cambios en el equipo. No hay certeza sobre los afectados. Se da por segura la titularidad de Sergi, jugador que no se caracteriza por su timidez. Tambi¨¦n le sobra experiencia despu¨¦s de dos Mundiales y una Eurocopa. Y por su velocidad puede resultar conveniente frente a un rival que ha perdido un punto de rapidez en los ¨²ltimos a?os. El nombre de Helguera aparece en los pron¨®sticos como compa?ero de Guardiola. Helguera ha triunfado en el Madrid como libre, especialmente en los partidos de la Copa de Europa. En el medio campo s¨®lo se le recuerda su actuaci¨®n estelar frente a Italia en el segundo partido de Camacho al frente de la selecci¨®n. A primera vista, Helguera oficiar¨ªa de complemento defensivo de Guardiola, lo cual no es necesariamente positivo. Guardiola necesita referencias por delante y alguien que se incorpore desde el medio campo a la media punta. Valer¨®n no lo ha hecho en ning¨²n momento del campeonato. Y no parece que Helguera sea el intr¨¦pido centrocampista que se filtre entre las l¨ªneas rivales. En todo caso, una buena colaboraci¨®n entre ambos ser¨¢ absolutamente decisiva para el buen destino de Espa?a en el partido.

Hay una sensaci¨®n de b¨²squeda por parte de Camacho. Quiere encontrar la luz en medio del clima de ansiedad que ha atacado a la selecci¨®n. El entrenador tambi¨¦n ha sentido el golpe de un gran torneo. Nada de lo que ha sucedido le resta cr¨¦dito por la excelente trayectoria anterior, pero da la impresi¨®n de que Camacho busca desesperadamente remedios para un equipo que ha decepcionado hasta el momento. No es la primera vez que un equipo remonta el vuelo en circunstancias cr¨ªticas, y que la crecida acaba de forma insospechada en ¨¦xitos como el de Italia en el Mundial 82, o el de Alemania en la Eurocopa 92, donde se bati¨® entre cr¨ªticas constantes. En las circunstancias actuales, lo m¨¢s deseable ser¨ªa que Camacho hubiera sido capaz de detectar los problemas que han llevado a la selecci¨®n a este delicado momento. Ser¨ªa una p¨¦sima noticia que las soluciones del t¨¦cnico no vinieran del an¨¢lisis, sino de la corazonada. Porque cuando esto ¨²ltimo sucede, generalmente los equipos est¨¢n abocados al fracaso.