Boskov ya conoce a 'Camachito'
El t¨¦cnico de Yugoslavia, que entren¨® al de Espa?a, intenta picarle con frases ir¨®nicas
El sol del balneario de Ostende, a 20 kil¨®metros de Brujas, y a unos 30 grados de calor, bronceaba la piel de los jugadores yugoslavos ayer al mediod¨ªa. Dos de los capitanes del equipo, Mijatovic y Mijailovic, secundaron al casi septuagenario entrenador, Vujadin Boskov por los pasillos de un hotel neocl¨¢sico. El sudor les ba?aba la frente. Boskov no estaba de muy buen humor, pero de vez en cuando lanzaba parrafadas mordaces. A sus 69 a?os (es el entrenador m¨¢s viejo del torneo) se ufan¨® de contar con una ventaja que los estrategas militares juzgan crucial antes del partido que hoy medir¨¢ a su selecci¨®n con Espa?a: Boskov conoce a su adversario. Boskov dice que sabe c¨®mo juega Espa?a. Y lo sabe tan bien, asegura, que ¨¦l mismo entren¨® a su seleccionador, Jos¨¦ Antonio Camacho, cuando dirig¨ªa al Real Madrid. Ese chico de ce?o fruncido y cara redonda a quien Boskov record¨® ayer con ternura p¨ªcara: "?Ah, mi Camachito!".Acosado por un sector de la prensa, que califica el juego yugoslavo de poco limpio frente a Noruega, Boskov se puso tenso ayer en la conferencia de prensa. La idea de la falta de honestidad en su plan para asegurar la ventaja de un gol en aquel partido rond¨® su cabeza incluso cuando habl¨® de su etapa de entrenador en Espa?a, en la d¨¦cada de los 80. "Es evidente que cuento con la ventaja de conocer bien a los espa?oles porque he trabajado all¨ª", explic¨® con irritaci¨®n. "He entrenado durante seis a?os en Espa?a y durante tres a?os al Madrid. All¨ª, Camacho era jugador m¨ªo y lo conozco muy bien. Somos amigos. Nos llamamos por tel¨¦fono de vez en cuando... pero ¨¦l jug¨® contra Noruega y no pudo ganar, ?eh?".
A la izquierda de Boskov se sent¨® Mijailovic. Sancionado contra Noruega, el central del Lazio volver¨¢ a ser titular despu¨¦s de hacerse expulsar de manera inexplicable en el primer partido. "Ser¨ªa una locura de mi parte no ponerle en la alineaci¨®n", se exalt¨® Boskov, mientras el jugador clavaba la mirada en el mantel de la mesa. Con aire enigm¨¢tico, durante media hora Mijailovic se dedic¨® a verter el agua de una jarra a las servilletas de papel que encontraba sobre la mesa. Las preguntas de la prensa iban y ven¨ªan pero al central del Lazio parec¨ªan importarle un bledo. O, acaso, estaba entregado a profundas cavilaciones. Ausente, provoc¨® un charco en el mantel. Luego revolvi¨® la pulpa de papel en un vaso y perdi¨® su mirada en el l¨ªquido blanco. S¨®lo interrumpi¨® la operaci¨®n para decir con tono amenazador que en la concentraci¨®n de Yugoslavia todos son "una familia". Mijatovic mir¨® con impaciencia a Mijailovic. "Aqu¨ª somos todos una familia, estamos todos muy unidos. Eso que dice la prensa yugoslava es mentira. Es mentira que nos hemos enfrentado al entrenador y que algunos de nosotros no nos hablamos".
Mijatovic, por su parte, reconoci¨® que no se encuentra al 100% de su capacidad f¨ªsica. "Como jugador soy el primero en ser consciente de que mi rendimiento no ha sido bueno en la ¨²ltima temporada ni en el inicio de este campeonato. Ahora debo cooperar con otros sectores del campo tambi¨¦n y eso me impide llegar con claridad a la porter¨ªa contraria. Sin embargo, creo que hemos progresado mucho en lo colectivo. En lo personal, espero estar al cien por cien cuando juguemos en cuartos de final. Durante mi ¨²ltimo a?o en el Fiorentina he tenido muchos problemas f¨ªsicos, pero estoy mejorando poco a poco".
La selecci¨®n de Yugoslavia va limando paulatinamente las tensiones desencadenadas entre sus descomunales egos. Al empate contra Eslovenia ha seguido una cierta mejor¨ªa an¨ªmica en un equipo que acusaba la apat¨ªa. "Hemos seguido un plan psicol¨®gico para recuperarnos", apunt¨® Boskov. Por lo dem¨¢s, y exceptuando el de Mijailovic, no habr¨¢ cambios en la alineaci¨®n ni en el dibujo de esta particular familia: defensa de cuatro en zona, dos mediocampistas de contenci¨®n (Jokanovic y Jugovic), un extremo por la izquierda (Drulovic), un volante experimentado con un gran pase por la derecha (Stojkovic), un segunda punta (Mijatovic) y un delantero centro (Milosevic).
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