El vicario cambia de sexo

Cuando ten¨ªa cinco a?os, Peter Stone so?aba con despertarse a la ma?ana siguiente convertido en una ni?a. Ahora, este sacerdote anglicano, de 46 a?os, despu¨¦s de dos matrimonios y con una hija adolescente, podr¨¢ ver su deseo convertido en realidad dentro de pocos meses. Una operaci¨®n y el correspondiente tratamiento hormonal le convertir¨¢n en la mujer que siempre ha sentido en su interior, y con un valor a?adido: su obispo y sus feligreses le apoyan y piensan saludarle como Carol en cuanto decida modificar su nombre.La odisea del reverendo Stone ha marcado tambi¨¦n un hito en la Iglesia de Inglaterra. ?l ser¨¢ el primer religioso en activo de la historia sometido a un cambio de sexo. Arropado por Barry Rogerson, el obispo de su di¨®cesis (Bristol), Stone ha decidido presentarse ahora en p¨²blico. Consciente de que sus palabras podr¨ªan molestar a muchos de sus parroquianos, ha hecho de la humildad y la determinaci¨®n su tarjeta de visita. "Nadie hace esto por placer o ligereza. Si tuviera otra opci¨®n, no estar¨ªa aqu¨ª hablando de mi cambio de sexo", ha dicho, siempre acompa?ado del prelado, su principal valedor hasta la fecha. "Me considerar¨¦ una persona afortunada en cuanto mi mente, mi cuerpo y mi coraz¨®n sean uno solo".

Ordenado en 1978, el reverendo Stone fue capell¨¢n y jefe de estudios religiosos en un colegio al principio de su carrera eclesi¨¢stica. Su primer matrimonio dur¨® siete a?os, pero nunca se atrevi¨® a discutir sus angustias con su esposa. Con la segunda convivi¨® 13 a?os y pudo abrirse algo m¨¢s al tema de la transexualidad. Tambi¨¦n tuvo un hija, que cuenta 18 a?os y est¨¢ a punto de presentarse a los ex¨¢menes que facultan la entrada a la universidad. "Mis dos ex esposas saben ahora de mis tribulaciones y cuento con su bendici¨®n. Mi hija tambi¨¦n se ha comportado de maravilla. Ahora tiene que examinarse y m¨¢s vale dejarla en paz", ha se?alado el sacerdote, haciendo un velado llamamiento a la prensa sensacionalista para que no invada la intimidad de la muchacha en un momento en que se juega su futuro acad¨¦mico.

Enzarzada en un profundo debate sobre la posibilidad de que los divorciados puedan contraer un nuevo matrimonio religioso, y temerosa de una eventual boda en el templo de su futuro jefe supremo, Carlos de Inglaterra, con Camilla Parker-Bowles, la Iglesia de Inglaterra ha acogido en este caso al sacerdote en apuros con aut¨¦ntico esp¨ªritu cristiano. "No hemos visto obst¨¢culos de ¨ªndole ¨¦tica o eclesi¨¢stica para impedirle al reverendo Stone que contin¨²e su labor pastoral. Se ha sometido a dos rigurosos ex¨¢menes psiqui¨¢tricos y tiene un problema de g¨¦nero que ser¨¢ resuelto en su momento. Cuenta adem¨¢s con el soporte de sus feligreses", ha subrayado el obispo de Bristol, Barry Rogerson, que no ha dejado solo al sacerdote ni un momento mientras se enfrentaba a la prensa.

Informada el pasado domingo de que el reverendo Peter ser¨ªa dentro de poco una mujer, la congregaci¨®n de la iglesia de San Felipe, en Swindon, dio su aprobaci¨®n por mayor¨ªa abrumadora. M¨¢s del 90% de los feligreses estuvo dispuesto a acompa?arle en el viaje m¨¢s importante de su vida.

Stone empezar¨¢ pronto a tomar hormonas para cambiar su aspecto y se someter¨¢ a una operaci¨®n a finales del verano. Como este tipo de transformaci¨®n es lenta, ha dicho que no vestir¨¢ prendas femeninas hasta que todo el proceso haya concluido. "Sin el apoyo de al menos dos tercios de la congregaci¨®n, no hubi¨¦ramos seguido adelante. Comprendo que haya gente incapaz de aceptar lo que va a suceder y nuestra decisi¨®n como prelado, pero no he perdido ni un minuto de sue?o despu¨¦s de decirle que era lo correcto", ha asegurado el obispo.

"Rogerson es un hombre muy compasivo. Siempre apoya a sus cl¨¦rigos y parece que todo el mundo est¨¢ contento. Pero la situaci¨®n es bien triste", ha dicho Malcolm Widdecombe, otro religioso de la di¨®cesis de Bristol. Hermano de la portavoz conservadora del Interior, Ann Widdecombe, su familia se hizo famosa durante la ordenaci¨®n de mujeres sacerdote cuando la diputada abraz¨® la religi¨®n cat¨®lica al no aceptar la presencia femenina en el altar.

A Peter Stone, el lamento del hermano de una de las pol¨ªticas m¨¢s preeminentes del pa¨ªs ha debido de sonarle a gloria. De todos modos, hay un detalle menos aireado que no olvidar¨¢ por lo espont¨¢neo: cuando los feligreses de San Felipe supieron que se convertir¨ªa en Carol, le aplaudieron puestos en pie para que no hubiera dudas de su aprecio.