Gritos y susurros
"Por la boca muere el pez", dice el refr¨¢n castellano. Para el caso que nos ocupa deber¨ªa combinarse su aplicaci¨®n con un dicho vasco: "Egia guztiak ez dira on erraiteko", no todas las verdades son buenas para ser dichas. Es muy posible que la pol¨ªtica seguida por el PNV desde el final de la tregua de ETA se haya hecho merecedora de los m¨¢s duros ep¨ªtetos, al pasar por alto los cr¨ªmenes de quienes mandan sobre sus aliados y mantener a pesar de todo, cuando EH/ HB se ha quitado la m¨¢scara, una estrategia basada en el pacto de Lizarra. Pero el pol¨ªtico ha de conservar el control de sus propias expresiones, y las utilizadas por Aznar en los d¨ªas que siguieron al atentado de Durango no s¨®lo han servido para que V¨¢zquez Montalb¨¢n nos ofreciera sus sublimes juegos de palabras sobre los esf¨ªnteres. De entrada, abren una salida de emergencia a Arzalluz para seguir vociferando y dando la espalda a la realidad, en cobertura de Egibar y de la permanencia de hecho en Lizarra. Por a?adidura, proporcionan una coartada a todos aquellos que desean rehuir su responsabilidad al enfocar la situaci¨®n vasca, refugi¨¢ndose en la ley de la equidistancia, tambi¨¦n llamada de Sol¨¦-Tura: PP y EH/ HB, extremos que todo lo arruinan en Euskadi. Y no son pocos dentro del PSOE y de la profesi¨®n period¨ªstica. A fin de cuentas, el siniestro chantaje de ETA, al perdonar la vida en uso de su generosidad a PNV y EA, mientras sean d¨®ciles, surte sus efectos, a¨²n cuando nadie reconozca que opina huyendo del tiro en la nuca.El error de Aznar ha provocado as¨ª un aislamiento del PP, cuando tras el asesinato del concejal Pedrosa hubiera cabido augurar un incremento de la solidaridad democr¨¢tica. A ella contribu¨ªan, adem¨¢s, las nobles reflexiones p¨²blicas antiterroristas de militantes y cargos del PNV, que nos recuerdan que ¨¦ste fue tambi¨¦n el partido de Jos¨¦ Antonio Aguirre, Manuel de Irujo y Francisco Javier Land¨¢buru. En este contexto, y partiendo de una total confusi¨®n en las posiciones de sus dirigentes, el PSE ha tomado la iniciativa de recuperar el di¨¢logo con el PNV. Nada permite detectar el fin de Lizarra por lo votado hace d¨ªas en el Parlamento vasco, porque ha sido como si se planteara una cita entre dos hombres para hablar de la boda de sus hijos, y ambos aprobar¨¢n la cita, pero rechazasen hablar de la boda. Es, no obstante, un comienzo, a sabiendas de que en el camino hay pedruscos tipo Egibar y que cualquier cambio de pol¨ªtica hacia la democracia lo har¨¢ el PNV con la m¨¢xima suavidad, sin reconocer los errores cometidos. De ah¨ª que sea preciso hilar fino, evitando pensar que se ha sacado al PNV de Lizarra cuando ello no es cierto y el PSOE resulte arrastrado hacia la fosa del "marco de decisi¨®n vasco".
Para empezar, resulta imprescindible romper para siempre con la red de eufemismos en que Lizarra nos tiene encerrados a todos, comentaristas incluidos. No hay una cosa llamada "territorialidad", sino un supuesto inaceptable de que la actual CAV, Navarra y lo que fueron distritos vascos del Departamento franc¨¦s de Pirineos atl¨¢nticos forman una unidad pol¨ªtica que hay que transferir de la ideolog¨ªa a las instituciones (Udalbiltza). ?Qu¨¦ es "soberan¨ªa", o "soberanismo" vasco? Algo por inventar e irrealizable: existen en cambio ejercicio de la autodeterminaci¨®n y objetivos de independencia, ?para qui¨¦n y c¨®mo? Suena muy bien lo de "marco vasco de decisi¨®n", pero hay que traducir al lenguaje constitucional que esto significa que los vascos -me temo que las autoridades abertzales vascas, contra los ciudadanos vascos- deciden el futuro pol¨ªtico -?de la CAV, con Navarra semienganchada, conquistando Bayona?- sin contar con, o previa renuncia de intervenci¨®n por parte de los organismos constitucionales en que hoy est¨¢n incluidos, ni siquiera para garantizar que el proceso no es lo que Arzalluz, Egibar y Otegi har¨ªan que fuera, a la vista del antecedente de la Asamblea de Municipios. Y todo lo anterior, a la sombra del terror de ETA convertida en verdadero garante de que todo va hacia donde tiene que ir. Cuando el lehendakari minoritario dice expresar los deseos democr¨¢ticos de los vascos, deber¨ªa aclarar los citados puntos, porque ¨¦l bien sabe que una cosa es la leve mayor¨ªa nacionalista en Euskadi y otra que s¨®lo una clara minor¨ªa de los ciudadanos vascos es partidaria de la independencia. Otra cosa, en fin, es que todos razonemos al dictado de las pistolas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.