Actitud e imagen

Buen regreso del cuarteto vigu¨¦s, que, atrincher¨¢ndose en el directo durante su incertidumbre discogr¨¢fica, retoma la actualidad con la edici¨®n de un cuarto disco, Bad taste. La imagen de Silvia sigue impecable, como una reina de la iconograf¨ªa punk-gore de muy buen ver, y su voz ha ido cogiendo solera para interpretar -osad¨ªa- los grandes cl¨¢sicos del g¨¦nero: God save the Queen, de los Sex Pistols; Sheena is a punkrocker, de The Ramones, y Hanging on the telephone, de Blondie. Incluso se atrevieron a pasar por la parrilla el¨¦ctrica del g¨¦nero el angelical Downtown, de Petula Clark. El sonido sigue resultando convincente, en¨¦rgico y sin ese tufillo a todo por la pasta del que suelen hacer gala los punks veteranos. Tambi¨¦n hubo una agradable sorpresa: dos canciones en castellano que no desmerec¨ªan en absoluto al resto. Los temas, Fui yo y 1.000 disparos, pueden ser una manera de salir de una rueda que gira sobre s¨ª misma. Al final de la actuaci¨®n, Silvia, en la apoteosis de su personaje, termin¨® haciendo literalmente la tragafuegos y cerrando con broche de llamas una excelente demostraci¨®n de punk con actitud e imagen.