"La historia es muy importante para dejarla en manos de historiadores"
Uno de los lemas de Garton Ash es que no se levante un tel¨®n de acero entre la historia y el periodismo. ?ste no deber¨ªa ser otra cosa que la historia de hoy. Por ello, intenta combinar en sus ensayos lo mejor de tres artes: el estudio, el periodismo y la literatura. Y lo consigue."La historia es demasiado importante como para dejarla en manos de los historiadores", bromea Garton Ash cuando se le pregunta por qu¨¦ eligi¨® el presente, y no el pasado, para hacer historia. La inmediatez que hoy ofrecen los medios de comunicaci¨®n y la movilidad del investigador hace absurdo esperar hasta el futuro para que alguien estudie nuestra era. "As¨ª ya no hay posibilidades de distorsi¨®n".
La f¨®rmula que ha elegido este escritor brit¨¢nico que ya consigui¨® un gran ¨¦xito con El expediente, un libro basado en el fichero que le hab¨ªa dedicado la Stasi, es poner rostro a la historia, sumar an¨¦cdotas con an¨¢lisis, mezclar las pasiones individuales de todos sus conocidos con los grandes titulares de la historia. Y con humor. Lo consigue espl¨¦ndidamente en el cap¨ªtulo sobre Rutenia, una peque?a zona entre Ucrania, Rumania, Hungr¨ªa y Eslovaquia donde un farmac¨®logo preside un Gobierno provisional en el hospital en que trabaja. Garton Ash describe con pulcritud, humor, pero tambi¨¦n respeto, la reivindicaci¨®n de una peque?a minor¨ªa cuyo nombre, dice, m¨¢s parece "salido de un libro de Tint¨ªn".
El libro de Garton Ash parece escrito por un hombre que va paseando de forma tranquila entre frontera y frontera y se para a tomar un caf¨¦ en las cocinas de sus protagonistas. No una vez, sino muchas, a lo largo de todos los acontecimientos que han transformado el continente en la ¨²ltima d¨¦cada. Describe con igual precisi¨®n a la vieja amiga que luchaba clandestinamente en Polonia y que hoy es gran accionista de Gazeta Wyborcza o al joven guerrillero kosovar que ya s¨®lo est¨¢ programado para decir grandes frases mientras otros sufren. La historia, en sus manos, es una gran historia.
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