Aznar evitar¨¢ hablar en p¨²blico sobre derechos humanos en China

Con 1.300 millones de habitantes y un crecimiento anual pr¨®ximo al 8% del PIB, China puede ser la primera potencia econ¨®mica del mundo a mediados del siglo XXI. As¨ª lo creen los asesores del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, quien hoy llega a Pek¨ªn con 200 empresarios para una visita de cinco d¨ªas con el objetivo expreso de abrir este colosal mercado a empresas espa?olas, por lo que Aznar no har¨¢ declaraciones sobre la situaci¨®n de los derechos humanos.

La intensificaci¨®n de las relaciones con China es una de las prioridades de la diplomacia espa?ola, seg¨²n destac¨® Aznar en su discurso de investidura y el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, en su primera comparecencia ante el Congreso. Espa?a mantuvo una actitud tibia ante los sucesos de Tiananmen, en 1989, y el hecho de ejercer entonces la presidencia de la UE le permiti¨® no retirar a su embajador en Pek¨ªn, como hicieron muchos de sus socios. Espa?a ha sido incapaz de capitalizar un gesto que no olvidan las autoridades chinas. Las relaciones econ¨®micas entre ambos pa¨ªses son modestas, pero deficitarias para Espa?a. El a?o pasado, las exportaciones no llegaron a los 500 millones de d¨®lares (unos 88.000 millones de pesetas), mientras que las importaciones ascendieron 650.000 millones.Aznar plantear¨¢ hoy mismo a su hom¨®logo chino, Zhu Rongji, la necesidad de que Pek¨ªn haga "un gesto" y adjudique a empresas espa?olas alguna gran obra p¨²blica. Fuentes de La Moncloa sostienen que la pol¨ªtica com¨²n de la UE hacia China obliga a plantear el asunto de los derechos humanos, as¨ª como el del T¨ªbet, en los contactos bilaterales, pero de forma reservada. Adem¨¢s, el Gobierno espa?ol considera "irreversible" el proceso de apertura del r¨¦gimen chino, se declara "satisfecho" de los progresos en derechos humanos y conf¨ªa en la promesa del presidente Jiang Zemin de instaurar un Estado de derecho en 2010.

El problema de la inmigraci¨®n ilegal tambi¨¦n ser¨¢ abordado en las conversaciones. La colonia china, unas 40.000 personas, crece r¨¢pido y el Gobierno quiere regular la devoluci¨®n de inmigrantes irregulares y endurecer la concesi¨®n de visados.