La polic¨ªa sospecha que el hijo del matrimonio asesinado en Sentmenat urdi¨® el crimen por dinero

La polic¨ªa sospecha que uno de los dos hijos varones de Miquel Berenguer, de 68 a?os, y Emilia Casagolda, de 71, torturados y asesinados el pasado viernes 16 en su mas¨ªa de Sentmenat (Barcelona), fue quien urdi¨® el plan para acabar con la vida de sus padres y que el m¨®vil fue el dinero.Seg¨²n la hip¨®tesis policial, este hijo no particip¨® en el acto del asesinato y se limit¨® a proponer el crimen a terceras personas. Para ello cont¨® supuestamente con la ayuda de otro familiar, Miguel. J. B., sobrino de la pareja, un joven con problemas relacionados con las drogas que hab¨ªa salido de prisi¨®n hac¨ªa poco tiempo.

El pasado jueves la polic¨ªa detuvo a cuatro personas en un piso de la calle de Robadors del barrio del Raval, de Barcelona, de las cuales dos mujeres ya han sido puestas en libertad sin cargos tras prestar declaraci¨®n. ?stas ser¨ªan las compa?eras de dos de los cuatro autores materiales del crimen. Al cierre de esta edici¨®n, la polic¨ªa esperaba poder llevar a cabo m¨¢s detenciones. Miguel J. B. se entreg¨® en comisar¨ªa y el hijo de los fallecidos fue detenido el viernes pasado. Tras las detenciones la polic¨ªa hall¨® en el estanque cercano a la urbanizaci¨®n los cuchillos con los que supuestamente se cometi¨® el doble crimen.

A la casa de la urbanizaci¨®n Can Vinyals, alejada del pueblo, se llega enfilando un tortuoso camino de tierra con muchos baches y bordeando un estanque. Los asesinos encontraron a la pareja cenando, les maniataron, les torturaron y les mataron.

Miquel y Emilia fueron asesinados supuestamente por cuatro hombres de entre 25 y 40 a?os, seg¨²n los describi¨® el taxista que les traslad¨® desde Barcelona a Sentmenat y que, junto a un cliente de un bar del pueblo en el que se tomaron unas copas mientras ultimaban algunos detalles antes de llevar a cabo el crimen, ha sido clave para identificar a los autores materiales del homicidio.

Los asesinos ataron a un ¨¢rbol al taxista en un bosque a cinco minutos de la casa, tras amenazarle con machetes y navajas. Una pareja de excursionistas lo encontr¨® y avis¨® a la polic¨ªa local. Seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, tras perpetrar el crimen, los asesinos volvieron al lugar donde hab¨ªan dejado al taxista. Al no hallarle, se deshicieron del taxi, arroj¨¢ndolo al estanque y huyeron con el Fiat Uno de las v¨ªctimas.

Cuando la polic¨ªa acudi¨® a la zona para intentar atrapar a los secuestradores del taxista, vio que en la casa del matrimonio las luces encendidas y las puertas abiertas de la casa del matrimonio. Entraron y hallaron los cad¨¢veres. Ning¨²n vecino oy¨® nada.

Objetivo prefijado

Los cuatro asesinos dejaron muchas huellas en los dos autom¨®viles que utilizaron. Desde el inicio, la investigaci¨®n apuntaba que un familiar o allegado ten¨ªa que estar implicado en el crimen. Dif¨ªcilmente el azar hubiera llevado a los delincuentes a la aislada casa del matrimonio, ni parec¨ªa que su objetivo fuera simplemente el robo. Ten¨ªan un objetivo prefijado y sab¨ªan perfectamente a donde se dirig¨ªan cuando cogieron un taxi en Barcelona a media tarde del viernes.

El hijo arrestado trabajaba junto a su hermano en Autocarretillas S.L., la empresa de mec¨¢nica que hab¨ªa levantado su padre. Seg¨²n algunos allegados al matrimonio asesinado, ¨¦ste no estaba muy contento de c¨®mo sus hijos llevaban el negocio y en alguna ocasi¨®n hab¨ªa hablado de desheredarlos. El matrimonio, que ten¨ªa una tercera hija, pose¨ªa un importante patrimonio que hab¨ªa acumulado a lo largo de a?os de trabajo.

Los tres hijos de la pareja asistieron al funeral de sus padres con los rostros desencajados y, aparentemente, muy afligidos por lo sucedido. En aquel momento nadie sospechaba que uno de ellos era supuestamente el instigador del crimen. El sobrino detenido, que seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n s¨®lo tuvo un papel secundario en el crimen, no acudi¨® a los funerales.

La tarde del mismo viernes en el que la pareja fue asesinada uno de los hijos estuvo en la casa. Esta misma semana uno de ellos solicit¨® poder entrar en la casa para recoger "algunas cosas" y agradeci¨® al Ayuntamiento de Sentmenat su colaboraci¨®n y sus condolencias.