Mallorca, el pl¨¢cido oasis de Cosa Nostra
Cala Llombarts, en el municipio de Santany¨ª, a 59 kil¨®metros de Palma de Mallorca, asoma a un pronunciado acantilado desde el que se divisa una de las vistas m¨¢s impactantes de la isla. S¨®lo 500 personas, ricos turistas suizos y alemanes, y unas docenas de mallorquines originarios del lugar, disfrutan permanentemente de este para¨ªso donde el tiempo parece haberse detenido para siempre.Giovanni Greco, de 44 a?os, su esposa ?ngela Ficano y sus hijos Salvatore, Antonella y Miguel, son una de las familias que conforman esta reducida y privilegiada comunidad, donde no hay tiendas, hoteles, bancos, chiringuitos de playa o cajeros autom¨¢ticos, s¨®lo un bar regentado por un matrimonio mallorqu¨ªn y un restaurante alem¨¢n.
El chal¨¦ de esta familia italiana, dos de cuyos tres hijos han nacido en Espa?a, se levanta a tiro de piedra del acantilado, ocupa una amplia parcela y no exhibe lujos externos. Es una casa discreta, como el resto de las que pueblan la cala, que no desentona con el entorno natural. El ¨²nico signo inquietante son las desproporcionadas fauces de un dogo que pasea por el jard¨ªn.
Junto a la puerta de los Greco, flanqueada por dos jarrones de flores y rodeada por una red de ca?a que impide ver el interior, est¨¢ aparcado un Peugeot 205. En el garaje hay un todo terreno. Son los discretos coches de Giovanni, un capo (jefe) de la Cosa Nostra, condenado en Italia a 27 a?os de c¨¢rcel por intento de homicidio y asociaci¨®n mafiosa, que ha encontrado en esta preciosa cala su refugio m¨¢s tranquilo y seguro.
El pasado d¨ªa 12, los Greco celebraron una fiesta ¨ªntima. El Tribunal Constitucional anul¨® la extradici¨®n de Giovanni a Italia, que antes hab¨ªa concedido la Audiencia Nacional. Giovanni, al que la prensa italiana bautiz¨® como el killer (asesino), pod¨ªa dormir tranquilo.
Nada amenaza ya su refugio mallorqu¨ªn. Nada, salvo sus enemigos de la propia Cosa Nostra que llevan busc¨¢ndole sin ¨¦xito desde hace 19 a?os. Giovanni, un hombre bajito, simp¨¢tico, de anchas espaldas y brazos corpulentos, es la prueba de que se puede resistir a los ataques de Tot¨® Ri¨ªna, hoy encarcelado, y a las iras de Bernardo Provenzano, el jefe de los jefes, fugado desde hace 30 a?os. Giovanni es el ¨²ltimo de los huidos del grupo de los "perdedores" que se enfrentaron al clan de los Corleone, localidad siciliana, que lideraba Ri¨ªna.
Greco pertenec¨ªa a la facci¨®n considerada "moderada" de Cosa Nostra y hostil a los m¨¦todos m¨¢s violentos de Ri¨ªna. Cuando los corleoneses empezaron la operaci¨®n limpieza, el grupo de Greco, encabezado por Stefano Bontade, Salvatore Contorno y Girolamo Teresi, se convirti¨® en la diana de sus metralletas. Ri¨ªna asesin¨® a Bontade y ocup¨® su sill¨®n como n¨²mero uno de Cosa Nostra. Giovanni Greco, que entonces frisaba los 22 a?os, desapareci¨® y organiz¨® el contraataque. Intent¨® asesinar a su primo Pino Greco, jefe militar del grupo rival. Y eligi¨® el d¨ªa de Navidad de 1982 para liquidarlo, pero el chaleco antibalas de su v¨ªctima arruin¨® su plan.
Desde el fallido atentado, la vida de Giovanni val¨ªa muy poco. Asesinaron a Salvatore, su padre, cuando beb¨ªa agua en la fuente de su pueblo. Mataron al hermano de ?ngela, su compa?era sentimental, y la pareja puso tierra de por medio. Primero Brasil, luego Ibiza y m¨¢s tarde Palma de Mallorca. Desde 1982, Espa?a se ha convertido en su refugio, al igual que para otros centenares de mafiosos italianos.
Giovanni tiene carisma en Cala Llombarts, sobre todo entre los j¨®venes mallorquines de este pueblo que le adoran. Con ellos sale a pescar calamares, organiza carreras de motos y cocina pizzas gigantes. Se hace llamar Franco y su mujer dice ser Francesca. "Aqu¨ª, nadie le va a hablar mal de ¨¦l. Son gente estupenda y muy amable. Se han ganado el afecto de la gente", dice la due?a del ¨²nico bar de la zona. "Es un l¨ªder entre los j¨®venes del lugar", asegura una turista jubilada.
A Greco no se le conoce actividad salvo sus frecuentes salidas al mar a pescar langostas y cigalas en el barco Tomalu, propiedad de un pescador que reside en la colonia de Sant Jordi. La nave tiene su amarre en el puerto Las Salinas, a 10 kil¨®metros de Cala Llombarts, y echa sus redes en las aguas de la isla de Cabrera. Giovanni estudia comprar un puesto de pescado en el mercado de Santany¨ª. El miembro de Cosa Nostra abri¨® hace a?os una oficina de cambio de divisas en Alcudia, localidad cercana a Puerto Pollen?a.
La hija de Giovanni asegura que su padre no est¨¢ en casa, pero cinco minutos despu¨¦s un hombre de extraordinario parecido f¨ªsico al italiano, montado en una motocicleta, aborda al coche del periodista y le pide que se identifique. Dice llamarse Roberto, asegura ser hermano del presunto mafioso y afirma que habla en su nombre: "Si a Giovanni le garantizaran un segundo juicio volver¨ªa a Italia y se entregar¨ªa. Todos los juicios que se celebraron contra ¨¦l fueron en ausencia. Nunca tuvo posibilidad de defenderse. Se enteraba en Espa?a por la prensa hasta que un d¨ªa se hart¨® y dej¨® de comprarla. Hemos venido aqu¨ª a vivir tranquilos".
?De qu¨¦ vive su hermano? Roberto, cuyo verdadero nombre es Giuseppe, responde: "En Ibiza ten¨ªa un barco de pesca. Aqu¨ª se dedica a lo mismo. La polic¨ªa pensaba que mi hermano sal¨ªa al mar a hacer la guerra, pero en realidad iba a pescar emperadores. Cuando tramitaban su extradici¨®n vino una juez italiana y le dijo: '?pero t¨² eres Greco?'. No se cre¨ªa que aquel hombre corriente, al que llamaban killer (asesino), era mi hermano".
Greco, condenado a 27 a?os de c¨¢rcel, no pisar¨¢ las c¨¢rceles italianas gracias a la reciente sentencia del Constitucional. Seguir¨¢ pescando emperadores en las aguas de Cala Llombarts.
Natale Rimi demanda al Estado italiano
Natale Rimi, de 59 a?os, siciliano, es otro perdedor de las sanguinarias guerras familiares de Cosa Nostra que ha encontrado en Espa?a una madriguera c¨¢lida y segura. Desde que recal¨® en Palma de Mallorca, hace dos d¨¦cadas, se ha ocultado bajo la identidad falsa de Davide Rizzi. Primero en Santa Pon?a, luego en Cala Mondrag¨®, Puerto de Alcudia, Inca y ahora en la urbanizaci¨®n Llenairi de Ca'n Cuarassa del Puerto de Pollen?a.El presunto mafioso, estatura media, barba de dos d¨ªas y piel curtida por el sol, conduce un peque?o utilitario y no oculta su sorpresa por la presencia del periodista en la puerta de su lujoso chal¨¦. Pero acepta hablar con EL PA?S: "No quiero ni o¨ªr hablar de Italia. Si los espa?oles quieren, soy espa?ol. Aqu¨ª nos quieren m¨¢s de lo que nos merecemos. Me abren las puertas en todos los lados". Por el jard¨ªn aparece su mujer y sus dos hijos, ambos nacidos en Espa?a. "De nuestra historia podr¨ªamos escribir un libro", dice su esposa.
Rimi, hijo de Vicenzo, uno de los capos de Cosa Nostra, fue condenado en rebeld¨ªa en Italia a ocho a?os de c¨¢rcel por asociaci¨®n mafiosa y delito fiscal. Se le atribuy¨® planificar un asesinato por orden de Gaetano Badalamendi, uno de los jefes de la Mafia, al que en 1978 atacaron familias rivales. La Audiencia Nacional ha denegado dos veces la extradici¨®n de Natale.
El italiano entra en la casa y regresa con una sentencia en su mano derecha. "Si me llegan a extraditar hubiera ido a la c¨¢rcel injustamente. Despu¨¦s de 20 a?os, un tribunal de Palermo ha aceptado mi recurso de casaci¨®n y me ha absuelto. Acabo de presentar una demanda contra el Estado y les pido ocho millones de pesetas de indemnizaci¨®n".
Rimi, que tiene negocios inmobiliarios y regent¨® una oficina de cambio en Alcudia, destaca que su acusador era un arrepentido. "Mire el caso de Andreotti y el del juez Carnevale. Les acusaron de ayudar a la Mafia y han sido absueltos. ?Qu¨¦ le parece?".
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