Los desheredados del deporte
Las especialidades menores compiten fuera de los campos contra la falta de financiaci¨®n y el olvido de las instituciones
A ellos les toca jugar en campos embarrados, marcharse a casa sin poderse duchar porque no hay agua en el vestuario, aprovechar las botas hasta que los agujeros de la suela se convierten en pozos sin fondo. Sus fichas apenas les dan para cubrir los gastos de desplazamiento. Pero a ilusi¨®n y a fe no les gana nadie, ni las estrellas del f¨²tbol. Ellos son los desheredados del deporte, pero tambi¨¦n los campeones de c¨®mo sobrevivir en el desierto de los olvidos.La campa?a iniciada por los chicos del waterpolo del Canoe, felizmente resuelta, ha abierto las puertas a otros equipos con situaciones m¨¢s comprometidas. En el Canoe, cerca del lugar donde se entrenan los waterpolistas, luchan por no desaparecer de la Primera Divisi¨®n las chicas del equipo de baloncesto, el club con m¨¢s tradici¨®n de la ciudad en la Liga femenina. Si no encuentran antes del 3 julio el dinero que necesitan para mantenerse en la categor¨ªa, Madrid se quedar¨¢ sin representaci¨®n, ya que el Alcal¨¢ y el Tres Cantos han descendido esta temporada por sus malos resultados.Ram¨®n M¨¢rquez, entrenador del Canoe de baloncesto durante los ¨²ltimos 11 a?os, se teme lo peor. De hecho, ¨¦l ya se ha buscado un futuro en otro sitio. El a?o pr¨®ximo dirigir¨¢ el Godella valenciano. Pero le siguen uniendo al Canoe muchos sentimientos. "El equipo de baloncesto femenino, siempre ha sido una instituci¨®n. De ¨¦l han salido muchas jugadoras de la selecci¨®n. Ha sido una de las canteras m¨¢s importantes de Espa?a. De hecho, el equipo siempre se ha nutrido de ella. El 80% de las jugadoras son formadas en la casa. Esta pol¨ªtica ha llevado al club a prescindir de las extranjeras, aunque, claro, tambi¨¦n ha influido en esta decisi¨®n la falta de presupuesto. Tener una jugadora de fuera cuesta mucho dinero: hay que pagar la casa, los billetes de avi¨®n... Y el Canoe es el equipo con menos presupuesto de la categor¨ªa", explica el t¨¦cnico.
Ram¨®n M¨¢rquez y el directivo responsable de la secci¨®n, Manuel Villafranca, han tenido que hacer muchas cuentas para llegar este a?o a final de temporada. "Nuestro presupuesto ha sido, m¨¢s o menos, de 15 millones. S¨®lo ha habido un par de chicas que cobraban 200.000 pesetas; el resto, entre 80.000 y 100.000", explica M¨¢rquez.
Ahora que han salido al aire los problemas del Canoe son muchos los equipos que se han acercado a ellas para intentar ficharlas. La primera en marcharse ser¨¢ Nieves Anula, que tambi¨¦n jugar¨¢ en el Godella, despu¨¦s de una brillante temporada que sell¨® con su participaci¨®n en el concurso de mates de la ACB, en el que se code¨® con los mejores jugadores masculinos del baloncesto nacional.
"El Canoe ha sido este a?o s¨¦ptimo en la Liga, despu¨¦s de una temporada con muchos avatares econ¨®micos. Lleg¨® un momento en el que el club anunci¨® que no se hac¨ªa responsable de los sueldos y durante mucho tiempo las chicas estuvieron jugando sin saber qu¨¦ iba a pasar", explica el entrenador.
Si el dinero no llega en los pr¨®ximos d¨ªas, el Canoe renunciar¨¢ a la categor¨ªa. Jugar en Segunda es m¨¢s barato; todos los equipos son de la Comunidad de Madrid, salvo dos de Valencia. "Y all¨ª se puede ir en autob¨²s, que es barato", dice el t¨¦cnico.
Los deportes de equipo son los que m¨¢s sufren la falta de financiaci¨®n. El balonmano es una de las pruebas m¨¢s elocuentes. Jos¨¦ Aguil¨¢, presidente de la Federaci¨®n Madrile?a de Balonmano, parece resignado a seguir viviendo en el olvido. "Este deporte no le interesa a las empresas patrocinadoras. ?sa es la realidad".
Madrid ha contado hist¨®ricamente con el equipo de balonmano del Atl¨¦tico en la Divisi¨®n de Honor. La llegada al club rojiblanco de Jes¨²s Gil acab¨® con esta secci¨®n. Gil la suprimi¨®, como hizo con todo lo que no fuera f¨²tbol profesional. El balonmano no era rentable, no daba dinero. Desde entonces, el Barcelona suma y suma t¨ªtulos por Espa?a y por Europa, y el Bidasoa de Ir¨²n crece cada d¨ªa m¨¢s.
"Ha habido t¨ªmidos intentos en el pasado de algunas empresas por retomar el proyecto de un equipo de balonmano, pero ninguno ha tenido ¨¦xito", explica Aguil¨¢. "Adem¨¢s, para qu¨¦ negarlo, en la Comunidad de Madrid no hay ese sentimiento nacionalista que ha ayudado a otros equipos espa?oles. Ellos, adem¨¢s del dinero de los patrocinadores, se han encontrado con el respaldo de las instituciones".
Madrid, ahora, no existe en el balonmano de primera categor¨ªa. "El mejor equipo que tenemos en la Comunidad es el de Alcobendas, que est¨¢ en Segunda Divisi¨®n y sobrevive gracias a la ayuda de una fundaci¨®n en la que participa el Ayuntamiento de la ciudad", se?ala el presidente.
Aguil¨¢ sostiene que la f¨®rmula ideal para sobrevivir en este tipo de especialidades deportivas debe ser: "Tener un patrocinador y no depender del dinero p¨²blico".
Las situaciones se vuelven m¨¢s esperp¨¦nticas conforme se desciende a deportes con menos inter¨¦s para los patrocinadores. En el voleibol hay episodios que demuestran sobradamente c¨®mo a veces hace falta mucha imaginaci¨®n y una voluntad de hierro para no tirar la toalla.
B¨¢rbara Fern¨¢ndez Echavarr¨ªa es la delegada del Universidad Complutense, antes Salesianos de Atocha, uno de los equipos con m¨¢s tradici¨®n en esta especialidad deportiva, que ahora milita en la Liga C. B¨¢rbara es una luchadora de los despachos, capaz de sacar dinero de debajo de las piedras. En su lucha diaria se ha topado con imponderables de todo tipo y situaciones que a veces han rayado en lo esperp¨¦ntico. "El a?o pasado fui a pedir una ayuda al IMD de 100.000 pesetas, pero nos la denegaron. Me dijeron que estaba fuera de plazo. El d¨ªa 1 de abril acababa, efectivamente, el periodo para pedir ayudas, pero nosotros, hasta el d¨ªa 26, no sab¨ªamos cu¨¢l iba a ser nuestra situaci¨®n deportiva, porque en esa fecha acababan los play offs".
Nadie se acord¨® del Universidad Complutense, y eso que a ellos los resultados deportivos les han acompa?ado. En los ¨²ltimos 10 a?os ha sido el ¨²nico equipo de Madrid que ha militado en la Primera Divisi¨®n. "La situaci¨®n se agrav¨® cuando pedimos un campo para jugar y desde las instituciones se nos ofreci¨® como soluci¨®n uno en Aranjuez. La propuesta era un disparate, porque nuestro equipo est¨¢ integrado por jugadores amateurs; muchos de ellos trabajan jornadas de ocho horas. ?C¨®mo ¨ªbamos a decirles que ten¨ªan que irse cada d¨ªa hasta all¨ª para entrenarse despu¨¦s de trabajar ocho horas?".
El Universidad Complutense tiene un presupuesto de 18 millones. B¨¢rbara Fern¨¢ndez Echavarr¨ªa tiene que hacer muchos c¨¢lculos para que las cuentas le salgan al final de la temporada. "No tenemos extranjeros. Tuvimos un americano el a?o pasado, que pudimos ficharle porque se qued¨® sin equipo, y al final no pudo jugar los play offs porque se lesion¨®. Nos movemos con muy poco dinero en comparaci¨®n con los 30 millones con que cuenta el Hospitalet o los 50 millones del Cartagena. No tenemos ayuda de nadie. Las instituciones nos dan la espalda. Por eso sentimos mucha envidia cuando vemos c¨®mo otros clubes cuentan con el respaldo de sus pol¨ªticos. El Numancia recibe la ayuda del Ayuntamiento, y en Vigo, el equipo est¨¢ financiado casi al cien por cien por el municipio", explica. "El problema que tenemos la gente del deporte en Madrid es que aqu¨ª no hay pol¨ªtica deportiva".
El t¨¦cnico Domingo Pozuelo, ahora segundo entrenador de la selecci¨®n nacional de voleibol, ha vivido de cerca c¨®mo el globo del equipo femenino de Alcorc¨®n se desinfl¨® con la misma rapidez con que se llen¨® de aire. El equipo que brill¨® en Europa, ahora milita en la Liga C, que equivale a una segunda categor¨ªa nacional. "Fue un problema m¨¢s pol¨ªtico que otra cosa. Hubo un momento en que todo el mundo nos apoyaba. Nuestros mejores a?os fueron a mediados de los noventa, hasta que a final de la temporada de 1998 descendimos de categor¨ªa. La ¨²nica ayuda que tuvimos de la Comunidad fueron 200.000 pesetas. El Ayuntamiento ha pasado de subvencionar al equipo con 16 millones a reducir esta cantidad a poco m¨¢s de dos millones".
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