Largas noches de caf¨¦ y Catovit

Muchos de los m¨¢s de 200.000 universitarios catalanes est¨¢n ahora en plena vor¨¢gine de ex¨¢menes. Los estudiantes invierten horas empollando en las bibliotecas, que han sustituido a la mesa del comedor de casa. Ahora prefieren reunirse en la biblioteca. Y las universidades se han adaptado a esta demanda ampliando sus horarios. Algunos de los universitarios optan por el horario nocturno: duermen de d¨ªa y por la noche, acampan en la biblioteca. La Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) tiene dos bibliotecas abiertas las 24 horas: la de Ciencias Sociales y la de Medicina, con 400 y 158 plazas respectivamente. Un domingo de junio, a las dos de la ma?ana, las dos plantas de la biblioteca de Sociales est¨¢n llenas.Jaume e Iv¨¢n son dos de los incondicionales. Estudian segundo de Historia y est¨¢n en pleno sprint final. Ambos cambian su horario: "Dormimos por el d¨ªa y luego venimos aqu¨ª a estudiar toda la noche, hasta las ocho de la ma?ana", coinciden. Se ha hecho un grupillo de fijos. Y se desmarcan de los diurnos. "Cuando llega la t¨ªpica ni?a con Chanel por las ma?anas te mueres", comenta Jaume, "por la noche es otro rollo".

Cada uno opta por su propia receta para no dormirse encima de los apuntes. Jaume recurre a caf¨¦s, la m¨¢s popular, pero a veces toma guaran¨¢ o t¨¦, que tambi¨¦n le despiertan. Los estudiantes hacen una pausa, la salida est¨¢ llena de quienes se han tomado la licencia de un cigarrillo. Torrente es una de las nocturnas m¨¢s misteriosas. "Hace seis a?os que est¨¢ en la biblioteca toda la noche y se enchufa a Internet. Sale y se fuma 10 cigarros, se come tres manzanas. Nunca estudia", explica Jaume. Dentro, siguen con sus apuntes sobre la mesa, botella de agua en mano. Es lo ¨²nico que est¨¢ permitido.

La biblioteca de la facultad de Ciencias Econ¨®micas y Empresariales de la Universidad de Barcelona (UB) s¨®lo cierra de 7 a 9 para hacer limpieza. El 7 de junio se contabilizaron 6.850 visitantes. Johnattan es uno de ellos. Hace una pausa. "Suelo venir por la tarde y hasta las cinco y media, entonces me voy a dormir hasta la una", explica este futuro psic¨®logo. Y a?ade: "Antes de venir cenamos en el Frankfurt". Situado frente a la Polit¨¦cnica (UPC) este cl¨¢sico de la comida r¨¢pida congrega a muchos estudiantes. Un bocata es la opci¨®n m¨¢s escogida para llenarse el est¨®mago antes de seguir digiriendo datos.

Johnnattan se toma dos Catovit. Dice que le ayuda mucho a concentrarse y a no dormirse. "Aqu¨ª todo el mundo toma", asegura. Durante tres semanas pasar¨¢ cada d¨ªa por el "centro de reuni¨®n". Y es que a la salida una centena de estudiantes fuman cigarrillos y charlan. Parece una zona de copas: griter¨ªo, motos y grupos que se forman. En el interior, silencio total. S¨®lo se oyen las hojas de los apuntes que pasan sin cesar, y el continuo movimiento de sillas de quienes han decidido salir fuera a hacer un descanso. Algunos se han puesto tapones para no o¨ªr ni un solo ruido.

A escasos 50 metros de la UB se encuentra la UPC, que cuenta con aulas de estudio abiertas hasta las cinco de la ma?ana. Dentro se respira un intenso olor a humo. Abundan las colillas y las latas, tras un d¨ªa de muchos problemas de c¨¢lculo y discusi¨®n.

La Biblioteca de la Universidad Pompeu Fabra de la Rambla tambi¨¦n es un sitio concurrido hasta la una, cuando cierra. Muchos hacen cola para coger un sitio, es la ¨²nica biblioteca universitaria del centro. En septiembre, las bibliotecas volver¨¢n a llenarse.