Verdad y mentira
El f¨²tbol es una apuesta de vida. Siendo hincha de f¨²tbol se ingresa en una bater¨ªa de aciertos y errores, venturas y desventuras, que no conoce aqu¨¦l que rehuye esta afici¨®n o no quiere asumirla. Asumir la afici¨®n al f¨²tbol es atarse a una dependencia seudoparvularia que conduce hacia un m¨¢s all¨¢. En determinados aspectos, esta adhesi¨®n puede parecerse a tener un hijo o haberse casado. Gracias a esa relaci¨®n se reciben satisfacciones suplementarias, pero tambi¨¦n, como algo indespegable, la probabilidad de enormes disgustos. Sin el f¨²tbol, muchas personas evitaron sufrir con la eliminaci¨®n de la selecci¨®n espa?ola en el partido de anteayer pero, inseparablemente, estos agraciados se privaron del gran j¨²bilo que compartimos los hinchas el mi¨¦rcoles. Una cosa por la otra, se dir¨¢. Pero no: el f¨²tbol es como una apuesta de vida y, en consecuencia, una adici¨®n de vida siempre. Un plus vital.Ahora nos sorprende la vida en un mal trance pero la adversidad es inexorablemente el principio de la felicidad, y si la existencia ense?a, poco a poco, a vivir serenamente, todav¨ªa m¨¢s instruyen las peripecias del f¨²tbol. Un veterano de esta afici¨®n llega a conocer incluso mejor el modo de afrontar la realidad mediante los resultados de los partidos que por la experiencia de otros avatares m¨¢s trascendentes. El vaiv¨¦n de los marcadores, la fortuna o el infortunio de los goles es un ¨¢lbum de alt¨ªsimas lecciones. Un individuo puede tratar de ignorar ciertos mensajes que emite a diario el hecho de existir, pero no es posible permanecer ajeno al proceso de un encuentro y al tanteo final donde se sintetiza todo. Para soportar un despecho amoroso, por ejemplo, se pueden crear innumerables explicaciones fant¨¢sticas, pero para afrontar el fallo de Ra¨²l no existe m¨¢s que una respuesta: el poder del destino. El f¨²bol ense?a a ser piadoso y humilde, a creer en el designio y en la predestinaci¨®n. El f¨²tbol brinda una informaci¨®n clara y rotunda, al alcance de todos los estatus, sobre el arte de gozar sufriendo en la tesitura de un partido o de sufrir sin encontrar consuelo en la resoluci¨®n negativa de un lance como el de Ra¨²l. El f¨²tbol es una enciclopedia de ilusiones delicadas, quebradizas, renovadas, reales o fant¨¢sticas. Y de ah¨ª obtiene su m¨¢s alto aprecio. Es como la vida misma, pero de mentira; es como la fantas¨ªa misma, pero absolutamente real.
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