Espa?a queda fuera de la carrera
Errores de estrategia y un precario nivelalejaron a la ciencia nacional del genoma
"Inapreciable". As¨ª describen destacados investigadores espa?oles el papel de Espa?a en el proyecto genoma humano. S¨ª hay grupos espa?oles que han identificado genes de enfermedades humanas, pero en el esfuerzo de descifrar las letras del genoma no ha habido sudor espa?ol. Para muchos es culpa de un claro error de estrategia cometido cuando el proyecto empez¨®, hace una d¨¦cada; para otros, algo inevitable dado el escaso potencial cient¨ªfico espa?ol de entonces. ?Y qu¨¦ depara el futuro? Optimistas y pesimistas empatan: unos creen que Espa?a a¨²n est¨¢ a tiempo de coger el tren de la revoluci¨®n econ¨®mico-gen¨®mica; otros, que el pa¨ªs no se librar¨¢ de pagar a precio de oro una tecnolog¨ªa revolucionaria e indispensable. Los investigadores reclaman m¨¢s inversiones en gen¨®mica de las previstas hasta ahora. Los investigadores espa?oles s¨ª han participado en el descifrado o secuenciado de otros genomas: el de la levadura Sacaromices, la levadura del pan, el genoma m¨¢s peque?o y el primero secuenciado de un organismo cuyo material gen¨¦tico est¨¢ en el n¨²cleo de la c¨¦lula, como en los humanos, el de la Arabidopsis, la planta modelo en biolog¨ªa, y el de la mosca de la fruta, la Drosophila. En todos los casos el trabajo se financi¨® en su mayor parte con fondos europeos. En cuanto a la gen¨¦tica humana, Espa?a ha contribuido a identificar genes de distintas patolog¨ªas, como la alcaptonuria y otras enfermedades metab¨®licas, y la epilepsia.
"Sin embargo, no ha habido grupos espa?oles participando en la secuenciaci¨®n del genoma humano. Nos hemos quedado completamente al margen y esto tendr¨¢ consecuencias importantes. Nos supone un retraso significativo, tambi¨¦n en falta de formaci¨®n", se?ala Miguel ?ngel Piris, gestor del Programa Nacional de Salud. Su hom¨®logo en el Programa Nacional de Biotecnolog¨ªa, Miguel ?ngel Pe?alva, afirma que "la secuenciaci¨®n es cosa de grandes laboratorios y en Espa?a desgraciadamente no los hay".
?Por qu¨¦ el vac¨ªo espa?ol? Varios expertos denuncian una grave falta de visi¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y cient¨ªfica en las etapas iniciales del programa. "En Espa?a no ha habido una participaci¨®n comparable a la de otros pa¨ªses. La escasa inversi¨®n en investigaci¨®n, en relaci¨®n con los otros pa¨ªses desarrollados de Europa, ha hecho que las prioridades no hayan incluido el genoma humano y los genomas de otros organismos", explica Xavier Estivill, del Institut de Recerca Oncol¨®gica (IRO), en Barcelona. Carlos Mart¨ªnez, director del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa (CNB), coincide: "Hubo una absoluta falta de visi¨®n. Se pens¨® que el proyecto no iba a interesar. En Espa?a nadie supo ver que aquello traer¨ªa desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico".
Jaime Prat, director de Patolog¨ªa del hospital Sant Pau (Barcelona) y miembro de la comisi¨®n evaluadora de la investigaci¨®n m¨¦dica en la universidad, cree en cambio que la comunidad cient¨ªfica no era lo bastante rica entonces para asumir el reto. "Eso est¨¢ bien para quien est¨¦ preparado. Nosotros no lo est¨¢bamos", dice.
Pero el proyecto genoma humano est¨¢ en realidad en sus inicios. Una vez descifradas los 3.000 millones de letras de que se compone hay que averiguar cu¨¢les son realmente las que forman los genes, y adem¨¢s la funci¨®n de tales genes. Es esta tarea, que para algunos llevar¨¢ decenas de a?os, la que producir¨¢ tantos resultados aplicables para las personas como dinero para las compa?¨ªas farmac¨¦uticas.
En la era posgenoma esta informaci¨®n favorecer¨¢ especialmente a los pa¨ªses m¨¢s preparados. "Las diferencias entre poderosos y d¨¦biles se incrementar¨¢n. Cada vez ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil hacer contribuciones importantes sin tener infraestructuras y personal investigador de gran nivel", afirma Estivill.
?Habr¨¢ sitio entonces para los investigadores, e incluso para las empresas espa?olas? Depende, dicen los investigadores, del esfuerzo que se haga para superar las taras del pasado. En este momento los grupos son d¨¦biles, les falta destreza en las t¨¦cnicas m¨¢s modernas y necesitan equipamiento. Para contrarrestar tal situaci¨®n los expertos dan dos recetas: m¨¢s dinero para investigar, y que ese dinero se use bien.
La inversi¨®n prevista para el nuevo programa de gen¨®mica, inserto en el IV Plan Nacional de I+D, es de 700 millones para este a?o, la d¨¦cima parte del presupuesto de un laboratorio estadounidense medio. Las convocatorias para el programa deber¨¢n publicarse en breve y se estima que unos 50 grupos podr¨ªan solicitar proyectos. ?stos no se conceder¨¢n, tras la correspondiente evaluaci¨®n, hasta probablemente principios del a?o pr¨®ximo.
"Sin una inversi¨®n valiente por parte de la Administraci¨®n nos quedaremos fuera de los avances cient¨ªficos y seguramente los tendremos que seguir a trav¨¦s de Internet", vaticina Estivill. Otros temen que el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa olvide que las biotecnolog¨ªas est¨¢n demostrando en las bolsas ser tan rentables como las telecomunicaciones, sector del que procede la ministra, Anna Birul¨¦s.
Pero adem¨¢s de dinero hace falta "una investigaci¨®n de calidad, que permita hacer algo m¨¢s que copiar el modelo de otros", afirma Prat. "Copiar es un arma de dos filos: cuando se acaba el producto los dem¨¢s ya tienen otro mejor... Por supuesto, cuanto m¨¢s dinero mejor, pero debe aplicarse racionalmente. La ciencia en Espa?a ha mejorado mucho, pero no se debe pensar en competir con EEUU. S¨ª aprendemos, y cada vez m¨¢s, a integrar los datos que salen de los laboratorios estadounidenses".
Piris, director del programa de patolog¨ªa molecular de Centro de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO), liderado por Mariano Barbacid, cree que este aprendizaje s¨ª permitir¨¢ a Espa?a obtener el valor a?adido de la informaci¨®n gen¨¦tica. "A¨²n tenemos la posibilidad de subirnos al an¨¢lisis funcional del genoma".
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