La Fiscal¨ªa de Madrid registra unas 20 denuncias diarias de mujeres maltratadas
La Secci¨®n de Violencia Familiar de la Fiscal¨ªa de Madrid registr¨® en torno a 20 denuncias diarias por maltrato f¨ªsico o ps¨ªquico durante 1999, seg¨²n su memoria de actividades. Esta secci¨®n se dedica en exclusiva a registrar y controlar los casos de violencia familiar para evitar que ¨¦stos se reiteren impunemente. Entre enero y diciembre de 1999, la fiscal Ana Isabel Vargas tiene abiertos 2.600 expedientes de sospechosos de agresiones. En caso de que el agresor sea reincidente, todas las denuncias contra ¨¦l quedan registradas en un mismo expediente.
En la memoria se califica de "positivo" el hecho de que en torno "al 40% de las denuncias" que se registran a diario son nuevas; es decir, "constituyen la primera denuncia". La mujer es, por otro lado, el miembro familiar "m¨¢s frecuentemente maltratado". S¨®lo en un 4% de los casos son hombres los que denuncian a sus esposas o compa?eras, y normalmente lo hacen "por maltrato ps¨ªquico". Esta secci¨®n se encarga de la violencia en el seno familiar, por lo que tambi¨¦n registra las agresiones entre padres e hijos, pero excluye las existentes entre hermanos porque existe al respecto un vac¨ªo legal. En un 3% de los casos, las denuncias versan sobre agresiones de hijos a padres, y viceversa. El agresor habitual suele ser una persona alcoh¨®lica, y muchas v¨ªctimas, pese a sufrir vejaciones y agresiones reiteradas, siguen conviviendo con quien les inflinge da?o bien porque existe una "dependencia econ¨®mica" o bien por existir hijos comunes. Curiosamente, es en este perfil de parejas donde se produce "una mayor retiraci¨®n de denuncias", afirma la fiscal¨ªa. Es decir, se inicia el proceso y la v¨ªctima, horas despu¨¦s de ser agredida y de haber denunciado el hecho, se presenta de nuevo en la comisar¨ªa, o en el juzgado, y la retira "en la temeridad", destaca la memoria, "de creer que el agresor cambiar¨¢ de actitud y en un infundado sentimiento de culpabilidad que concluye en un radical cambio de declaraci¨®n en el juicio que aboca a los jueces a dictar sentencias absolutorias".
El objetivo de la secci¨®n que dirige la fiscal Ana Isabel Vargas es coordinar a las distintas instituciones, despertar "la sensibilidad de todos los operadores" con los problemas de las v¨ªctimas de la violencia familiar y buscar m¨¢s eficacia y contundencia en la persecuci¨®n de estos hechos. Se trata de no escatimar ning¨²n medio judicial para evitar que una mujer sea continuamente golpeada por su marido o compa?ero sentimental y llegue un d¨ªa en que incluso sea asesinada.
M¨¢s sensibilidad
Los jueces de instrucci¨®n, seg¨²n la memoria, tambi¨¦n son m¨¢s sensibles hacia este problema. Agresiones que antes se tramitaban como simples faltas, ahora se elevan a delito si hay habitualidad. De ah¨ª la importancia del registro de agresores montado en la fiscal¨ªa madrile?a. El nombre del agresor se introduce en el fichero e inmediatamente se ve si pesan m¨¢s denuncias sobre ¨¦l y se act¨²a en consecuencia. No osbtante, la falta de medios ha podido provocar un problema en el registro de agresores: "Entre marzo y diciembre de 1999", se explica en la memoria, "la secci¨®n de violencia familiar ha estado atendida por siete auxiliares judiciales distintos, en un esfuerzo tit¨¢nico por parte de la jefatura y secretar¨ªa t¨¦cnica de la fiscal¨ªa de mantener cubierto el servicio, en la interminable espera de que el Ministerio de Justicia nombrase un auxiliar adscrito a la secci¨®n". La interinidad de esas personas, "que en tiempo r¨¦cord hab¨ªan de aprender el sistema inform¨¢tico" antes de ser sustituidos, ha podido provocar un serio problema de fiabilidad en el registro de atestados por maltrato familiar: "No tenemos constancia de que la incorporaci¨®n de datos haya sido la correcta", se indica en la memoria.
El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, denuncia la insuficiente ayuda material y humana que prest¨® el Ministerio de Justicia nada m¨¢s ponerse en marcha la secci¨®n. ?sta se cre¨® en enero de 1999, si bien la fiscal Vargas no ha recibido un ordenador y una impresora personal para hacer su trabajo hasta enero del presente a?o. Pero a¨²n no ha podido utilizarlo "al no disponer, a fecha de hoy", destaca la memoria, "de un despacho donde poder instalarlos". Cuenta con un habit¨¢culo de trabajo desde octubre pasado, pero se halla en obras desde enero de este a?o. Y, adem¨¢s, hasta marzo tampoco ha existido en la fiscal¨ªa un lugar adecuado para recibir a las "entre 15 y 20 mujeres" que acuden all¨ª cada semana para exponer sus casos. "Al no disponer de dependencias donde recibir a letrados o v¨ªctimas que acud¨ªan a la secci¨®n a exponer un problema, nos vimos en la necesidad de recibir [a las v¨ªctimas] en los pasillos de la fiscal¨ªa, donde hay unos sillones, o en un despacho de la fiscal¨ªa de guardia, si es que estaba libre", se?ala la memoria.
La mayor¨ªa pretende que las distintas denuncias que han interpuesto contra sus agresores se acumulen en un ¨²nico procedimiento y se adopten medidas cautelares. Tras la visita, la fiscal encargada se pone en contacto con el fiscal del juzgado que lleve el asunto. Muchos maridos, incluso desde la c¨¢rcel, amenazan a sus esposas con matarlas en cuanto quedasen libres. En este caso, la fiscal¨ªa tambi¨¦n act¨²a: facilita al fiscal de Vigilancia Penitenciaria el nombre del agresor para que se tengan en cuenta tales amenazas, en caso de que ¨¦ste pida permisos de salida. Y si sale de la c¨¢rcel, se traslada el asunto a la polic¨ªa para que est¨¦ alerta.
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