Cinco a?os de brecha
Los primeros meses de 1995 abrieron todav¨ªa m¨¢s la brecha entre pol¨ªticos y ciudadanos. Dos incidentes desconcertaron a la poblaci¨®n ante la incompetencia demostrada por los poderes p¨²blicos en la gesti¨®n de la crisis del terremoto de Kobe, que caus¨® 6.300 muertos, y en el ataque de una secta mesi¨¢nica con gas nervioso en el metro de la capital, en el que perecieron una docena de pasajeros.Desde entonces, los movimientos ciudadanos comenzaron con peque?as acciones a hacerse notar en campos como la sanidad, en el debate sobre los organismos gen¨¦ticamente modificados o en temas medioambientales.
Algunas de estas acciones son puramente testimoniales; otras tienen m¨¢s resonancia pues logran reunir firmas para convocar un refer¨¦ndum contra alg¨²n proyecto elaborado por las autoridades municipales o provinciales. Desde 1995 ha habido cerca de medio centenar de este tipo de consultas, cuyo resultado no tiene fuerza jur¨ªdica pero s¨ª moral. Por ejemplo, en Kioto, el alcalde decidi¨® a principios de este a?o frenar la construcci¨®n de un puente despu¨¦s de que un movimiento ciudadano de oposici¨®n lograse recoger 300.000 firmas de apoyo.
A veces son las propias autoridades locales quienes, motivadas por la frustraci¨®n ciudadana, se anticipan a estos movimientos de protesta. As¨ª lo ha hecho el pol¨¦mico ultranacionalista gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, quien decidi¨® imponer un impuesto provincial a los bancos, o su colega de Mie, que decidi¨® suspender la construcci¨®n de una central nuclear en la provincia al sur de Tokio.
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