Las cajas

La suerte no est¨¢ echada. Hoy, las cajas andaluzas ten¨ªan que adaptarse a la ley aprobada en el Parlamento andaluz. Unicaja ha sido la ¨²nica. ?Qu¨¦ tendr¨¢n las cajas andaluzas que les salen novios por todas partes? La batalla planteada tiene actores conocidos, pero es en el libreto donde se pueden encontrar las claves de este mot¨ªn financiero. Se mueven muchos intereses personales, actitudes c¨ªnicas y est¨¢ en juego el dise?o del sistema financiero andaluz. Quien controle las cajas controla parte del poder. Y, por encima de todo, la propuesta de Manuel Chaves de una caja ¨²nica para toda Andaluc¨ªa. Muchos de los actores que ahora est¨¢n de prima donna, con sueldos millonarios, tendr¨ªan que regresar a su modesto pasado econ¨®mico. El drama que se est¨¢ escenificando en el sistema financiero andaluz puede terminar mal. El consenso y la salida de la actual crisis deber¨ªan ser prioritarios. Hay una ley aprobada en el Parlamento andaluz y es obligatorio acatarla. Si el PP gana en futuras elecciones estar¨¢ en su derecho de proponer al Parlamento los cambios que ahora propugna.El PP, con Antonio Sanz de kamikaze pol¨ªtico, ha lanzado a sus huestes-impositores para entregarle a Manuel Chaves una patata caliente. Magdalena ?lvarez, la consejera irreductible y combativa, debe tomar la iniciativa. El PP, en otras comunidades, apoy¨® lo que en Andaluc¨ªa critica. Zaplana no tuvo problemas; Chaves los tiene todos. Dos varas de medir, dos maneras de interpretar la pol¨ªtica. Andaluc¨ªa es diferente. Y as¨ª tocaron a rebato. Salvo Unicaja, las dem¨¢s cajas andaluzas rechazaron la adaptaci¨®n de sus estatutos a la nueva ley. Y como al PP no le agrad¨® el resultado en la emblem¨¢tica caja andaluza, Sanz sembr¨® dudas sobre la votaci¨®n, como si Unicaja fuera una rep¨²blica bananera.

Lo que Sanz sabe y no dice es que sus compa?eros del PP en M¨¢laga habr¨ªan votado a favor si les hubieran dejado hacerlo en conciencia, incluido el portavoz que pidi¨® el voto negativo. Cumplir la ley es obligaci¨®n de todos los ciudadanos y m¨¢s si se tiene responsabilidad pol¨ªtica y se es parlamentario. La lecci¨®n dada por la asamblea de Unicaja es digna de tener en cuenta. Sanz lleva el camino de Ramallo en Extremadura.