Vista al frente
Todos los jueves, en un caf¨¦ de la madrile?a calle del Pr¨ªncipe, 10 hombres que frisan en los 90 a?os se re¨²nen para recordar los tres peores inviernos que nadie haya pasado jam¨¢s en la sierra de Guadarrama. Son quiz¨¢ los ¨²ltimos supervivientes de aquel Batall¨®n Alpino que fue organizado en septiembre de 1936 por el Partido Comunista para mantener a raya desde las cimas m¨¢s altas de Madrid a las fuerzas rebeldes acantonadas en La Granja (Segovia). Esto es lo que uno de esos viejos leales, don Miguel Oronoz, nos ha contado.Formaban el batall¨®n miembros de las sociedades Deportiva Excursionista y Pe?alara, de extracci¨®n m¨¢s humilde e ideario m¨¢s puro y gineriano que el elitista Club Alpino Espa?ol: monta?eros audaces como Te¨®genes D¨ªaz o ?ngel Tresaco, campeones de esqu¨ª como Luis Balaguer o Manolo Pina. A mediados del 37, al un¨ªrsele el Batall¨®n Juventud -de filiaci¨®n socialista-, llegar¨ªa a contar con un total de seis compa?¨ªas y unos 600 hombres para cubrir un frente de 33 kil¨®metros, desde la pe?a del Cuervo, cerca del puerto de Guadarrama, hasta Pe?alacabra, junto al de Navafr¨ªa.
Ellos abrieron desde el puerto de Cotos (1.848 metros) la senda del Batall¨®n Alpino para abastecer las posiciones de Pe?a C¨ªtores (2.180), Dos Hermanas (2.285) y Pe?alara (2.428), que eran, con diferencia, las m¨¢s duras del frente. No es que hubiera mucha acci¨®n -en realidad, este sector se mantuvo inalterado durante toda la guerra-, pero nieve, toda la del mundo, y as¨ª don Miguel tiembla a¨²n al recordar aquel grueso chaquet¨®n que la Pasionaria se trajo de Mosc¨² para el que m¨¢s lo necesitara en Espa?a, y c¨®mo aquellos cientos de hombres, elegidos por sus saba?ones, decidieron libremente que sirviera como puerta en uno de los m¨ªseros chozos donde pasaban las g¨¦lidas noches pe?alaras. Ni que decir tiene que un regalo como ¨¦se, en otro ej¨¦rcito, hubiera seguido el conducto reglamentario hasta acabar en el guardarropa de un general.
Dicha senda nace junto al albergue del Club Alpino Espa?ol -lo cual no deja de ser una paradoja, por lo que antes dijimos-, que es el edificio situado a m¨¢s altura en el puerto de Cotos. En la esquina superior derecha de este viejo chal¨¦ de piedra veremos un letrero que indica: "Pico Pe?alara, mirador Zabala". Y siguiendo la empinada trocha como cosa de 100 metros, una bifurcaci¨®n: a la derecha se desv¨ªa un ramal que culebrea monte arriba junto al alargado calvero por el que discurr¨ªa la l¨ªnea del telesilla Zabala, desmantelado por la Consejer¨ªa de Medio Ambiente tras adquirir los terrenos de la estaci¨®n de esqu¨ª de Valcotos en 1998 -una batalla ganada por todos los amantes de la naturaleza-, mientras que a la izquierda, se?alizada con borrosos c¨ªrculos amarillos, contin¨²a su ascenso la senda del Batall¨®n Alpino rumbo a Pe?a C¨ªtores.
En una hora, al poco de dejar la sombra del pinar por la solana fragante del piornal, alcanzaremos un collado raso coronado por una posici¨®n fortificada circular, del tama?o de una plaza de toros, sita a caballo entre Pe?a C¨ªtores -a nuestra izquierda- y Dos Hermanas -a la diestra-, desde donde se atalayan las m¨¢s altas cumbres de la sierra: desde Pe?alara hasta la Mujer Muerta, pasando por Cabezas de Hierro, las Guarramillas, Siete Picos, Mont¨®n de Trigo...
La misma trocha que pasa junto a esta defensa nos conducir¨¢ en un periquete hasta otra que se asoma a la ladera norte de Pe?a C¨ªtores, y que est¨¢ formada por dos muros paralelos de tosca mamposter¨ªa de m¨¢s de un metro de espesor, con vistas a Valsa¨ªn y su pinar, La Granja y todas las tierras de pan llevar de Segovia. Pero, mucho m¨¢s que el panorama, impresiona el tiempo detenido: los parapetos intactos y las heridas en la tierra que ni el piorno, ni el enebro, ni el cervuno han querido borrar despu¨¦s de 61 a?os de paz, casi como si la monta?a fuera consciente de que, en un caf¨¦ de la madrile?a calle del Pr¨ªncipe, 10 hombres a¨²n recuerdan.
Ruta de sombras y flores
- D¨®nde. El puerto de Cotos dista 69 kil¨®metros de Madrid yendo por la carretera de A Coru?a (A-6) hasta Villalba, para seguir por la M-601 hasta el puerto de Navacerrada y por la M-604 hasta Cotos. Se puede acceder en tren de cercan¨ªas (Renfe, tel¨¦fono 902 240202) haciendo transbordo en Cercedilla, as¨ª como en autobuses de la empresa Larrea (tel¨¦fono 91 5304800), que salen desde Moncloa. - Cu¨¢ndo. Paseo de siete kil¨®metros (tres horas, ida y vuelta por el mismo camino), con un desnivel acumulado de 330 metros y una dificultad baja, que en esta ¨¦poca del a?o combina la agradable sombra del pinar y la espectacular floraci¨®n de piornos y cambro?os.
- Qui¨¦n. El personal de la Casa del Parque Los Cotos (tel¨¦fono 91 8520857) informa en el mismo puerto sobre las sendas existentes en la zona de Pe?alara. M¨¢s datos sobre la contienda en esta zona de la sierra se hallar¨¢n en la gu¨ªa Paisajes de la guerra, de Severiano Montero Barrado, editada por la Comunidad de Madrid en 1987.
- Y qu¨¦ m¨¢s. Cartograf¨ªa: hojas 18-19 (Segovia) y 18-20 (Cercedilla) del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito, o las equivalentes (483 y 508) del Instituto Geogr¨¢fico Nacional; mapa Sierra de Guadarrama, de La Tienda Verde (Maudes, 23 y 38; tel¨¦fono 91 5343257).
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