La sociedad civil de Colombia reivindica su ansia de paz
El profesor Rubio Llorente dijo el primer d¨ªa de la conferencia sobre derechos humanos de Santiago que los tiempos en que vivimos son los de un vasto descubrimiento de la humanidad: el derecho a tener derechos. Y, quiz¨¢, en ning¨²n pa¨ªs del mundo se ha producido una mayor explosi¨®n -en sentido tan metaf¨®rico como literal- de la exigencia, ligada a una violaci¨®n permanente, de esos derechos. En Colombia, los derechos se vuelan con dinamita, o se reafirman con un tes¨®n que nadie puede volar.En la misma medida en que avanza y devasta la guerra que libran los insurgentes de las FARC y del ELN al Gobierno del presidente Pastrana, el pa¨ªs civil estalla y se multiplica para reclamar de unos y otros la paz, al mismo tiempo que rechaza de la guerrilla la legitimidad, y del poder, su comportamiento, su desenvoltura en el respeto a los derechos humanos.
Una por 170 habitantes
Esa explosi¨®n en todas direcciones de una sociedad, de otro lado escasamente encuadrada en estructuras pol¨ªticas, se traduce en el crecimiento apote¨®sico de las ONG, esas maquinarias autopropulsadas para llegar a donde no llega el Estado. Hace unos a?os ya eran varias docenas de millares, pero a fin de siglo hay registradas 235.000, para una demograf¨ªa de algo menos de 40 millones de habitantes.
Naturalmente, ese carrusel interminable de voluntades no se pliega f¨¢cil al trabajo en com¨²n. Pero ese cuarto de mill¨®n de micro-proyectos sociales est¨¢ plenamente justificado. En los ¨²ltimos 10 a?os, dice Gloria Cuartas, ex alcaldesa de Apartad¨®, Antioquia, 130 alcaldes han sido asesinados, y no solamente por la guerrilla, lo que al menos simplificar¨ªa las cosas, sino tambi¨¦n por las fuerzas antiguerrilleras que act¨²an con complicidades en el Ej¨¦rcito, o por los pistoleros del narcotr¨¢fico, o por la violencia en general. Colombia es el pa¨ªs donde ha nacido la violentolog¨ªa como saber acad¨¦mico.
El hoy comisionado independiente por la paz, Augusto Ram¨ªrez Ocampo, jefe de jornada en la conferencia, es, sin embargo, optimista sobre el proceso en curso. Hay ya, subraya, una agenda de negociaciones, y eso, en el paso de tortuga de las conversaciones con las FARC, es como llegar a la primera parada de un acuerdo. El pr¨®ximo d¨ªa 6 se celebrar¨¢ en Madrid una reuni¨®n de la mesa por la paz, dentro del llamado Plan Colombia, con el que el Gobierno trata de allegar recursos y voluntades internacionales para cimentar el combate por la vida, que es, seguramente, el primero de los derechos humanos. Y Colombia, uno de sus grandes laboratorios.
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