El pozo de las dignidades
La log¨ªstica y el arte no tienen nada que ver. En el Festival de la Canci¨®n de Benidorm, que el s¨¢bado por la noche culmin¨® su 33? edici¨®n, esta verdad se demostr¨® una vez m¨¢s. El gabinete de prensa actu¨® con esmero y eficacia y el sistema de votaci¨®n nominal del jurado mezclado con los votos de los televidentes inyect¨® credibilidad al concurso. Adem¨¢s, la organizaci¨®n invertir¨¢ por primera vez 10 millones en promocionar a sus ganadoras, que es de lo que se supone que va esto. Y la guinda: El trato fue m¨¢s que correcto a pesar del exceso de celo de las fuerzas del orden por encontrar armas en mochilas que s¨®lo llevaban c¨¢maras.La log¨ªstica bien, gracias. ?Ha cambiado algo en el escenario aparte de la decoraci¨®n, entre fogueril y pop? No. Sigue siendo un espacio donde el talento brilla por su ausencia. Gan¨® el tr¨ªo Alaz¨¢n. Una es hermana de las integrantes de Az¨²car Moreno y de Los Chunguitos. Las otras dos, hija y sobrina de estos ¨²ltimos. Su filiaci¨®n gen¨¦tica se extiende al terreno musical. Alcanzar¨¢s la luna ofrece m¨¢s rumba con fondo de chunda-chunda interpretada por tres bellezas gitanas que no tardar¨¢n en contar en las entrevistas lo mal que llevan los hombres de su familia eso de que salgan al escenario con vestiditos de pantera.
Las sirenitas de plata y bronce fueron para dos solistas. Ella, M¨®nica Mey, rubia y risue?a, enhebr¨® lugares comunes de la canci¨®n ligera en Una noche de amor. Herbert, desde Isla Mauricio, qued¨® tercero con No te perder¨¦. Ambos fueron aclamados por los presentadores, un muy seguro de s¨ª mismo Carlos Lozano y una disl¨¦xica Norma Duval para la que Jos¨¦ Manuel Parada rompi¨® el fuego de las votaciones y el apellido de uno de los concursantes era un comelenguas. Un poquito m¨¢s de alzheimer y la posmodernidad medi¨¢tica habr¨¢ ganado a una nueva Carmen Sevilla con afon¨ªa cr¨®nica. Daba igual quien ganara. Eran todos igual de insulsos. Benidorm sigue eligiendo entre melod¨ªas candidatas a arder a todo volumen en garitos infames con olor a after-sun o a encabezar la lista de grandes ¨¦xitos del hilo musical de la red de cercan¨ªas de Renfe.
Pero este festival es mucho m¨¢s de lo que se ve en la tele. Entre bambalinas, los famosuelos de quita y pon, los venidos a menos y los que quieren ir a m¨¢s se igualan para darse de codazos por un canap¨¦ de salm¨®n con pinta de mojama. Una mirada al nido de buitres y palomas en que se convierte el ¨¢gape da la idea de que el Festival de Benidorm, m¨¢s que una plataforma hacia la fama, es un pozo que a?o tras a?o se cobra varias dignidades.
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