Despegue supers¨®nico
En diez a?os, el sector aeron¨¢utico vasco alcanza el 28% del total nacional
Gamesa, el estandarte
"El sector aeron¨¢utico vasco hace 10 a?os no era nada, ahora representa el 28% del sector estatal". La afirmaci¨®n del viceconsejero vasco de Pol¨ªtica Industrial, I?aki Telletxea, refleja la irrupci¨®n de Euskadi en un campo que le era completamente desconocido. La iniciativa privada, con un fuerte apoyo p¨²blico, logr¨® el milagro. En 1992, el sector aeron¨¢utico vasco vend¨ªa por valor de 19.355 millones. Las previsiones para este a?o colocan la facturaci¨®n agregada del sector en el 1,5% del PIB vasco, 85.500 millones de pesetas.El crecimiento de este a?o ser¨¢ del 25% respecto al a?o anterior. La previsi¨®n es que el sector doble sus ventas en los pr¨®ximos cuatro a?os, seg¨²n las empresas. Esta evoluci¨®n tiene un claro reflejo en el n¨²mero de empleos. Mientras en 1992 hab¨ªa 1.114 personas trabajando en este sector, este a?o se calcula que se alcanzar¨¢n los 3.680 empleados, en su mayor parte de alta cualificaci¨®n.
La arqueolog¨ªa del sector aeron¨¢utico vasco se remonta a los origenes de la ingenier¨ªa vasca Sener en Getxo (Vizcaya) en 1956. Esta ingenier¨ªa multidisciplinar, (naval, industrial, civil...) en 1969 se present¨® a un concurso internacional, que gan¨®, para el desarrollo de una torre de lanzamiento de cohetes experimentales en Suecia. La entrada de Sener en la ingenier¨ªa espacial fue un primer paso que se culminar¨ªa a finales de los a?os ochenta con la aparici¨®n de las otras dos grandes empresas tractoras de este sector en el Pa¨ªs Vasco, Industria de Turbopropulsores (ITP) y Gamesa.
Las tres empresas, gracias al apoyo de las administraciones, especialmente el Gobierno vasco, se convirtieron en el motor de un sector que cuenta con un grupo de cerca de 20 firmas auxiliares estables en expansi¨®n.
El crecimiento de un sector de la nada ha supuesto un alto ritmo de inversi¨®n (la inversi¨®n acumulada entre 1992 y 1999 fue de 55.000 millones de pesetas) y la creaci¨®n de unas estructuras productivas inexistentes. Cuando en 1995 Gamesa logr¨® su primer contrato para desarrollar las alas de los aviones de la firma brasile?a Embraer 145/135 no contaba con un centro productivo propio. La empresa ten¨ªa un contrato y deb¨ªa empezar a producir. "Siempre hemos contado con el apoyo del Gobierno vasco", afirma I?aki L¨®pez Gand¨¢segui, consejero delegado del Grupo Gamesa.
De hecho, el parque tecnol¨®gico de Mi?ano (?lava), dependiente del departamento vasco de Industria, se construy¨® al ritmo de la empresa. Los primeros accesos a la planta de Gamesa Aeron¨¢utica, especializada en componentes estructurales de aviones y helic¨®pteros, eran pr¨¢cticamente por una pista forestal.
Gamesa sigue siendo el estandarte de un parque en el que residen otras pymes aeron¨¢uticas vascas. Gamesa Aeron¨¢utica pertenece al grupo Gamesa, que es propiedad de la Corporaci¨®n IBV, cuyos accionistas son la el¨¦ctrica Iberdrola y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.Los planes inmediatos de Gamesa pasan por la apertura de una nueva planta en Berantevilla (?lava) para la construcci¨®n de dos nuevos modelos de avi¨®n de la firma Embraer, el IRJ 170 /190, en los que se desarrollar¨¢ el fuselaje trasero y cola.
Este crecimiento contrarreloj no s¨®lo lo ha padecido y lo padece Gamesa Aeron¨¢utica, sino tambi¨¦n la tercera pata del sector en Euskadi, el fabricante de componentes para motores de aviaci¨®n ITP, instalado en Zamudio (Vizcaya), en el mayor de los tres parques tecnol¨®gicos existentes en el Pa¨ªs Vasco. "Hacemos unas inversiones anuales que rondan los 10.000 millones de pesetas. La pol¨ªtica del Gobierno vasco es muy positiva, tambi¨¦n la del Ministerio de Tecnolog¨ªa. Muchas veces la ayuda es sencillamente para conseguir financiaci¨®n, dice el director general de ITP.
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