Jap¨®n hace fracasar la creaci¨®n de un santuario para ballenas en el Pac¨ªfico
Espa?a apoyaba la reserva, de 12 millones de kil¨®metros cuadrados
La presi¨®n de Jap¨®n sobre un bloque de peque?os pa¨ªses caribe?os y la abstenci¨®n de Irlanda y Rusia han echado atr¨¢s la propuesta neozelandesa y australiana de crear un santuario de protecci¨®n para las ballenas de 12 millones de kil¨®metros cuadrados en el Pac¨ªfico. Espa?a vot¨® junto a otros 17 pa¨ªses a favor de la iniciativa, que no sali¨® adelante al no alcanzar el voto favorable del 75% de los 40 pa¨ªses miembros de la Comisi¨®n Ballenera Internacional.
La abstenci¨®n de Irlanda, Corea, Om¨¢n y Rusia, unido a la ausencia de las islas Salom¨®n e Italia en el momento decisivo de la votaci¨®n, ha evitado que miles de cet¨¢ceos cuenten con un santuario de libertad sin temor a ser capturadas en una zona del Pac¨ªfico Sur situada entre la costa este australiana y las islas Orientales.El hecho de que los pa¨ªses caribe?os votaran en bloque ha aumentado las sospechas entre los delegados de la Comisi¨®n Ballenera Internacional (CBI) reunidos estos d¨ªas en Adelaida (Australia) de que Jap¨®n les ha comprado con promesas de ayudas econ¨®micas.
"Es completamente falso", ha respondido Joji Morishita, director japon¨¦s de la Divisi¨®n de Pesca en Mares Remotos. "Estamos muy satisfechos por el resultado de la votaci¨®n, pero queremos dejar bien claro que no nos oponemos por principio a un santuario. Lo que defendemos es que no existe ninguna raz¨®n cient¨ªfica que justifique la veda de todas las especies balleneras. Algunas especies como las minke son abundantes".
El ministro de Medio Ambiente australiano, Robert Hill, no s¨®lo ha rechazado la posici¨®n japonesa, sino que se ha mostrado especialmente cr¨ªtico con la actitud de los pa¨ªses caribe?os, que lograron frustrar su apuesta por el santuario. "No consigo comprender c¨®mo un bloque de pa¨ªses situados en el Caribe puede frustrar las aspiraciones de un grupo de Estados isle?os ubicados en el Pac¨ªfico. Debe tratarse de alg¨²n error", coment¨® el ministro australiano.
De las 35 naciones presentes en la votaci¨®n celebrada ayer, votaron a favor Australia, Austria, Brasil, Chile, Finlandia, Francia, Alemania, India, M¨¦xico, M¨®naco, Holanda, Nueva Zelanda, Sur¨¢frica, Espa?a, Suecia, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos. En contra, las islas Antigua y Barbuda, San Kitts, Santa Luc¨ªa y San Vicent, China, Dinamarca, Dominica, Granada, Rep¨²blica de Guinea, Jap¨®n y Noruega. Argentina, Costa Rica, Per¨² y Venezuela no acudieron a la reuni¨®n de Adelaida por no estar al corriente del pago de las cuotas a la comisi¨®n.
La representante de Greenpeace de Latinoam¨¦rica, Cristina Bonsigliole, declar¨® a Efe que, a pesar del fracaso de Adelaida, el creciente apoyo desmostrado a la creaci¨®n del refugio hace prever que ser¨¢ pronto una realidad. De hecho, Robert Hill ha anticipado que en la pr¨®xima reuni¨®n que celebre la comisi¨®n en Londres, dentro de seis meses, se volver¨¢ a plantear, aunque ¨¦se no sea el motivo de la convocatoria.
La cita de Londres est¨¢ convocada para discutir excepciones a la prohibici¨®n del comercio de ballenas desde la moratoria aprobada en 1986. Esta moratoria no fue aceptada por Noruega ni Jap¨®n, que, escud¨¢ndose en motivos culturales y cient¨ªficos, respectivamente, capturan m¨¢s de 500 ejemplares cada uno al a?o.
Tanto la aprobaci¨®n de la moratoria como la declaraci¨®n de santuarios o reservas de cet¨¢ceos persiguen poner un freno a la escalada de capturas que estaba amenazando su supervivencia. De hecho, en la reuni¨®n de Adelaida se han vuelto a poner en entredicho las estimaciones sobre el n¨²mero de ejemplares sobrevivientes en los oc¨¦anos. La especie minke o franca, de la que varias fuentes contabilizaban 760.000 ejemplares en 1980, se cree que ha visto reducida notablemente su poblaci¨®n, seg¨²n el Comit¨¦ Cient¨ªfico del CBI. El comit¨¦ ha recomendado cambios significativos en la lista de especies de cet¨¢ceos. Uno de ellos es la existencia de tres especies de ballenas francas. De este cet¨¢ceo, habitual en el Atl¨¢ntico norte, hay menos de 300 ejemplares.
Parques oce¨¢nicos
La electricidad puso fin al uso del aceite de ballena para el alumbrado de los hogares. Hasta entonces, los pescadores vascos y portugueses eran los m¨¢s cotizados en el dif¨ªcil arte de capturar a estos cet¨¢ceos. Pero la electricidad no les dej¨® libres. La caza ha persistido hasta poner en riesgo la supervivencia de estos monumentales mam¨ªferos marinos.
Para frenar esta carrera se han creado en el mar zonas de protecci¨®n (santuarios) equivalentes a los parques nacionales en tierra. El primero de ellos se cre¨® en 1979 en el ?ndico. El segundo ocupa 50 millones de kil¨®metros cuadrados en torno a la corona ant¨¢rtica, y el tercero, aprobado hace un a?o, ocupa 100.000 kil¨®metros cuadrados del mar de Liguria, entre Cerde?a, Italia y Francia. Las visitas a estos santuarias proporcionan m¨¢s de 120.000 millones de pesetas en ingresos tur¨ªsticos a las peque?as islas cercanas.
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