La obsesi¨®n por el interior
Una gran exposici¨®n recorre en Valencia la vida de Luis Bu?uel y re¨²ne los temas m¨¢s recurrentes del cineasta
Cuenta Luis Bu?uel en su libro de memorias Mi ¨²ltimo suspiro que su obsesi¨®n de mir¨®n alcanz¨® tal grado que, cuando se cerraba en su habitaci¨®n con su mujer, su inquietud no cesaba hasta que se levantaba de la cama para colgar una chaqueta del pomo de la puerta y ocultar el ojo de la cerradura que tanto le angustiaba. ?l mismo se convert¨ªa as¨ª en objeto de sus obsesiones. Pero s¨®lo en el cine plasmaba sus fantas¨ªas, seg¨²n apunta el propio realizador en el citado libro, que est¨¢ muy presente en la muestra acigida bajo el consecuente t¨ªtulo de Bu?uel 100 a?os. Es peligroso asomarse al interior, y que ayer se inaugur¨® en la sala de exposiciones de Ibercaja en Valencia.Las piernas, las manos, los pies, los ojos, las taras, las novias, los crucifijos, las escopetas, las navajas, los zapatos, los animales, las frutas prohibidas, las miradas furtivas, todas las obsesiones del realizador aragon¨¦s surrealista est¨¢ recogidas en la exposici¨®n a trav¨¦s de numerosos fotogramas de sus c¨¦lebres pel¨ªculas. Es el recorrido por los temas e iconos que hicieron de su cine un universo personal y reconocible. Es, de hecho, el contenido de una exposici¨®n con vida propia llamada Obsesiones y dividida en cuatro ep¨ªgrafes: fauna, el cuerpo en sus gestos, objetos cotidianos y rituales y s¨ªmbolos. La otra muestra, Bu?uel su vida y su tiempo, propone una mirada cronol¨®gica, protagonizada por las im¨¢ganes de su vida y de sus pel¨ªculas, acompa?adas por textos del director, desde su infancia y su paso por la Residencia de Estudiantes hasta su fallecimiento en 1982, pasando por su exilio en M¨¦xico, su estancia en Hollywood y Nueva York y su retorno a Francia, donde, siendo muy joven, ya se gan¨® un lugar en los libros al formar parte del n¨²cleo constituyente del surrealismo, el movimiento de vanguardia sin fecha de caducidad.
Ambas muestras se han reunido en Valencia bajo la producci¨®n de la entidad financiera y el Instituto Valenciano de la Cinematograf¨ªa (Ivac). Por sus m¨²ltiples paneles desfilan algunos de los protagonistas de la cultura del siglo XX, rostros inmortalizados en la memoria colectiva; la mayor¨ªa de ellos gracias al cine, pero tambi¨¦n gracias a la literatura y al arte. Federico Garc¨ªa Lorca, Salvador Dal¨ª y Luis Bu?uel fueron amigos inseparables, hasta que se distanciaron por razones distintas. Todos ellos aparecen en las fotograf¨ªas junto a otros nombres propios.
No hay m¨¢s que seguir el hilo conductor de la vida del realizador para encontrarse con la mirada de una joven Jeanne Moureau, a la que dirigi¨® en Diario de una camarera; o con la imagen especualar de Catherine Deneuve observando por una mirilla en Belle de jour, o con la carta de Octavio Paz diriga a Bu?uel en la que concluye mostrando su "orgullo de luchar por una pel¨ªcula como Los olvidados". Im¨¢genes de Breton, Alberti, Giacometti, Stravinsky, Ernst, Man Ray o Aragon, entre muchos otros, comparten espacio con el torso desnudo del que fue boxeador antes que director.
Galardones de Cannes, Hollywood, Venecia y Donostia, guiones de varias pel¨ªculas, cartas y objetos diversos completan la exposici¨®n de la que son comisarios Enrique Cacho (director del Instituo Cervantes de Toulouse) y Manuel Rodr¨ªguez Blanco. A la presentaci¨®n de ayer asistieron tambi¨¦n el director del Ivac, Jos¨¦ Luis Rado, y el responsable de la Obra Social de Ibercaja, Jos¨¦ Luis Sala. La exposici¨®n se ha visto previamente en Toulousse, Par¨ªs (un bloque en el Centro Georges Pompidou y otro en el Instituto Cervantes) y Munich, y cuando concluya en Valencia el 12 de agosto viajar¨¢ al MOMA de Nueva York.
Acompa?a la muestra, de car¨¢cter fundamentalmente visual, un extenso cat¨¢logo que recoge el material expositivo y un gran n¨²mero de art¨ªculos, adem¨¢s de la filmograf¨ªa completa de Luis Bu?uel.
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