Fracasa el ¨²ltimo intento orangista de levantar el veto a su marcha de Drumcree

La Orden de Orange fracas¨® ayer en su propuesta final para obtener el permiso oficial al recorrido tradicional de su marcha anual de Drumcree, que pasa por un barrio predominantemente nacionalista y cat¨®lico. La confirmaci¨®n del veto a la convocatoria del domingo se produjo horas despu¨¦s de que el responsable orangista del ¨¢rea, el lealista protestante Harold Gracey, se negara a condenar p¨²blicamente la violencia de los ¨²ltimos d¨ªas. Trienta y siete agentes de la polic¨ªa norirlandesa y dos soldados brit¨¢nicos han sufrido heridas en los disturbios de la semana.La ¨²ltima propuesta de la Orden de Orange, que valor¨® ayer la Comisi¨®n de Desfiles, carece del elemento clave que podr¨ªa resolver la disputa. Los responsables orangistas de Portadown, el enclave de Irlanda del Norte de donde parte cada a?o la pol¨¦mica marcha hacia la ermita de Drumcree, se prestan a negociar con sus vecinos cat¨®licos a trav¨¦s de intermediarios. Pero condicionan el di¨¢logo a la celebraci¨®n del desfile este domingo por su recorrido tradicional, que atraviesa el barrio cat¨®lico de Garvaghy. "El problema radica en la secuencia que ellos buscan", se?ala el documento de la Comisi¨®n, que reafirma la decisi¨®n original de prohibir la marcha de Drumcree.

La normativa de las marchas obliga a sus organizadores a negociar previamente el recorrido y composici¨®n de cada desfile con las asociaciones de vecinos en zonas pol¨¦micas. Pero los orangistas de Portadown, que defienden el derecho civil a desfilar por las calles p¨²blicas, se niegan al di¨¢logo desde hace seis a?os. Justifican su negativa en la inclusi¨®n de Breandan MacCionnath, presidente de la Asociaci¨®n de Garvaghy Road, un nacionalista con antecedentes penales. "No hay nada nuevo en su oferta", se?al¨® MacCionnath.

Las fuerzas de seguridad, mientras tanto, refuerzan sus posiciones en prevenci¨®n de nuevos actos de violencia. El c¨®mputo de bajas y destrozos se registr¨® ayer en 37 agentes de polic¨ªa y dos soldados brit¨¢nicos heridos, adem¨¢s de medio centenar de viviendas y otros edificios da?ados por bombas incendiarias. El responsable orangista de Portadown, Harold Gracey, se neg¨®, sin embargo, a condenar la violencia o a anular su llamamiento a la protesta colectiva por todo el territorio norirland¨¦s. "No puedo condenar la violencia. La gente de aqu¨ª, la comunidad lealista, est¨¢ harta", dijo ayer frente a las c¨¢maras de televisi¨®n.