Salvamento Mar¨ªtimo registr¨® el pasado a?o la muerte de 23 personas en la costa andaluza
La navegaci¨®n deportiva ocasiona el mayor n¨²mero de intervenciones de emergencia
Casi la mitad de las 343 intervenciones realizadas en 1999 por los equipos de Salvamento Mar¨ªtimo, dependientes del Centro de Coordinaci¨®n de Tarifa (C¨¢diz), en las costas y aguas andaluzas tuvo como objetivo el rescate de embarcaciones de recreo o la ayuda a personas que practicaban alguna actividad recreativa en el mar. En ninguno de esos 151 percances, sin embargo, se produjeron v¨ªctimas mortales. Los 23 fallecidos contabilizados por ese centro de salvamento durante el a?o pasado se debieron a accidentes en buques mercantes o pesqueros.
Costes
Seg¨²n la memoria anual del a?o 1999 del Centro Zonal Coordinador de Salvamento de Tarifa, los equipos de rescate auxiliaron con ¨¦xito a 1.340 personas. De las 343 intervenciones de rescate en el mar, 42 correspondieron a emergencias en buques mercantes y 40 en buques de pesca. En el caso de las 23 vidas perdidas, nueve corresponden a personas que desaparecieron en el mar y no han podido ser rescatadas y tres a gente que se encontraba en situaci¨®n irreversible cuando acudieron a ayudar. Esta estad¨ªstica s¨®lo incluye cinco casos de inmigrantes sin papeles que perdieron la vida al cruzar el Estrecho de Gibraltar, por lo que el n¨²mero real de muertes en aguas andaluzas podr¨ªa ser bastante mayor.La memoria del centro de rescate de Tarifa reconoce que la navegaci¨®n deportiva o las actividades recreativas son las mayores causantes de problemas en el mar, sobre todo en los meses de verano, cuando, seg¨²n Javier G¨¢rate, director del centro tarife?o, "personas sin experiencia en el mar se hacen con un barco alquilado, tan frecuentes ahora en nuestras costas, y se lanzan a darse paseos en el mar, creando las consiguientes situaciones de peligro". G¨¢rate recuerda que "bajo la apariencia inofensiva y placentera del mar, si no se tiene precauci¨®n se pueden tener problemas; que nadie olvide que el mar es un medio hostil para el hombre".
Por eso, tambi¨¦n insiste en que "para hacerse a la mar es fundamental que se vaya con buen material, experiencia en la navegaci¨®n y con las previsiones meteorol¨®gicas para saber a qu¨¦ atenerse". Si fallan dos de esos consejos, asegura el director del centro de Tarifa, es muy f¨¢cil pasar un mal rato en la embarcaci¨®n. Entre los incidentes que ocurren en actividades na¨²ticas recreativas, afirma G¨¢rate, aproximadamente la mitad se debe a un problema de f¨¢cil soluci¨®n: la falta de combustible.
Aunque parezca extra?o, el servicio de rescate mar¨ªtimo es una actividad muy reciente en las aguas espa?olas. Fue en 1990 cuando se instaur¨® el Servicio de Salvamento Mar¨ªtimo en Espa?a. Antes, era la Armada la que, cuando era necesario, hac¨ªa estas funciones. En Andaluc¨ªa, el rescate en el mar corre a cargo de un helic¨®ptero, cinco embarcaciones r¨¢pidas (de 15 metros de longitud o eslora) y tres buques de salvamento (de 60 metros, capaces de remolcar a un barco mercante). Para hacerse cargo de esas situaciones, Andaluc¨ªa cuenta con 70 personas en tierra y otros 85 hombres y mujeres en las distintas tripulaciones mar¨ªtimas y a¨¦rea.
La norma general, consagrada en convenios internacionales, es que el salvamento de vidas humanas no est¨¢ sujeta a ning¨²n pago. Las vidas se salvan gratis. Pero no los bienes. Si el barco sufre alg¨²n percance, sacarlo de esa situaci¨®n s¨ª les costar¨¢ dinero. Las tarifas en estos casos fueron estipuladas por el Ministerio de Fomento en 1999. Poner en jaque durante una hora al Centro de Coordinaci¨®n de Salvamento de Tarifa cuesta 30.856; ese mismo tiempo de helic¨®ptero supone 300.000 pesetas.Adem¨¢s, hay que abonar una cantidad por hora de trabajo de los equipos de rescate en el mar, que depende de la longitud del barco con problemas. La gama es amplia: un barco peque?o, de menos de 5 metros de eslora, paga 6.500 pesetas la hora de ayuda. En el otro extremo, un buque de m¨¢s de 140 metros tendr¨¢ que abonar 108.000 cada 60 minutos de trabajo de rescate.
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