Los nuevos drogadictos son m¨¢s j¨®venes, se alejan de la hero¨ªna y apenas cometen delitos
El perfil del nuevo consumidor de drogas en el Pa¨ªs Vasco se aleja sensiblemente del estereotipo marginal que se ha manejado durante los ¨²ltimos a?os. Seg¨²n un informe del Observatorio Vasco de Drogodependencias, el toxic¨®mano medio actual es m¨¢s joven (no supera los 30 a?os), consume especialmente cannabis, coca¨ªna y anfetaminas, no ha intentado rehabilitarse antes y su presencia en actos delictivos descubiertos por la polic¨ªa o el sistema judicial es casi nula. La cifra de adictos atendidos en centros especializados en Euskadi entre 1997 y 1998 baj¨® un 5,24%.
El alcoholismo se mantiene
Este estudio, que comprende el periodo 1994-1998, ofrece la conclusi¨®n de que la toxicoman¨ªa est¨¢ en una etapa de cambio, tanto en las sustancias consumidas por los adictos como en la forma de consumirlas, junto a una pervivencia de los antiguos patrones de abuso y de las consecuencias del mismo observadas anta?o. Esta convivencia de modelos de drogodependencia se constata a trav¨¦s de indicadores sanitarios, judiciales y policiales. Los responsables del Observatorio resuelven, tras contrastar los datos globales del periodo, que la coexistencia de dos modelos de consumidores se mantiene de una manera muy definida. Entre los antiguos se encuentran personas que se inyectan hero¨ªna, tienen una media de edad de 30 a?os y acumulan "fracasos reiterados en el tratamiento". Es frecuente que cuenten con delitos relacionados con su consumo y su presencia en el medio carcelario es muy importante.
Por contra, el nuevo patr¨®n responde al de un consumidor m¨¢s joven, con un mayor abanico de sustancias, que cuenta con un mayor nivel de estudios y cualificaci¨®n profesional y no delinque.
En el ¨¢mbito m¨¦dico, entre 1997 y 1998 se constat¨® un descenso del 5,24% en el n¨²mero de personas tratadas por toxicoman¨ªas no alcoh¨®licas en centros de Osakidetza, Agipad, Etorkintza y Proyecto Hombre, que pasaron de 5.457 a 5.171. Sin embargo, la cifra de heroin¨®manos en tratamiento de metadona creci¨® en dicho periodo un 31%, alcanzando en 1998 las 1.124 personas.
La evoluci¨®n se aprecia al comparar los datos de pacientes nuevos y los cr¨®nicos. Mientras en los antiguos la dependencia de la hero¨ªna supone el 90% de los casos, entre los drogodependientes recientes tratados se comprueba que esta sustancia por primera vez ocupa menos de la mitad de los casos -46,7%-, con una presencia destacada de coca¨ªna (un 22,3%), anfetaminas (13,2%) y cannabis (12,3%).
Adem¨¢s del tipo de sustancias, se ha apreciado un cambio en la forma de consumo. Mientras los toxic¨®manos hist¨®ricos se la suministraban por v¨ªa intravenosa, los nuevos consumidores prefieren fumarla -tanto el cannabis como la hero¨ªna- o esnifarla, en el caso de la coca¨ªna. "Cabe pensar que adoptan mayores precauciones para evitar el contagio del sida o la hepatitis", indic¨® Kontxi Gabantxo, secretaria de Drogodependencias del Gobierno vasco al presentar ayer los datos en Vitoria.
La media anual de muertes registradas entre 1994 y 1998 en el Pa¨ªs Vasco como consecuencia del consumo de drogas se sit¨²a en 67, un 81% de ellas causadas por la hero¨ªna. Pese a ello, ha bajado el n¨²mero de casos de sida relacionados con la drogadicci¨®n, pasando de 215 en 1997 a 143 en 1998. Las muertes por esa enfermedad han pasado en igual periodo de 155 a 74.
El estudio apunta que el consumo de alcohol sigue siendo un problema relevante, con 4.000 personas tratadas en 1998, en su mayor¨ªa hombres y con edades comprendidas entre los 35 y los 54 a?os. Apenas descendi¨® en un 0,65% su incidencia con respecto al a?o anterior.Los toxic¨®manos reincidentes siguen delinquiendo, pero tambi¨¦n ha mejorado la atenci¨®n que se les presta en las c¨¢rceles: el n¨²mero de personas atendidas por los equipos de toxicoman¨ªas de las tres prisiones vascas entre 1997 y 1998 subi¨® en un 20%.
Por contra, seg¨²n Gabantxo, "se est¨¢ produciendo un freno en las nuevas incorporaciones a la delincuencia relacionada con las drogas". Lo prueba el descenso en la cifra de atendidos en cl¨ªnicas m¨¦dico forenses despu¨¦s de haber sido puestos a disposici¨®n judicial. El informe del Observatorio de Drogodependencias se remite a las cl¨ªnicas de San Sebasti¨¢n y Bilbao, donde fueron reconocidas a lo largo de 1998 un total de 584 personas, un 3% menos que en el ejercicio anterior. "El descenso fue menor que en a?os anteriores, ya que en el periodo 94-98 la disminuci¨®n fue de un 42%", subray¨® Gabantxo.
Crecen las detenciones por tr¨¢fico
En la perspectiva policial que ofrece el informe del Observatorio de Drogodependencias se se?ala que la cifra de personas detenidas por tr¨¢fico de drogas experiment¨® un aumento del 35% anual entre 1996 y 1998. En ese ¨²ltimo a?o, fueron 1.094 los arrestados. Se trata, fundamentalmente, de personas que se ajustan al perfil de drogodependiente "antiguo", que ha pasado por situaciones previas similares e incluso ha permanecido en la c¨¢rcel por este motivo.El cannabis sigue siendo la sustancia que tiene mayor peso dentro de las incautaciones que se realizaron en 1998. "Esto pone de relieve la fuerte presencia que tiene el cannabis en el Pa¨ªs Vasco", se?alan responsables del Observatorio. En orden de importancia le sigue la coca¨ªna y, en tercer lugar, las anfetaminas.
En todo caso, a lo largo de 1998 se produjo un descenso de las aprehensiones policiales de todas las sustancias, salvo la hero¨ªna y los alucin¨®genos. En el ejercicio anterior se hab¨ªa disparado la cuant¨ªa de las intervenciones de droga, por lo que los datos de 1998 fueron similares a los de 1996.
En el conjunto de Espa?a se registr¨® en 1998 un descenso en las incautaciones de las sustancias de consumo con mayor tradici¨®n, como la hero¨ªna y la coca¨ªna. Aunque el informe no detalla las cifras concretas de las capturas, se?ala que la hero¨ªna mantiene una l¨ªnea descendente desde el a?o 1995, mientras que la coca¨ªna experiment¨® en 1998 el primer descenso desde el a?o 1994 en la cantidad aprehendida.
Los datos sobre el alcohol y su influencia en la conducci¨®n ofrecen, desde el punto de vista policial, una "ligera mejor¨ªa". En los controles preventivos se constat¨® una presencia menor de personas con tasas de alcoholemia no permitidas. Por contra, en las alcoholemias realizadas tras los accidentes se comprobaron unas cifras similares a a?os anteriores.
En concreto, dentro de las pruebas preventivas efectuadas por la Ertzaintza, el 5,21% de los conductores di¨® positivo en 1998. Cuando el control de alcoholemia se realiz¨® despu¨¦s de un siniestro, este porcentaje se elev¨® hasta el 14,07% de los casos.
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