Dos muertos y tres heridos graves en el Ulster en la Noche de las Hogueras orangista

Entre las cenizas a¨²n calientes de la tradicional Noche de las Hogueras protestante, la polic¨ªa de Irlanda del Norte buscaba ayer pruebas incriminatorias sobre una decena de graves incidentes, incluidos dos asesinatos y un intento de asesinato. Todas las v¨ªctimas son miembros de la comunidad protestante, que ayer puso fin a su semana de festejos patri¨®ticos con multitudinarios desfiles en 18 localidades de la provincia. "Los extremistas est¨¢n matando nuestra propia cultura", denunci¨® David Irvine, miembro de la Asamblea de Belfast por el Partido Unionista Progresivo, cercano a los paramilitares lealistas.

La tensi¨®n de los ultimos d¨ªas desemboc¨®, en la noche del martes al mi¨¦rcoles, en violencia indiscriminada y desorden callejero. Los protestantes norirlandeses prendieron gigantescas hogueras festivas en pueblos y ciudades, pero, al calor de las llamas y a medida que se consum¨ªan litros de cerveza, comenzaron a caer las v¨ªctimas. Ellas y sus verdugos proceden, al parecer, de la misma comunidad que ayer conmemor¨® por todo el territorio norirland¨¦s la victoria, cuatro siglos atr¨¢s, de Guillermo de Orange sobre las tropas cat¨®licas del rey Jacobo I.

La polic¨ªa investiga una decena de incidentes graves. Entre ellos, el asesinato por disparo en la nuca de un joven de 22 a?os, asociado con los paramilitares lealistas. Antes de morir, cerca de la hoguera de Larne, enclave costero al norte de Belfast, la v¨ªctima fue apaleada por una docena de personas. Un ajuste de cuentas entre facciones lealistas se baraja entre los m¨®viles del crimen. A pocos kil¨®metros muri¨® Robert McMullan, de 33 a?os, por varios navajazos.

Otro protestante, de 17 a?os, se debat¨ªa ayer entre la vida y la muerte a consecuencia de las pu?aladas que recibi¨® en el pecho en un barrio del este de la capital. En el mismo escenario, un descampado rodeado de casas abandonadas, con siglas del UVF, el Frente de Voluntarios del Ulster, pintadas en las paredes, otra persona recibi¨® una tajada en la mejilla. Agentes de la polic¨ªa rastreaban ayer entre las cenizas en busca de pruebas incriminatorias. Recog¨ªan tambi¨¦n cartuchos de balas que un par de encapuchados, miembros de la misma organizaci¨®n de paramilitares lealistas, dispararon al aire al calor de la hoguera. "Esto parece Beirut", se?al¨® uno de los agentes.

El inspector encargado del triple caso, Jeff Smith, veterano del conflicto, guardaba escasas esperanzas de extraer informaci¨®n del vecindario: "Se cierran en banda por miedo a represalias", dijo.

Otros pistoleros salieron de madrugada a las calles de Belfast. Quer¨ªan demostrar que su poder¨ªo a¨²n est¨¢ vivo a pesar de mantener oficialmente el alto el fuego. "Yo no apruebo la violencia, pero comprendo por qu¨¦ tiene lugar. Hay mucha frustraci¨®n de ver que los republicanos, principales responsables de 30 a?os de violencia, consiguen todos sus objetivos.