Identidad y globalizaci¨®n DANIEL SIRERA I BELL?S

Casi 400 millones de personas en el mundo tienen el castellano como lengua materna y m¨¢s de 200 millones lo utilizan como segundo idioma. As¨ª, el castellano y el mundo hispano constituyen hoy las piezas b¨¢sicas para que Catalu?a pueda convertirse en un referente en el mundo de las nuevas tecnolog¨ªas y de Internet. Para los seis millones de catalanes, el castellano es nuestra primera o segunda lengua, una realidad que sit¨²a a Catalu?a dentro de la segunda comunidad ling¨¹¨ªstica de Internet, por detr¨¢s de la anglosajona. Por este motivo, la forma m¨¢s efectiva de proteger, difundir y universalizar nuestra cultura y nuestra lengua propia pasa por situarlas al abrigo de una industria consolidada o con posibilidades ciertas de crecimiento en Internet.La ausencia de pol¨ªticas p¨²blicas para promover el uso de las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de las comunicaciones ha provocado que este sector, emergente en el resto del mundo, sea a¨²n marginal en Catalu?a. A lo largo de nuestra historia reciente, los catalanes y catalanas hemos sabido reaccionar y aprovecharnos de las distintas revoluciones que se han ido sucediendo en Europa, que han generado grandes cambios en nuestra econom¨ªa y en nuestra sociedad. El nacimiento y el aprovechamiento de los sectores textil, mec¨¢nico, qu¨ªmico, electr¨®nico y de la automoci¨®n han situado a Catalu?a, durante el siglo XIX y hasta los a?os sesenta del siglo XX, al frente de los procesos de innovaci¨®n y desarrollo econ¨®mico de Espa?a.

Por este motivo, sorprende la cautela y la preocupaci¨®n con la que los dirigentes de Converg¨¨ncia i Uni¨® abordan lo que, para ellos, es el "problema" de la globalizaci¨®n. Mientras que para el com¨²n de los humanos el fen¨®meno de la globalizaci¨®n y de la internacionalizaci¨®n son factores que contribuyen al progreso y a la dinamizaci¨®n de nuestra econom¨ªa, el Gobierno de la Generalitat trata de frenar ese proceso irreversible con el pretexto de que Catalu?a podr¨ªa perder su identidad como pueblo.

Artur Mas ha reclamado p¨²blicamente a los catalanes que navegamos habitualmente por Internet que mantengamos "un punto de anclaje s¨®lido que nos permita avanzar en este mundo emergente y nuevo sin perder nuestra personalidad y nuestras ra¨ªces". El portavoz del Gobierno de la Generalitat ha aprovechado la teor¨ªa del soci¨®logo Manuel Castells sobre el "punto de anclaje" para identificarlo con la identidad nacional que CiU defiende. Los nacionalistas catalanes alertan de que la globalizaci¨®n puede suponer un peligro para mantener vivo su proyecto nacional.

La falta de apoyo pol¨ªtico y presupuestario del Gobierno de la Generalitat a la utilizaci¨®n y universalizaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas s¨®lo puede responder a la idea -ciertamente mezquina- de mantener la identidad para evitar diluir su proyecto en la red mundial de Internet. Anteponer identidad a globalizaci¨®n y a progreso no parece compatible con la demanda de los sectores sociales m¨¢s din¨¢micos, que reclaman nuevas pol¨ªticas de apoyo a este sector empresarial creciente.

En este contexto, el presidente de Telef¨®nica, Juan Villalonga, y sus accionistas -con o sin stock options- deben estar ciertamente agradecidos a los nacionalistas catalanes despu¨¦s de comprobar que los magn¨ªficos resultados obtenidos por Telef¨®nica, gracias a Terra, no hubieran podido conseguirse sin la adquisici¨®n de un buscador de Internet llamado Ordenamientos de Links Especializados (Ol¨¦). Este proyecto empresarial, que ha alcanzado una capitalizaci¨®n en Bolsa de 1,7 billones de pesetas, fue desarrollado inicialmente por la empresa Connexi¨® Internet, SL (Cinet), dependiente de la Fundaci¨®n Catalana para la Investigaci¨®n (FCR), que se deshizo de ¨¦l regal¨¢ndolo a un particular, el cual lo vendi¨® a Telef¨®nica por 3.000 millones de pesetas.

La Generalitat de Catalu?a se deshizo de Ol¨¦ ¨²nica y exclusivamente porque ofrec¨ªa sus productos en castellano. La estrecha visi¨®n de los responsables de los departamentos de la Presidencia, de Econom¨ªa y Finanzas y de Industria -todos ellos miembros del patronato de la FCR y responsables directos de la operaci¨®n- ha provocado que Catalu?a haya perdido una oportunidad de oro para situarse al frente de una industria internacional creciente.

Regalar Ol¨¦ porque utilizaba este nombre y usaba como lengua el castellano pone de manifiesto que el Gobierno de Jordi Pujol tiene como ¨²nico objetivo mantener la identidad -la que ellos defienden- preserv¨¢ndola de la modernidad y la innovaci¨®n que representan las nuevas tecnolog¨ªas. Deshacerse de este buscador de Internet ha sido una muestra de la ineficacia y de la miop¨ªa de un Gobierno que, bajo un fingido y mal entendido amor por su pa¨ªs, se encarga de torpedear todo lo que huele a Espa?a, aunque no venga envuelto de un nacionalismo espa?ol tan trasnochado como pueda serlo el catal¨¢n.

Jordi Pujol es el m¨¢ximo responsable de que Catalu?a haya perdido el liderazgo en el terreno de las comunicaciones por Internet al sacarse de encima Ol¨¦ y a ¨¦l corresponde, como presidente de la Generalitat, articular nuevos mecanismos que permitan situarnos de nuevo en la vanguardia del progreso social y econ¨®mico de Espa?a, esta vez en el terreno de las nuevas tecnolog¨ªas. El consejero de Universidades, Investigaci¨®n y Sociedad de la Informaci¨®n tiene la oportunidad y el reto de evitar que la econom¨ªa y la sociedad catalanas queden al margen de una revoluci¨®n que est¨¢ cambiando el mundo.

Daniel Sirera i Bell¨¦s es portavoz adjunto del Grupo Popular en el Parlament.