Avalancha en Marbella
Golpes, pisotones y empujones. La entrada de la residencia marbell¨ª del actor Antonio Banderas se convirti¨® ayer en un circo de cuatro pistas. Al conquistador malague?o de Hollywood se le hab¨ªa ocurrido citar a los medios de comunicaci¨®n para un encuentro cordial, con sesi¨®n de fotos de familia incluida, que le permitiera librarse de la persecuci¨®n de los paparazzi. Pero no se sabe si fue peor el remedio que la enfermedad. Las caras de horror de su esposa, Melanie Griffith y de la hija de la pareja, Stella del Carmen, ante la multitud que se abalanzaba sobre ellas -un centenar de periodistas y otros tantos fans, algunos llegados desde otras provincias- hicieron dudar desde el principio de la idoneidad de la idea. Pero la cosa fue a peor.El anuncio de que Banderas iba a posar para la prensa hab¨ªa provocado desde d¨ªas antes gran expectaci¨®n. "M¨¢s de la que esperaba", reconoci¨® el actor. Desde primeras horas de la ma?ana empezaron a llegar los primeros paparazzi y, conforme avanzaba el d¨ªa, se a?adieron muchos m¨¢s hasta sumar el centenar. Tambi¨¦n acudieron los incondicionales de Banderas, algunos de los cuales llevaban desde el lunes montando guardia, como las antequeranas Marta y Mar¨ªa Jes¨²s, de 21 a?os. Sin embargo, todo parec¨ªa tranquilo hasta que, a la una de la tarde, se abrieron las puertas de la casa: desde ese momento todo fueron carreras, prisas y batallas campales para lograr un buen sitio desde donde cubrir el que se ha convertido en el mayor acontecimiento del verano en Marbella.
El barullo fue tal que la peque?a Estela prorrumpi¨® en llanto, asustada, mientras se abrazaba fuertemente a su madre. Pero tambi¨¦n Melanie Gritfith parec¨ªa a punto de llorar. Entre tanto, los fot¨®grafos trataban con desesperaci¨®n de enfocar a la pareja. El ¨²nico que se mantuvo inmutable fue Antonio, que pidi¨® calma y asegur¨® que no se marchar¨ªa hasta atender a todos los medios. Algunos periodistas se sumaron a su petici¨®n y, por un momento, hubo un poco de orden en las filas, que desgraciadamente dur¨® unos instantes.
Banderas contest¨® durante m¨¢s de 15 minutos todo tipo de cuestiones relacionadas tanto con su vida profesional como personal. Habl¨® sobre sus proyectos pasados, presentes y futuros, y no se achant¨® ni siquiera cuando se interesaron por sus deseos y los de su mujer de tener otro hijo, hecho que confirm¨® e incluso reconoci¨® que est¨¢n consultando a los m¨¦dicos. De paso, aprovech¨® para pedir "que se lleven el submarino nuclear del Pe?¨®n de Gibraltar". Por ¨²ltimo pidi¨® que le dejen disfrutar de las vacaciones con su familia, sin persecuciones. "Visto Andaluc¨ªa quiero sin paparazzi todos los d¨ªas", chapurre¨® Melanie en espa?ol, y a?adi¨®: "Es no bueno y los ni?os no quieren a Marbella venir porque imposible andar con Antonio por la calle". Pero tanto era el revuelo que s¨®lo unos pocos intr¨¦pidos pudieron grabar todas las declaraciones. Afortunadamente, una radio local se ofreci¨® a facilitar la informaci¨®n al resto de compa?eros.
Adem¨¢s de un interrogatorio completo, el actor recibi¨® un capacho con aceite y pan de Co¨ªn de varios periodistas; un osito de peluche para la ni?a, de una de sus fans; y una tarta del pastelero marbell¨ª Carlos Montes. La primera salida del actor malague?o dej¨® algunas caras tristes, como las de las j¨®venes belgas Dominique y Natalie, de 26 a?os, que pese a la espera no pudieron tocar a su ¨ªdolo. Sin embargo, las familias de Jos¨¦ Y¨¢?ez, de Asturias, y Antonio Ros, de Murcia, se conforman con haberlo visto.
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