Pasajes de arte

El viernes por la noche se celebr¨® la primera novillada nocturna del verano, en la que hubo momentos de inter¨¦s, pasajes art¨ªsticos, breves cap¨ªtulos de lidia acertada y con ajuste a los c¨¢nones, y alg¨²n desliz por parte de los picadores o de los diestros, sobre todo cuando hab¨ªa que manejar la espada, instante decisivo, que llaman la suerte suprema. La noche, c¨¢lida, y el p¨²blico, amable. Y no falt¨® la afici¨®n m¨¢s conspicua, la que expresa su opini¨®n con el punto de mira siempre muy afinado.Quien result¨® m¨¢s agraciado en el sorteo, y quien puso de su parte las mejores intenciones, y a la vez conect¨® con el p¨²blico, fue Leandro Marcos. Un novillero de Valladolid, ribeteado de artista, de templadas mu?ecas, y que interpreta el toreo con sentimiento. A su primero Marcos lo entendi¨® bien, un novillo flojo y noble de buen tranco, al darle distancia y los medios. La faena de muleta fue variada, tuvo enjundia e imaginaci¨®n, y aunque no result¨® una obra que llegara a cuajar, hubo pasajes de muy bella factura. La espada, en fin, se le fue a los bajos. Aun as¨ª, le dieron una oreja pedida por aclamaci¨®n popular. En su segundo, dej¨® su sello en unos lances aplaudidos y coreados. Permiti¨® que picaran en demas¨ªa al novillo y luego realiz¨® una faena de muleta por el pit¨®n derecho de estimable temple que fue a menos. La espada, otra vez, mal.

El madrile?o Iv¨¢n Vicente no termin¨® de entenderse con su primer novillo, al que enjaret¨® algunos muletazos templados. Lo mejor lo hizo con el capote y en la ejecuci¨®n de la estocada, en donde se dej¨® ver y sali¨® de la suerte con limpieza. Hubo sabor en un quite por chicuelinas. Firme y dispuesto en su segundo, porfi¨® ante un novillo que tuvo m¨¢s dificultades que aceptables embestidas.

Mala suerte tuvo en su lote el sevillano Jos¨¦ Luis Osuna. En su descastado c¨¢rdeno claro primero, apunt¨® buenas maneras en los pases de tanteo muleta en mano, y finura en el manejo del capote, en un quite que le hizo al tercer novillo de la agradable noche vente?a. Hasta esos primeros pases logr¨® enga?ar al novillo c¨¢rdeno de mala catadura, que se medio tragaba el primer pase y despu¨¦s dec¨ªa que con ¨¦l no iba la fiesta. En su segundo, valiente y con buen sentido de la lidia, expuso y demostr¨® que quiere ser torero. Ser¨ªa de justicia que le dieran otra oportunidad.

Entre los banderilleros a destacar la labor de Jos¨¦ Castilla y de Ram¨®n Moya.