La sentencia de Florida genera una lluvia de demandas contra las tabacaleras
El abogado defensor apelar¨¢ la inconstitucionalidad de la ley que limita las indemnizaciones
El da?o est¨¢ hecho. A pesar de que las tabaqueras norteamericanas insisten en restar importancia al veredicto que las condena a indemnizar con 145.000 millones de d¨®lares (25 billones de pesetas) a los fumadores enfermos del Estado de Florida, seguras de que ganar¨¢n el proceso de apelaci¨®n, los costos de la batalla legal -que se reanudar¨¢ ma?ana mismo en los tribunales de Miami-, y la puerta que la lecci¨®n de humildad recibida el viernes abre a una lluvia de demandas nacionales e internacionales, siembran un futuro muy diferente e incierto.
Ofensiva a tres bandas
De momento, en Estados Unidos tienen pendientes cerca de medio centenar de querellas de particulares, compa?¨ªas de seguros, del gobierno norteamericano y de gobiernos de otros pa¨ªses. "Incluso si nunca llegan a pagar esta indemnizaci¨®n, el mensaje est¨¢ claro y es un dardo contra las finanzas de la industria" se?al¨® ayer Michael Moore, fiscal general del estado de Misisipi, que encabez¨® las demandas de los estados contra las tabaqueras, que hace dos a?os se cerr¨® con un acuerdo extrajudicial que las obliga a pagar 254.000 millones de d¨®lares (45 billones de pesetas) durante veinticinco a?os, por los gastos en que incurrieron los gobiernos tratando a fumadores enfermos.
Varios analistas del mercado coincidieron ayer en el impacto que el veredicto tendr¨¢ en imagen de los fabricantes de tabaco, que ahuyentar¨¢ a miles de potenciales fumadores. "Han sido declarados culpables de mentir, matar, y provocar enfermedades. Eso no se olvida f¨¢cilmente", subray¨® Joseph Turner, fundador de Smokefree Educational Services.
La industria ya se ha resentido de los procesos en su contra en los ¨²ltimos a?os. Las exportaciones de tabaco han bajado un 25%, que equivalen a 50.000 millones de cigarrillos menos al a?o. Y dentro de EE UU el consumo disminuy¨® el a?o pasado un 8% y un total de un 42% en la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n cifras del Ministerio de Agricultura de EE UU.
El ej¨¦rcito de abogados de la defensa no tiene planes de rendir las armas en mucho tiempo. Dan Webb, letrado de la mayor tabaquera, Philip Morris, confirm¨® ayer que la ofensiva legal se har¨¢ a tres bandas. Por una parte intentar¨¢n "descertificar" la demanda colectiva, dividi¨¦ndola en 500.000 o m¨¢s peque?as querellas (estrategia que intentaron el a?o pasado y les fall¨® al desestimarla el Tribunal Supremo de Florida; simult¨¢neamente recurrir¨¢n el caso completo al Tribunal Estatal de Apelaciones de Miami, alegando, entre otros argumentos, errores t¨¦cnicos procesales. Y quiz¨¢ ma?ana mismo le soliciten al juez Robert Kaye que rebaje la suma de indemnizaci¨®n acogi¨¦ndose a las leyes recientemente aprobadas en Florida que proh¨ªben que las sentencias provoquen la bancarrota de las empresas. La industria pidi¨® hasta el ¨²ltimo momento al jurado que la indemnizaci¨®n no superara los 15.000 millones de d¨®lares, equivalentes al valor neto actual de las tabaqueras en el banquillo -Philip Morris RJ Reynolds Tobacco, Brown and Williamson, Lorillard, Ligett, Council for Tobacco Research y Tobacco Institute-. No obstante para empezar cualquier apelaci¨®n, cada una de las tabaqueras est¨¢ obligada legalmente a poner por delante una fianza de 100 millones de d¨®lares (unos 18.000 millones de pesetas). Todos los juristas consultados sostienen que el laberinto legal puede tardar a?os. Hay posibilidades de que prospere la petici¨®n de dividir la demanda colectiva, ya que existen varios precedentes en otros estados. Y a¨²n suponiendo que perdieran todos los envites legales, quedan pocas dudas de que pasar¨¢n a?os, quiz¨¢ d¨¦cadas, antes de que los fumadores puedan cobrar su porci¨®n de da?os punitivos que ascender¨ªa a unos 50 millones de pesetas por persona. Webb, el abogado de Philip Morris, dijo arrogantemente al acabar el juicio que "tendr¨¢n que esperar al menos 75 a?os para cobrar algo. Esto a nosotros no nos afecta". El victorioso abogado de los fumadores enfermos, Stanley Rosenblatt, piensa apelar la inconstitucionalidad de la ley de Florida que limita las indemnizaciones. "Pelearemos hasta el ¨²ltimo momento, sabemos que la batalla est¨¢ lejos de haber terminado, pero este fin de semana lo queremos pasar tranquilos con nuestros hijos", dijo Rosenblatt, que comparte bufete con su esposa, Susan.
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