"La bater¨ªa es el coraz¨®n de cualquier grupo"

Con Danilo P¨¦rez

El curr¨ªculo de Roy Haynes debe de ser uno de los m¨¢s impresionantes de la historia del jazz. Desde que en su etapa formativa decidi¨® arrinconar el viol¨ªn en favor de la bater¨ªa, ha acompa?ado a una lista de m¨²sicos que produce v¨¦rtigo citar: Lester Young, Billie Holiday, Charlie Parker, Thelonious Monk, Sarah Vaughan, John Coltrane y Stan Getz, entre muchos otros. Le sobran razones para sentirse satisfecho de haber tocado con la flor y nata del bebop. "Francamente, no se me ocurre nadie de ese periodo con quien no haya colaborado", afirma tras un raudo repaso mental.

Con Miles Davis

Pero el bater¨ªa, a sus 75 a?os, no se conforma con ese pasado glorioso y sigue clavando la mirada en un futuro que todav¨ªa presiente fecundo.

En su n¨®mina de colaboraciones tambi¨¦n caben gigantes contempor¨¢neos como Chick Corea y Pat Metheny, lo que equivale a decir que le define una personalidad fuerte pero adaptable, basada en una filosof¨ªa vital que se renueva a diario con experiencias no s¨®lo musicales.

Su ¨²ltimo proyecto es un tr¨ªo completado por el extraordinario pianista paname?o Danilo P¨¦rez, recientemente nombrado embajador cultural de su pa¨ªs por la presidenta Mireya Moscoso, y el contrabajista John Patitucci, verdadero virtuoso bien conocido por su prolongada colaboraci¨®n con Chick Corea. Ser¨¢ precisamente este imponente triunvirato el que actuar¨¢ el d¨ªa 21, dentro del 24? Festival de Jazz de Vitoria, en la primera parte de una sesi¨®n doble completada por un cuarteto que dirige el saxofonista estadounidense David Sanborn.

Haynes podr¨ªa pasarse d¨ªas contando sus recuerdos, pero reconoce que se le da mejor tocar que hablar: "Pertenezco a la vieja escuela y no soy ni m¨¢s ni menos que lo que toco. Me resulta dif¨ªcil explicar con palabras lo que pienso", dice.

Para saber lo que realmente le pasa por la mente nada mejor entonces que acudir a su formidable ¨²ltimo disco, el primero de su carrera grabado para una multinacional, en el que rinde homenaje a algunos de los m¨²sicos m¨¢s importantes con los que ha colaborado.

En cualquiera de los 10 temas que lo componen, Haynes dirige las operaciones con autoridad persuasiva, haciendo y dejando hacer, y arrimando a su ascua composiciones escritas con m¨¢s de 40 a?os de diferencia. "La bater¨ªa es el coraz¨®n de cualquier grupo", explica, "el secreto para ser flexible estriba en ce?irse al estilo del solista que est¨¢s acompa?ando sin miedo a mostrar tus propios rasgos personales. Un buen bater¨ªa debe tener imaginaci¨®n y conseguir que los dem¨¢s m¨²sicos se sientan a gusto".

"Recuerdo que mi primera noche con Lester Young fue en el Savoy Ballroom, en una sesi¨®n de baile", contin¨²a. "Empec¨¦ a percutir el plato de manera muy ligera y enseguida not¨¦ que a Lester le gustaba. Se volvi¨® y me dijo que si segu¨ªa as¨ª el show ser¨ªa m¨ªo. Soy Piscis y los de ese signo somos gente sensible. Yo sab¨ªa lo que Pres quer¨ªa".

Haynes hace esa r¨¢pida visita al pasado como una concesi¨®n necesaria, pero de inmediato regresa a lo que tiene entre manos, en una l¨ªnea de pensamiento y acci¨®n muy parecida a la que caracteriz¨® a Miles Davis, con quien por supuesto tambi¨¦n toc¨®. "La vida est¨¢ en continuo movimiento y siempre est¨¢n pasando cosas interesantes. Ahora la gente est¨¢ delante de ordenadores, y el jazz refleja todo lo que est¨¢ pasando, porque es el¨¢stico y se encuentra en permanente proceso de expansi¨®n", asegura."El buen jazz es improvisaci¨®n, vivir el presente". Esa firme voluntad de mantenerse al d¨ªa ha convertido a Roy Haynes en un veterano siempre rodeado de m¨²sicos m¨¢s j¨®venes que ¨¦l. Hubo quien, por ejemplo, se extra?¨® de que se uniera al absorbente guitarrista Pat Metheny, pero el bater¨ªa nunca ha tenido miedo a ocupar el fondo del escenario, porque incluso desde all¨ª su trabajo resplandece como un sol naciente. "En realidad siempre he querido ser uno de esos desconocidos que en realidad son m¨¢s grandes que nadie", concluye.