Pauloba y el toreo de capa

La tarde fue calurosa. Los toros de Alonso Moreno, flojos y de poca casta, por decir algo, pues de bravos tuvieron poco. Seriedad en su presencia, embestidas cicateras y fuerzas, lo que se dice motor, empuje, recorrido y temperamento cabal de toro encastado, para nada. Los tendidos estaban salpicados de turistas y, en ciertas ocasiones se escuchaban gritos y silbidos a destiempo, inveros¨ªmiles. O sea, es verano y estamos en Las Ventas. Pero sali¨® Luis de Pauloba, cogi¨® el capote y nuestros ojos pudieron contemplar el toreo a la ver¨®nica en estado puro. Brisa, empaque y hondura. Al arte sin m¨¢s le ponen de nombre Pauloba.Interpret¨® el toreo de capa en toda su verdad el diestro de Alnazc¨®llar en sus dos toros titulares. A su segundo lo devolvieron al corral despu¨¦s de haber explicado con el percal c¨®mo se mece el lance en tres tiempos, con aroma de toreo grande. Por los tendidos sal¨ªan voces que hablaban de injusticias y que ped¨ªan ver al torero en los ruedos muchas tardes durante la temporada. El arte es patrimonio de la humanidad.

Poca fuerza ten¨ªa el segundo toro, como toda la corrida. Y despu¨¦s de veroniquear Pauloba tal como est¨¢ dicho y loado con justicia, en el tercio de muleta dict¨® otra lecci¨®n de colocaci¨®n, presentaci¨®n de la pa?osa y de c¨®mo se debe correr la mano: el trazo limpio y el remate hacia los adentros. Le rob¨® a ese toro pases de bella estampa y calidad. En el sobrero de Astolfi intent¨® montar una faena imposible, conla muleta siempre por delante y el comp¨¢s torero a tono.

Juan Pedro Gal¨¢n estuvo dispuesto en el toro de su confirmaci¨®n, en el que su inicio de faena fue prometedor, para a continuaci¨®n no alcanzar el nivel requerido. Alg¨²n natural suelto bien dibujado, un par de pases de pecho que barrieron el lomo de manso y nobl¨®n de Alonso Moreno, y unos lances templados cuando recibi¨® a ese toro de su confirmaci¨®n a la postre gris. A su segundo no se le pod¨ªa encontrar una embestida decente ni por caridad, tuvo que montar la espada a los dos minutos de comenzada la faena. Mala suerte.

Jos¨¦ Ignacio Ramos estuvo valiente en sus dos toros, decidido, no le faltaron ¨¢nimo y pundonor toreros. Brind¨® al respetable dos tercios de banderillas de exposici¨®n y excelentes facultades, y consigui¨® alg¨²n par de impecable reuni¨®n. En el ¨²ltimo de la tarde se cruz¨®, arriesg¨® y busc¨® las embestidas del complicado y correoso animal. Gan¨® la pelea.