Dos a?os de c¨¢rcel para dos j¨®venes que destrozaron siete coches y tres cabinas telef¨®nicas en Pinto

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a dos a?os de prisi¨®n y al pago de una multa de 960.000 pesetas a dos j¨®venes acusados de actos vand¨¢licos en la localidad madrile?a de Pinto. Los procesados, seg¨²n la sentencia, patearon y arrancaron los espejos retrovisores de siete veh¨ªculos estacionados en la v¨ªa p¨²blica, rompieron el cristal de un panel anunciador de publicidad del Ayuntamiento del municipio y destrozaron tres cabinas propiedad de Cabitel. Los asusados son J. A. M., de 25 a?os de edad, y D. G. G., de 24. Ambos deber¨¢n igualmente indemnizar con 134.282 pesetas a la empresa Telef¨®nica, propietaria de las cabinas, y a los due?os de cuatro de los veh¨ªculos da?ados con otras 104.369 pesetas en total.

La sentencia, dictada por la Audiencia madrile?a, explica que sobre la una de la madrugada del d¨ªa 27 de septiembre del a?o 1996, los acusados, "actuando de com¨²n acuerdo y con el ¨²nico fin de producir perjuicios, decidieron patear y arrancar los espejos retrovisores de los veh¨ªculos que se encontraban estacionados en la calle de la Maestra Mar¨ªa del Rosario, de Pinto".

Cuando llegaron a la plaza de Egido de la Fuente de dicha localidad, contin¨²an los tres jueces que componen este tribunal, los dos procesados "saltaron sobre el techo de un veh¨ªculo BMW, ocasionando a su propietario unos gastos de reparaci¨®n de 71.377 pesetas". En total, fueron siete los autom¨®viles perjudicados. En ese mismo lugar, los dos j¨®venes "rompieron el cristal del panel anunciador del parque El Egido de la Fuente, propiedad del Ayuntamiento de Pinto". Igualmente, en dicha plaza los acusados "patearon tres cabinas de tel¨¦fono propiedad de la empresa Cabitel, y arrancaron los microtel¨¦fonos, causando da?os por importe de 134.282 pesetas". Los j¨®venes v¨¢ndalos fueron detenidos por la polic¨ªa local, que acudi¨® al lugar alertada por los vecinos. En el momento de su arresto, J. A. M. ten¨ªa en su poder un espejo retrovisor de uno de los coches perjudicados, y D. G. G. llevaba en la mano un microtel¨¦fono. Pese a la pena, no ir¨¢n a la c¨¢rcel salvo que tengan antecedentes penales.